El Movimiento Evita realizó ayer un plenario nacional con el planteo de “unidad” para “enfrentar el ajuste macrista” como eje central. Dirigentes del Frente Renovador como los diputados Felipe Solá y Facundo Moyano; intendentes peronistas como Verónica Magario, de La Matanza, y Gabriel Katopodis, de San Martín; el diputado Héctor Daer, en representación del triunvirato que conduce la CGT; el senador del PJ-FpV Juan Manuel Abal Medina y dirigentes sociales y políticos de diversas tendencias intra y extra muros del peronismo se acercaron al evento para ponerle el cuerpo a esa idea y se mezclaron entre los más de dos mil congresales reunidos por la organización que conduce Emilio Pérsico. “El proceso de unidad que creemos necesario es con todos ellos”, indicó a PáginaI12 el responsable de movimientos sociales del Evita, Gildo Onorato, y aseguró que la apuesta del espacio a futuro es conformar “una expresión política de oposición, que no caiga en el aislamiento infantil ni en el colaboracionismo con el Gobierno”.
Las coincidencias entre los presentes quedaron explícitas en varios de los discursos. El presidente del Parlasur y miembro de la mesa de conducción del Evita, Jorge Taiana, sostuvo que el plenario expresó “una voluntad de representar a los más humildes y construir la unidad del peronismo”; Katopodis, más tarde, habló de “construir una nueva mayoría” y apuntó que la “tarea” del peronismo es constituirse como “una oposición clara” y “conducir un frente social amplio y plural”. 
El congreso tuvo lugar en el predio que el gremio UPCN tiene en la ciudad de La Plata, que el Evita vistió con una gigantografía que llevaba impresa la consigna “Tierra, Techo y Trabajo” acompañada por el rostro de Eva Perón y la estrella federal. Con las “Tres T” de fondo disertaron Taiana, Daer, Magario, Katopodis y la Secretaria de género de UTE-CTA Carolina Brandariz, el presidente de la Pastoral Social porteña Carlos Acaputto y Fernando “Chino” Navarro. La amplitud de la convocatoria resaltó las ausencias. La más importante fue la de dirigentes cercanos a la ex presidenta Cristina Kirchner. “Nosotros invitamos a todos los sectores del peronismo”, aclaró Onorato. “De Cristina tenemos una gran valoración, pero hoy tenemos visiones distintas de por qué estamos en esta situación”, explicó. “No queremos volver de la misma manera, a lo que ya hicimos, porque no alcanzó, por distintos motivos, para no perder. Hay que reconstruir una mayoría política con todos los sectores populares, independientemente de que hayan sido o no parte del gobierno anterior”, precisó.  
Mas allá de los debates internos del peronismo, el Evita tiene en el horizonte la marcha del próximo viernes que protagonizarán la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) junto a la CGT y la Federación Agraria. El reclamo es la sanción de la ley de Emergencia Social, que está cerca de obtener media sanción en el Senado pese a la oposición del Gobierno. “Se va a votar en las dos cámaras este año”, confía Onorato, amparado en “todo un acumulado que le da legitimidad” al proyecto, en referencia a la marcha de San Cayetano a Plaza de Mayo, el proceso de unidad con la CGT y el apoyo indirecto que recibieron por parte del Papa Francisco.
La marcha del viernes cerrará un año intenso políticamente para el Evita, que además de acercarse a la CGT, consolidar lazos con el Papa y conformar un bloque social con poder de movilización callejera junto a Barrios de Pie y la CCC, rompió con el bloque del FpV en el Congreso. “Siempre tuvimos autonomía política. Quizás se note más en este momento de mucho debate en el movimiento nacional”, dijo Onorato.