EL PAíS › RODRIGUEZ SAA DIJO QUE PODRIAN COMETER UN MAGNICIDIO CONTRA EL O CONTRA NESTOR KIRCHNER

“Los que integran el Pacto de Olivos son mafiosos”

El ex presidente, que encabeza las encuestas de opinión, dice tener información sobre posibles atentados. Sostiene que Menem dijo de él: “A éste hay que matarlo”. Carga contra Duhalde, Carrió, Reutemann y De la Sota. Podría competir en la interna del PJ.

 Por Sergio Moreno

Habla despacio. Se pone fichas y surge su vehemencia, se entusiasma y comienza a modular las palabras más pausadamente. Se quita el saco, se para, da vueltas alrededor de la mesa. Aclara: “No me enojo, me apasiono”. Adolfo Rodríguez Saá, de incógnito en Buenos Aires, recibe a Página/12 en un hotel céntrico con la sonrisa que supo hacer conocer al país en sus siete días a cargo de la Presidencia. “Voy a ganar las elecciones, voy a ser presidente”, repite una y otra vez. En la entrevista no ahorra adjetivos para sus enemigos, a la sazón la mayoría de la dirigencia del PJ. El vitriolo que derrama tiene preferencias, Carlos Menem y Eduardo Duhalde. También tiene palos para Elisa Carrió, la “defensora vedette del Pacto de Olivos en la Constituyente” del ‘94. Se pone serio. Habla de posibles asesinatos. Dice que conoce una conversación de Menem, reciente, en la que el riojano afirmó, viendo una encuesta en la que el puntano iba primero: “A éste hay que matarlo”. Cuando uno cree que utiliza la anécdota como una chicana, Rodríguez Saá dobla la apuesta: “Tengo información sobre que hay sectores que podrían estar organizando un magnicidio cuyas posibles víctimas podríamos ser yo o el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner”. Rodríguez Saá no compartió dicha información con el autor de este reportaje.
–¿Qué vio Reutemann para decidir su defección?
–Se conjetura que vio una interna sucia. Es cómico. Todo el país sabe que Carlos Reutemann es el presidente del Congreso Nacional del PJ, si es que el presidente Duhalde no mintió cuando dijo que él renunciaba a su titularidad. El Congreso es el organismo que debe garantizar la limpieza de la interna y quien debe nombrar a la junta electoral. Entonces, si es el presidente del organismo que debe controlar la interna sospecha que la interna tiene un tufillo de sucio, y no puede garantizarse su propia interna, ¿cómo va a garantizarme una interna limpia y justa a mí, que soy por su voluntad, su adversario? Porque de Menem es amigo. A Menem le va a garantizar la interna, ¿y a mi quién me la garantiza? Entonces, creo que no es serio lo que dice. No tiene voluntad, no se anima a ser presidente.
–¿No cree que pueda haber una campaña sucia?
–Claro que puede haber una campaña sucia. Duhalde puede decir que lo apoya y, después, no apoyarlo...
–¿Cómo son las campañas sucias?
–Supongo que son estas operaciones que suelen hacer en la prensa, u organizando hechos y actos de violencia...
–¿Saqueos?
–Saqueos o agresiones físicas. Pueden llegar al magnicidio. Yo tengo información de que el doctor Carlos Menem mirando una encuesta, en la que yo estaba primero, dijo: “A éste hay que matarlo”. Supongo que lo dijo en sentido figurado. Ahora, habría que ver delante de qué gurkha lo dijo. Lo cierto es que tengo información sobre que hay sectores que podrían estar organizando un magnicidio cuyas posibles víctimas podríamos ser yo o el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner. Esto es grave.
–¿Qué información?
–Información. Punto.
–¿Qué recaudos tomó?
–He tomado recaudos, pero en la Argentina no tenemos garantías. A mi como ex presidente de la Nación me debe custodiar la Policía Federal; sin embargo, la policía me retiró la custodia antes de dejar la Presidencia, horas después de Chapadmalal.
