EL PAíS › MARíA AMéRICA GONZáLEZ EXPLICA POR QUé VOTARá A FAVOR DEL PROYECTO

“Las AFJP financiaban a las grandes empresas con la plata de los jubilados”

La diputada del SI, especialista en temas previsionales, adelanta que apoya el proyecto que elimina las AFJP en general y pide algunos cambios para votarlo en particular. Sostiene que Elisa Carrió “perdió el juicio”.

 Por Miguel Jorquera

María América González afirmó que votará en general a favor del fin de las AFJP porque el sistema privado “es una estafa”. Aunque insiste en que esos fondos los tiene que administrar un ente público no estatal y con el control de jubilados y trabajadores. La abogada previsionalista y diputada de Solidaridad e Igualdad (SI) –que nuclea a los legisladores que rompieron con el ARI– desecha el reclamo de intangibilidad de esos recursos, propone como prioridad la recomposición de los haberes jubilatorios y reconoce que, con “garantías”, ese dinero puede financiar obras en educación y salud. También contestó duramente las acusaciones de Elisa Carrió. Dijo que Lilita “perdió el quicio” y que su “autoritarismo” no le permite ni disidencias ni encarar una construcción política colectiva. “Para poder hablar con ella hay que ser parte del séquito que la acompaña a misa y luego a desayunar.”

–¿Cuáles son los motivos por los que ha decidido apoyar el proyecto del Gobierno que elimina las AFJP?

–Fundamentalmente por la posibilidad de aprobarlo en general. Hay absoluto acuerdo en todo el bloque del SI con la eliminación del sistema privado de jubilaciones, que es una estafa. Se creó con el único fin de generar un mercado de capitales en detrimento de los jubilados y de los trabajadores, a los que les vaciaron las cajas dejándolos en un sistema residual en medio de este contexto económico y social. Ni siquiera George Bush lo pudo implementar en los Estados Unidos, se lo impidieron sus propios colaboradores sabiendo que iba al fracaso, pero igual lo impusieron en los países periféricos, especialmente en América latina. Nos usaron de chanchitos de Indias. Cuando nos opusimos a la privatización del sistema previsional dijimos que a 20 años vista se iba a dar el quiebre de esas instituciones y que íbamos a quedar con un sistema provisional totalmente desmantelado. Todo se aceleró y no fueron 20 sino 14 años.

–Pero ustedes también reclamaron cambios al proyecto...

–Dijimos que hay que cumplir con el artículo 14 bis de la Constitución. Que los fondos de seguridad social deben tener una autonomía económica y financiera y que los debe administrar un ente público, no estatal como debe ser la Anses. Igual que el PAMI, sin intervención, con la participación de los jubilados, trabajadores y el Estado, que es el organismo recaudador. También debe existir un control bicameral. ¿Usted me puede decir para qué sirve una comisión bicameral si luego se hace lo que dice el oficialismo...? Pero creo que debemos trabajar con todos los sectores para que ese control sea manejado por la oposición. Aunque hay una oposición que a lo único que apuesta es que todo salga mal.

–Varios bloques opositores reclaman la intangibilidad de esos recursos. ¿Usted está de acuerdo?

–Las AFJP financiaban a las grandes empresas con la plata de los jubilados. Nadie se puede sentar arriba de una caja con plata sin hacer nada para que su valor se mantenga. La prioridad tiene que ser la recomposición de los haberes de jubilados y pensionados. Después se puede hacer inversiones en el sector social: educación, salud y generación de empleo, caminos, etc. Pero deber hacerse con todas las garantías necesarias que el dinero regrese al fondo provisional.

–Usted conversó con el titular de la Anses, Amado Boudou, y con el bloque oficialista en la Cámara de Diputados. ¿Cree que el oficialismo concederá los cambios que le pidió?

–Tengo esperanza, aunque después de la decepción por la movilidad jubilatoria es como el que se quema con leche que cuando ve la vaca llora. Creo que a ellos, en el bloque kirchnerista, también les quedó claro con el paso de las organizaciones de jubilados y del ombusdman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, que son necesarios los controles sobre los fondos. Pero sería un gran error que quisieran sacar esta ley con sus propios votos para no hacer modificaciones necesarias, esperemos que no. Es sólo un primer paso, después habrá que discutir la reforma integral del sistema previsional. Si no lo hace el oficialismo, lo impulsaremos desde la oposición.

–¿Lo votaría igual si no hay cambios?

–Lo voto pero en general. No puedo hablar por el resto del bloque porque todavía no lo discutimos.

–¿Cómo habría que resolver el embargo que dispuso la Justicia de Estados Unidos sobre los fondos que las AFJP invirtieron allí?

–Es un reflejo de la actitud que los bancos han tomado aquí en la Argentina, donde los que se pierden el negocio van a hacer lobby para que eso no suceda. Esa plata es de los jubilados, no de las administradoras ni del Estado. Las AFJP tienen la responsabilidad de recuperar el dinero porque ellas solo son las administradoras de un fideicomiso. Y si se resuelve, como pedimos, que quien los administre en el futuro sea un ente público no estatal, los fondos deben volver a sus dueños.

–¿Qué le parecieron las declaraciones de Elisa Carrió cuando llamó al resto de la oposición a oponerse al proyecto y les reclamó a ustedes, los ex integrantes del ARI, que también lo hagan porque llegaron a ocupar las bancas por su legitimidad política?

–Lo que dijo es una falacia, pero se pasó del límite de la coherencia: nos llamó estafadores. Le podríamos hacer una querella, aunque por una razón de economía procesal no lo voy a hacer: no le voy a llevar a un juez un problema así porque esta mujer se salió de quicio. También habló de los nazis y el tren que parte a Varsovia. El tren a Varsovia pasó en el ’76 y habría que preguntarle a ella dónde se estaba tostando, maquillando y peinando que no dijo nada. Creo que se debe a su fuerte autoritarismo, nunca acepta opiniones diferentes y desecha cualquier construcción colectiva. Cuando todos estábamos en el ARI, nos habíamos reunido en el bloque y ella estaba sola en una habitación de al lado y le dijo a Eduardo Macaluse que nos avisara que ya no quería ser más diputada y que renunciaría a su banca. Ni siquiera dio la cara. Para poder hablar con ella hay que acompañarla a misa primero y luego ir a desayunar, o a comer pizza los martes o los miércoles por la noche. Yo desayuno con mis hijos y cuando termino de trabajar me voy a mi casa. Se trata de una lealtad mal entendida. Lo lamento porque en el ARI hay gente valiosa, aunque a los nuevos no los conozco. Yo llegué a la política de la mano de Chacho Alvarez y me fui del Frepaso. Y me fui del ARI porque no me voy a subordinar a nadie, menos a Carrió. Yo siempre dije lo que pensaba.

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Imagen: Sandra Cartasso
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