“Es necesario saber si los grupos que intentan desestabilizar el proceso de justicia tienen un vínculo con las instituciones de la democracia. El Gobierno no puede permitir que militares y policías represores sigan siendo parte de las instituciones del Estado”, señala el documento de los organismos de derechos humanos presentado ayer sobre la situación desatada por el secuestro de Gerez y la desaparición de Julio López. También destacaron la firmeza y la rapidez del discurso del presidente Néstor Kirchner, y acusan a los que dudan sobre la gravedad de los secuestros.

En la pequeña sala de conferencias que tienen las madres en su local a unas cuadras de la Plaza de Mayo, fue Marta Vázquez, de la organización anfitriona, la primera que tomó la palabra antes de la lectura del documento. Resaltó “el momento difícil que estamos pasando. Nos pareció que aparte de expresar nuestra solidaridad frente a lo que sucede, también tenemos la necesidad de exigir respuestas”. En la mesa la acompañaban Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, Mabel Gutiérrez, de Familiares, y representantes de las agrupaciones Herman@s e Hijos.

A su turno, Carlotto explicó que frente a los hechos que venían sucediendo, los organismos “habían decidido agruparse unánimemente ante la necesidad de no retroceder en la demanda de verdad y justicia”. Y haciendo referencia a los autores de los secuestros, agregó que “esto es el resabio (de la dictadura), no son muchos, trabajan día y noche, son la mafia. Y yo lo sé porque intentaron matarme”, recordando el atentado en el que balearon el frente de su casa hace cuatro años. Esta situación es la que más preocupa a las organizaciones, aunque al terminar la conferencia, Mabel Gutiérrez, de Familiares, remarcó que “ningún testigo se ha echado atrás, y ésta es la mejor respuesta que se le puede dar a la derecha, que siente cada vez más que está perdiendo la impunidad que la protegía”.

El discurso por cadena nacional que dio el presidente Néstor Kirchner por el secuestro de Gerez fue bien recibido por los organismos, que entendieron que “el Presidente tuvo una actitud firme y clara: quienes pretenden sembrar el miedo y paralizar la Justicia se están levantando contra el estado de derecho. No se trata de un gobierno sino de la democracia. Por ello es imposible negociar o realizar concesiones, porque no se puede tener una democracia si se perdona a los criminales”.

También le dedicaron un párrafo destacado a las declaraciones de políticos como el ex presidente Carlos Menem, quienes pusieron en duda la veracidad del secuestro de Gerez, al sostener que “hay sectores políticos que pretenden sembrar dudas sobre los hechos y piden investigar a las víctimas. No nos extraña que los mismos que dudan sobre la gravedad de lo sucedido sean también los que intentan bloquear el avance de la Justicia y demandan amnistía y reconciliación”. La presidenta de Abuelas agregó después que “hay algunos a los que les debería dar vergüenza hablar porque no tienen moral, deberían estar presos”.

A su vez, exhortaron a todas las fuerzas políticas y sociales a “estar a la altura de las circunstancias: deben entender que la justicia por los crímenes del terrorismo del Estado es una obligación y no un revanchismo”. Puntualizaron sobre el rechazo a una posible reconciliación de la sociedad por lo sucedido durante la dictadura por la “deuda que tienen las Fuerzas Armadas y de seguridad. Deben proporcionar toda la verdad de lo ocurrido con cada uno de los desaparecidos, ponerse a disposición de la Justicia para ser juzgados por sus crímenes y deben suministrar las listas de los niños apropiados y la identidad de sus apropiadores”.

En el documento hay dos frases que retumban dolorosamente y que Vázquez leyó con énfasis: “La aparición con vida de Julio López sigue siendo una demanda irrenunciable. Reclamamos al Presidente que actúe con la misma fuerza con que lo hizo en el caso de Luis Gerez”.

Informe: Julián Bruschtein.