–Usted teme una agresión desde las filas de Menem, pero estuvo reunido con él hace apenas unos meses.
–Estuve reunido con el gobernador Angel Mazza, en su casa de La Rioja, y llegó el ex presidente Menem. Yo, persona educada, no puedo levantarme de la mesa y hacer un desaire. Lo que estoy contando de la encuesta y de su frase es un echo posterior.
–¿Qué habló con Menem en esa reunión?
–Se criticó duramente al gobierno de Duhalde. No hubo conversaciones sobre la interna justicialista.
–Además de estas cuestiones de internas, puede que Reutemann haya visto también un escenario nacional de catástrofe, de ingobernabilidad...
–Lógico. Pero quienes aspiran a ser presidente deben saber que van a tomar un país en el estado más calamitoso de su historia y que la tarea es justamente reconstruirlo. Yo propongo, por eso, refundar la república, transitar un nuevo camino, cambiar absolutamente todo, toda la legislación de la Argentina...
–Le va a hacer falta masa crítica, una gran cantidad de votos.
–Creo que la única esperanza que tiene la Argentina es que a través del voto se le otorgue al próximo presidente el poder suficiente para hacer los cambios que reclama la mayoría de la gente. Por eso hay que convocar a elecciones para todos los cargos nacionales, provinciales y municipales.
–Aparentemente, eso no va a ocurrir.
–Esto depende de un acto legal, voluntario, de los dirigentes que ejercen el poder. Sabemos que el Parlamento argentino no quiere mirar la realidad. Pero no pierdo las esperanzas de que apruebe una ley de caducidad de todos los mandatos. Si hay voluntad hay formas. Y creo que la gran tarea es refundar a la Argentina: acá hay que eliminar la corrupción estructural, hay que saber por qué nos obligan a pagar una deuda cuyo monto nadie conoce: cuando Menem asumió el gobierno heredó una deuda del orden de los 70 mil millones de dólares; durante la década del ‘90, en el gobierno de Menem, se pagaron 14 mil millones promedio por año, en total 140 mil millones; entonces, ¿cómo puede ser que haya duplicado la deuda cuando pagamos el doble de lo que debíamos? Se trata de un tremendo negociado, donde algunos vivos dicen que debemos lo que no sabemos si debemos o no, negocian y renegocian y cobran comisiones. Eso le cabe a Menem y a De la Rúa. Y a este Gobierno que lo tapa y no deja estudiarlo.
–¿Lo llamó Duhalde?
–Nunca. No me llama porque representa al Pacto de Olivos, segunda parte. Con Menem, sostienen la corrupción estructural en la Argentina. Duhalde va a pactar primero con Menem. Conmigo no porque yo nunca pactaría ni con Duhalde ni con Menem. Si soy presidente voy a aniquilar todo vestigio de corrupción menemista o del Pacto de Olivos en el país.
–¿Va a participar en la interna del PJ o va a competir por afuera?
–Voy a ser el candidato del peronismo. Si el PJ me permite participar en la interna con garantías de legalidad, voy a participar.
–¿Qué garantías deberían darle?
–Las mismas que tenía Menem cuando Cafiero era el presidente del partido. Ahora Menem es el presidente del partido y yo soy en candidato. Necesito tener lo mismo que tuvo él: la junta electoral, los presidente de mesa, su funcionamiento en forma equilibrada entre todos los candidatos.
–¿Qué es Menem hoy?
–Es el representante más emblemático del pasado y del establishment argentino. Y como el establishment no consigue un candidato, es probable que juegue con el abanderado de su causa que es Menem. Y es una infinita minoría en este país, porque el pueblo argentino quiere un cambio. Por eso, yo voy a ser el próximo presidente de la Argentina.
–Si usted va por afuera, el PJ tendrá también su candidato y se dividirán los votos peronistas, favoreciendo las chances de Elisa Carrió.
