La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento a la ex presidenta Cristina Kirchner por administración fraudulenta, en la causa por la venta de dólar futuro al final de su Gobierno, con lo cual quedó en condiciones de ser enviada al primer juicio oral en su contra. El Tribunal de Apelaciones confirmó los 15 procesamientos resueltos por el juez federal Claudio Bonadio, entre ellos los de Kirchner, el ex ministro de Economía Axel Kicillof y el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli. Tanto la defensa de la ex mandataria como el propio Vanoli coincidieron en cuestionar el fallo, al que calificaron de “político y no jurídico”. El ex jefe del Central fue más allá aún al expresar que la resolución de Bonadio “responde a la lógica de 1955, un funcionario del gobierno anterior es igual a un perseguido y un procesado, no importa ni por qué ni cómo”.
Con el fallo de los camaristas de la sala II Eduardo Farah y Martín Irurzun quedó firme también el embargo de 15 millones de pesos dispuesto contra los bienes de la ex presidenta, y Bonadio quedó en condiciones de dar por cerrada la investigación e iniciar los pasos para enviarla a juicio oral, pese a que la decisión tomada es apelable ante la Cámara Federal de Casación, máxima instancia penal. La finalidad de la operatoria “no fue regular sino manipular”, advirtieron los camaristas Irurzun y Farah. “Lo que esta investigación ha permitido tener por acreditado es que, siguiendo instrucciones del Poder Ejecutivo Nacional -tanto de Fernández de Kirchner como de Kicillof-, las autoridades del Banco Central, con la necesaria intervención de las de la Comisión Nacional de Valores, vendieron en un muy breve período de tiempo un volumen descomunal de contratos de futuros en dólares a valores ficticios”, concluyeron. De esta forma se obligó “abusivamente a la entidad y, por consiguiente, a la sociedad como soberana de los bienes públicos”, agregaron.
Por su parte, el abogado de la ex mandataria, Carlos Beraldi, enfatizó que tanto esta causa por el “dólar futuro” tiene motivaciones políticas. “Se cuestiona una política económica que a través del Banco Central instrumentó un operativo para sostener el tipo de cambio”, precisó.
En tanto, el ex presidente del Central recordó que “hasta Elisa Carrió dijo que la causa es arbitraria”, y enfatizó que “estos juicios políticos y mediáticos son una excelente tapadera para esta realidad de inflación creciente, mayor desempleo y  recesión”. Vanoli detalló que en el trámite del expediente “no se aceptó ninguna medida de prueba de la defensa, no se llamó a ningún testigo de la defensa, ni tampoco llamaron a declarar al ex gobernador Daniel Scioli”.
Sin eufemismos, Vanoli opinó: “Esta causa la inventaron para crear el caos antes de las elecciones y para forzarme a renunciar si decidía quedarme en el Banco Central”. En el plano más técnico, explicó que “el Banco Central no recibió ninguna orden y mantuvo las pautas y criterios que se mantuvieron desde 2005 para operar a futuro, no hubo ningún perjuicio: el Banco Central ganó 141 mil millones de pesos en 2015 y ganó 5500 millones de pesos en futuros en mi gestión”. Y agregó que si hubiera habido algo ilegal el juez Bonadio debió impedir que se paguen los futuros cuando lo consultó Adolfo Sturzenegger.
En esa misma línea, Vanoli destacó que “si decidieron una devaluación insensata que duplicó la inflación y generó la recesión actual no es culpa de la anterior gestión; había que mantener la flotación administrada y reducir la brecha gradualmente no sacando todos los controles de golpe”, por eso consideró que “se imponía el gradualismo”.
Para el ex funcionario, el fallo de la Cámara que confirmó los procesamientos “reivindica el dólar paralelo”. “Acaso el Banco Central no puede ni debe intervenir para garantizar la estabilidad y el crecimiento, porque con nuestra estrategia bajamos el dólar ilegal fuertemente y redujimos a la mitad la brecha cambiaria, y así bajó la inflación”, se preguntó Vanoli y concluyó: “Nunca jamás el valor del futuro es el dólar paralelo, es una tasa de interés. Mis antecesores operaron con las mismas pautas y no se cuestionó nada nunca; hoy es absolutamente claro que eliminar de un plumazo todas las regulaciones prudenciales cambiarias fue un error”.