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“Los que no quieren a Cristina que vengan y lo digan”, desafió Solá

En Gobierno se llamaron a silencio. Pero el gobernador lanzó el desafío y los hiperduhaldistas insistieron con Chiche.

 Por Diego Schurman

Felipe Solá desafió ayer al duhaldismo a manifestar públicamente su oposición a la candidatura de Cristina Kirchner. “Los que no quieren a Cristina que vengan y que lo digan”, dijo el gobernador ante las dificultades que presenta la interna del peronismo bonaerense. Nadie le contestó directamente al mandatario provincial. Sin embargo, la senadora duhaldista Mabel Müller hizo algo parecido: reiteró que existe un 80 por ciento de posibilidades de que su amiga Hilda “Chiche” Duhalde se convierta en candidata.
Solá buscó delimitar con claridad entre quienes apoyan su proyecto y los que se oponen. Ese era el propósito de una solicitada firmada por 61 intendentes y que finalmente no se publicó por decisión de Néstor Kirchner. En la Casa de Gobierno entendieron que no era la ocasión propicia, ya que Alberto Fernández y Eduardo Duhalde se prometieron telefónicamente seguir con la ronda de conversaciones para llegar a un entendimiento.
El hermetismo del jefe de Gabinete y el ex presidente no deja ver por ahora la evolución de esas tratativas. Y alimenta un teléfono descompuesto que ya promovió versiones contradictorias de ambos lados. Sin embargo, en las últimas horas parecieron homogeneizarse las posturas: el kirchnerismo, por orden del Presidente, apeló a un prudente silencio, mientras que el duhaldismo volvió a blandir la posible candidatura de Chiche.
“Hasta el primero de julio tenemos tiempo para decidir, no vamos a ceder a las presiones de nadie, ni siquiera a las de Bush”, graficó ante Página/12 el diputado hiperduhaldista Daniel Basile. Hasta la visita que Alfredo Atanasof realizó ayer al papa Benedicto XVI se buscó entrelazarla con la pelea. El viaje del diputado y ex funcionario fue planteado en su entorno como una “visita duhaldista”.
El mensaje que se quiere desde la vereda del ex presidente es evidente: donde Kirchner muestra distancia, Duhalde refleja cercanía. Los últimos ejemplos son sus encuentros con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el arzobispo Jorge Bergoglio.
En este marco, Solá sintió ayer la necesidad de poner blanco sobre negro quién está jugando para el proyecto del Presidente, y el suyo propio, y quién no. “Yo como gobernador tengo que pedir apoyo hasta el 2007 y lo lógico es que quienes tienen la intención de apoyar al gobierno del presidente Kirchner deben hacerlo de manera plenamente abierta y no andar con subterfugios o mezclando las cosas, porque actuamos apoyando al Gobierno o en contra, no veo posiciones intermedias”, dijo.
El gobernador consideró, además, que la falta de resolución de la interna, más que una cuestión de tiempo es de tema de voluntades. Sin embargo, evitó opinar si es Duhalde el que no tiene esa voluntad porque no quiere “juzgar conductas”, sino que prefiere “juzgar los hechos”. “Yo –concluyó Solá– quiero que nuestros candidatos sean encabezados por Cristina Kirchner porque es la más representativa y porque hay 61 intendentes dispuestos a firmar lo que fuera necesario para avalar esa candidatura.”

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El conurbano está empapelado con afiches en respaldo a Chiche.
 
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