–O no. Cuando Herminio Iglesias compitió contra Cafiero, todo el voto del peronismo se fue con Cafiero a pesar de que Herminio era el candidato del PJ. Ahora los Hermino Iglesia son Menem, Duhalde, Carrió. Y el pueblo argentino va a votar por el cambio, va a votar en contra de la dolarización, va a votar por una moneda fuerte, por quienes sepan construir, hacer, por quienes hayan sido exitosos en la gestión, por un cambio profundo, para refundar la Argentina, va a votar por los derechos humanos, en contra de la exclusión, de la desocupación. Creo que voy a representar todo esto. Y seré honrado en el manejo de la cosa pública.
–Usted acusa a Carrió de formar parte del Pacto de Olivos.
–Ella dijo en el programa de Luis Majul que me iba a iniciar un juicio, y no me lo inició. Porque no puede, porque sabe que fue la estrella, la vedette, la ídola del Pacto de Olivos. Está complicada en el Parlamento nacional en todas las sanciones que han llevado al desastre a la Argentina, participando y votando...
–Bueno, la verdad es que la coalición peronista-radical era suficiente para sacar las leyes. Ella bajó al recinto para fijar posición, pero nunca dio quórum hasta que lo formaban los otros.
–¿Por qué partido fue electa? Por la UCR, de la cual aun forma parte. Ella forma parte de esa alianza, con matices, con un discurso más progresista, más crítico, pero más fanático, fundamentalista. Parece la delegada de la Virgen María en la Argentina. Ella es la dueña de la moral, de la ética, de la vida....
–Su paso por la Presidencia lo alejó radicalmente del resto del peronismo.
–No, me acercó al peronismo, me alejó de la dirigencia del Pacto de Olivos. Si yo tengo a todos los dirigentes del partido en contra, ¿por qué estoy primero en todas las encuestas? Estoy primero porque represento y defiendo los intereses del pueblo argentino. No es que me alejé del peronismo, los dirigentes se alejaron de mí. Pero hice lo que habían conversado conmigo antes de que asumí. ¿Usted cree que yo hubiese podido tomar la medida de la deuda externa (declarar el no pago) si no lo hubiera conversado antes con ellos? Lo conversamos todos los gobernadores en el CFI. ¿Usted cree que lo de la tercer moneda es un invento mío? Era un tema conversado. Aunque con algunos discrepábamos: José Manuel de la Sota y Carlos Ruckauf planteaban devaluación y pesificación. Pero el resto estábamos de acuerdo con el plan tal como lo hicimos. ¿Por qué se alejaron? Porque yo planteé un presupuesto sin corrupción y muchos dirigentes viven financiados por esa corrupción estructural.
–Ya que lo nombró, ¿qué chances le ve a De la Sota en la interna del PJ?
–Quien dirige la campaña de De la Sota es Luis Barrionuevo, que está armando un consenso de gobernadores para llevar la fórmula De la Sota-Juan Carlos Romero. Entonces, no me digan a mí que lo del Pacto de Olivos es un invento mío. ¿Quién fue el operador del Pacto de Olivos?: Luis Barrionuevo con el Coti Nosiglia.
–Uno de los hombres que más lo apoyó a usted en aquel acto de la CGT fue, precisamente, Luis Barrionuevo.
–No me apoyó: Barrionuevo estaba en el acto y me aplaudió. También en el Congreso me aplaudieron. Pero eso es su doble discurso: en público me aplauden y por atrás hacen otra cosa.
–El próximo gobierno también será de transición.
