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La CTA y la CGT evalúan el Consejo del Salario

Representantes de las dos centrales sindicales dan su opinión sobre las negociaciones que llevaron el salario mínimo a 450 pesos. El deseo de los 730. Y la CGT entre Rueda y Barrionuevo.

JUAN MANUEL PALACIOS, DE LA CGT.

“Los 450 pesos son sólo el comienzo”

Por Diego Schurman

“Ahora vamos por más”, aseguró Juan Manuel Palacios. El representante sindical en el Consejo del Salario fue claro: tras conseguir una suba de 100 pesos del salario mínimo, la CGT reclamará la duplicación del monto de las asignaciones familiares, la reducción del IVA en los productos de la canasta familiar y la puesta en marcha de obra pública. Además, el dirigente colectivero se metió en la interna cegetista para defender a Luis Barrionuevo y atacar a Susana Rueda, a quien calificó de caprichosa y vedettista.
–¿La CGT está conforme con el mínimo de 450 pesos?
–Es un avance. Hace 11 años que no funcionaba el Consejo del Salario. Y ahora comenzamos a recuperar el poder adquisitivo.
–¿Pero está conforme o no?
–Nuestra propuesta fue de 500 pesos. Pero, insisto, los 450 pesos son sólo el comienzo. El tema se resolvió con la celeridad necesaria para que se cobre con el aumento en septiembre. En el sector privado el mínimo será de 500 pesos, ya que también deberá pagar los 50 pesos no remunerativos.
–¿Como siguen las negociaciones en el Consejo del Salario?
–Ahora vamos por más. Vamos a discutir las asignaciones familiares, para llevarlas a 130 pesos. Si bien no son facultades del Consejo, nosotros lo planteamos como una necesidad porque queremos hacer desaparecer las escalas que existen y también los topes, porque eso es discriminatorio. Además queremos un aumento salarial para el sector privado por la pérdida del poder adquisitivo, aunque todavía no evaluamos el monto.
–¿Cuánto pesó en el Consejo la intervención de Kirchner, diciendo que para él el mínimo debería estar en 450 pesos?
–Fue un mensaje más a los empresarios que a nosotros. Ellos querían llevar el mínimo a 400 pesos solamente, incluyendo los 50 no remunerativos. Ellos se mostraron intransigentes.
–Los empresarios seguramente dirán que defendían sus intereses.
–Pero con su actitud se corría el peligro de no cobrarse el aumento. Ahora viene el turno de hablar de la generación de empleo, que es una parte que a ellos también les toca. Hay que poner énfasis en obras públicas y construcción de viviendas para que los trabajadores, en vez de cortar calles, corten la cinta de apertura de fábricas.
–No todos están conformes con lo resuelto en el Consejo.
–Nosotros como la CTA pedimos 730 pesos de mínimo. Diferíamos en la forma que se llega a esos 730. Cuando salieron los 350 anteriores, ATE (los estatales nucleados en la CTA) aplaudió. Ahora parece que no es así. Pero creo que es un tema mediático. Habría que preguntarle cuántos trabajadores de CTA ganan más de 450 pesos.
–Tampoco todos los empresarios apoyaron.
–Hubo quien se abstuvo, como Carlos Heller (CEEN), porque consideró “insuficiente” el aumento. La verdad, Heller hubiese dado un aumento en su actividad. Esa hubiera sido una actitud responsable, y no lo que hizo.
–Si usted dice que la CGT quería 730 de mínimo, entiendo que durante los 4 años que funcionará el Consejo van a pedir más aumento.
–Sí, con los 450 pesos no nos quedamos conformes. Nuestra meta son los 730 pesos. Pero de acuerdo a la evolución de la inflación, podemos llegar a modificar esa cifra por 800 pesos o más...
–¿Tiene temor a una estampida inflacionaria?
–En este país... Nosotros exigimos una responsabilidad empresaria. Y una forma de evitar que este aumento impacte en la canasta familiar es modificar el IVA de productos básicos.
–Ahora que se logró el aumento, ¿la CGT se parte o seguirá unificada?
–El vedettismo está confundiendo a Susana Rueda. Pero eso no va a alterar la unidad de la CGT, que está más consolidada que nunca. Ella no quiso estar en el Consejo del Salario y después se arrepintió. Ella pertenece a un gremio, el de Sanidad, que aceptó la política de flexibilización laboral de Erman González, la ley Banelco. Que ahora no nos venga a apurar.
–Hay un cuestionamiento subterráneo por la presencia en el Consejo del Salario de Luis Barrionuevo, un enemigo declarado del Gobierno.
–Nosotros decidimos que esté, más allá de que formalmente no asistió a las reuniones del Consejo. A Barrionuevo lo ponen como el malo de la película, como si fuera responsable de todo lo que le pasó a la República. Pero ni el Gobierno puede opinar del tema, porque es una decisión exclusivamente nuestra, ni Rueda, quien, insisto, estuvo en un gremio que apoyó todas las flexibilizaciones de este país.

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