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No es el fin de nada, más bien es el comienzo de la confrontación entre las tropas de Néstor Kirchner y las que quedan del ex Eduardo Duhalde. Un día después de que el Presidente confirmara a Página/12 que no había vuelta atrás en su relación con el viejo caudillo, ambos contendientes terminaron de armar a sus campeones: Kirchner dispuso que el ministro de Defensa, José Pampuro, fuera el acompañante de Cristina Fernández en la boleta de aspirantes a senadores y participe del acto de lanzamiento que hoy realizará en La Plata. Duhalde el sábado hará lo propio con la fórmula Chiche Duhalde-José María Díaz Bancalari, en la quinta de San Vicente. Ahora que ambos dirigentes cruzaron su Rubicón, la campaña comenzará no sin temores. “Habría que fijar reglas de juego para que no haya desbordes”, dijo anoche a este diario un importante ingeniero electoral de la Casa Rosada.
Hasta la semana pasada, Kirchner permitía que sus lugartenientes más propensos a negociar, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el asesor presidencial Juan Carlos Mazzón siguiesen las tratativas con los trujimanes del hombre de Lomas de Zamora, poco convencido de un final consensuado. Sin embargo, a mediados de semana casi se logra el prodigio cuando acordaron la conformación conjunta –60 por ciento para Duhalde y 40 para el gobernador Felipe Solá– de las listas de legisladores provinciales. El titular de la bancada oficialista de Diputados, Díaz Bancalari, había recibido la instrucción del propio Duhalde de cerrar las nóminas y de proponer sus hombres, cuatro, para la lista de diputados nacionales. Uno de ellos era el titular de la Anses, Sergio Massa –que ahora está en la nómina de Kirchner (ver página 2)– y otro Jorge Villaverde. Pero intempestivamente el ex presidente hizo una jugada que lo llevaría a la ruptura indefectible: cambió las reglas pidiendo la cabeza de la lista de diputados nacionales más ocho cargos más y el segundo en la boleta de senadores.
“Vieron; yo les dije que con estos no se podía”, recriminó el Presidente a sus negociadores. Anteayer, en declaraciones exclusivas a Página/12, y luego de que Alberto Fernández y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, dieran casi todo por clausurado en sendos reportajes, Kirchner dinamitó los puentes para impedir cualquier vuelta atrás: “No se puede ser oficialismo y oposición a la vez”, dijo el Presidente.
Ayer, junto a sus centuriones más cercanos, terminó de cincelar las nóminas de aspirantes a diputados (ver página 2). También develó la incógnita sobre quien irá en el sidecar de CFK. Tal como había adelantado este diario meses atrás, Pampuro fue el elegido. El ministro de Defensa atesora una intensa tarea junto al patagónico: cuando Duhalde ocupaba la Presidencia y habían caído sus opciones para enfrentar a Carlos Menem en las elecciones de 2003, Pampuro fue el primer funcionario de aquel gobierno en proponer al entonces gobernador de Santa Cruz. Tras el triunfo, Kirchner lo designó en Defensa, una cartera muy sensible. Durante su gestión, siguiendo las instrucciones del Presidente, la cúpula de las Fuerzas Armadas fue pasada a retiro, la Armada efectuó un histórico mea culpa sobre lo actuado durante el terrorismo de Estado, la ESMA fue cedida para construir un Museo de la Memoria, se descolgaron los retratos de Jorge Videla y Reynaldo Bignone de las galerías del Colegio Militar de la Nación, fueron declaradas inconstitucionales las leyes de impunidad y cientos de represores militares fueron a dar a la cárcel.
La presidenta del PAMI, Graciela Ocaña, será candidata a senadora suplente. También ella estará hoy en el acto que se realizará en el Teatro Argentino de La Plata, un marco que se prenuncia imponente para el lanzamiento de las candidaturas. Allí estarán, además del Presidente y el gobernador bonaerense, los gabinetes de ambos, unos doce gobernadores, aproximadamente 70 intendentes de la provincia, legisladores nacionales y provinciales, dirigentes políticos y sociales.
Mausoleo
Apegados a la liturgia y a la carga simbólica que para su tropa tiene ahora, Duhalde decidió que la presentación en sociedad de la fórmula Chiche-Díaz Bancalari se realice el sábado en la quinta de San Vicente que fuera de Juan Domingo Perón, donde se realiza la construcción del Mausoleo justicialista. La obra es financiada por un flamante miembro de su lista de diputados, el empresario y novel propietario del canal de TV América, Francisco De Narvaez.
El caudillo de Lomas incorporó a Jorge Sarghini a su lista de diputados que encabezará Jorge Villaverde. Sarghini renunció ayer a la presidencia del Banco Provincia para sumarse a la batalla electoral, de común acuerdo con Solá. El gobernador, sin embargo, tras la defección del titular del Bapro pidió la renuncia a otros tres directores de lealtad al ex mandatario. Al igual que lo que ocurrirá en la bancada de diputados nacionales del PJ (ver aparte), esta confrontación contará con más bajas. Por ahora se están produciendo en el bando con cuarteles generales en el sur del Conurbano.
“Ahora se viene una etapa brava –conjeturaba anoche ante este reportero un estratega presidencial con despacho en el primer piso de la Casa Rosada–. Habrá que poner reglas de juego para que no salgamos, ni unos ni otros, malheridos. Una cosa es que le digamos que son el aparato, la vieja política, etcétera y ellos nos acusen de foráneos, de que venimos a invadir la provincia, etcétera. Hasta ahí es tolerable. Pero no sería bueno que elevemos los decibeles. Hay que cuidar a Cristina y ellos deben quedar más o menos para encarar el 24 de octubre (el día después de las elecciones).”
Así como Julio César lanzó su convocado alea jacta est (“la suerte está echada”) a su regreso de las Galias camino a Roma, Kirchner y Duhalde comenzaron a caminar un sendero sin retorno. La estrategia del Presidente guarda lógica con su necesidad de terminar con el poder del duhaldismo de una vez por todas. La de Duhalde, con una derrota honrosa.
Esto acaba de empezar.