–Será de reconstrucción nacional, debe ser un gobierno revolucionario. Debe tener es respaldo del pueblo. En la próxima elección el voto debe llevar implícito la mística revolucionaria del 17 de Octubre. En la elección de octubre pasado, el voto llevaba la mística de la protesta, el voto-bronca. ¿Por qué no cambiar? ¿Por el capricho de unos pocos que nos han gobernado mal y quieren seguir gobernando? En San Luis, durante 18 años, hicimos las cosas al revés de lo que se hizo en la Nación y aquello fue un éxito y la Argentina es un fracaso. Durante siete días en la Presidencia de la Nación hice cosas diferentes; ¿O no estuvo bien recibir a las madres de Plaza de Mayo? ¿O no estuvo bien incluir a los excluidos?
–¿Rescata a algún dirigente peronista?
–Sí, a miles, pero no tienen chapa. Porque los que tienen chapa, diputados, gobernadores, senadores, están todos comprometidos con el Pacto de Olivos. Le doy vuelta la pregunta: ¿cómo puede ser que el peronismo no haya un dirigente importante que me apoye? Cuando el pueblo dice “que se vayan todos” está diciendo “que se vayan todos los que hicieron este desastre nacional”.
–¿Duhalde llega a marzo?
–Es muy difícil.
–¿Cree que se puede producir algún episodio de violencia?
–Creo que habrá muchas protestas sociales y que Duhalde es capaz de reprimir violentamente para justificar su inoperancia y su fracaso como gobernante.
–¿Pero no cree que es al revés, que si reprimiese su gobierno caería como una breva? Casi ocurre tras la masacre de Avellaneda...
–Sí, pero tiene mentalidad represora.
–El ministro de Justicia y Seguridad, Juan José Alvarez, se opone a la represión. Alvarez también fue ministro suyo.
–Sí, que designé por pedido Ruckauf. A mí me pareció que no estaba mal y lo designé. Creo que Alvarez tiene un perfil en alguna medida represor que no creo que sea bueno para ministro de Justicia.
–Reutemann dijo la semana pasada que teme represalias.
–No conozco lo que le pueden hacer a Reutemann pero estaría muy mal que se lo hagan, a él o a cualquiera. El Pacto de Olivos es la mafia de la corrupción en la Argentina, y todos los que la integran son mafiosos.
–¿Por eso lo atacan?
–El establishment porteño me ataca o me ninguna a través de sus medios, de sus diarios nacionales, que no son Página/12. No me nombran en ninguna nota, excepto cuando deben publicar encuestas: ahí voy primero o segundo a uno o dos puntos. Dicen que les preguntan a todos los candidatos y no consultan a quien va primero, ¡y le dan siete páginas al que va cuarto! Creo que como el establishment porteño con algunos medios de prensa son el sostén de este estado calamitoso de la Argentina, la gente está haciendo lo contrario de lo que ellos dicen. Estar fuera del sistema, como ellos me ponen, me beneficia.
–Entonces, ¿por qué no va por adentro del PJ?
–Voy a ir por adentro, pero voy a pedir que se convoque al Congreso del PJ y que los candidatos propongamos nuestros programas de gobierno. Yo voy a proponer un programa peronista, a favor del pueblo. Si el Congreso aprueba un programa peronista, sea el mío o de otro, iré por adentro. Pero si aprueba un programa que propone la dolarización de la economía, que es la entrega del patrimonio nacional, entonces iré por afuera. Si ello ocurre, nos presentaremos para competir para ver quién lleva adelante ese programa.
–La historia demuestra que las plataformas partidarias preelectorales son letra muerta después de las elecciones.
–Estoy de acuerdo en el caso de ellos, del Pacto de Olivos, de una generación de fracasados que han hecho del doble discurso la forma de gobernar. No es mi caso: yo siempre cumplí lo que prometí.
–¿Y si no aprueban el programa?
–Si aprueban la dolarización, o el cambio de deuda externa por soberanía nacional, yo voy a estar por fuera de ese programa. Pero no voy a dejar de ser peronista: porque voy a llevar un programa peronista, las banderas del peronismo y, creo, voy a ganar las elecciones.

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El puntano Adolfo Rodríguez Saá está convencido de que va a ser el próximo presidente de la Argentina.
 
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