EL PAíS › OPINIóN

Un impacto democrático

 Por Claudio Lowy *

El humo es un impacto ambiental que nos afecta a todos en forma pareja y democrática; más gravemente a aquellos que por algún motivo tienen mayor sensibilidad. Aunque es cierto que los sectores sociales de mayor poder adquisitivo pueden defenderse mejor de sus efectos negativos.

Hay múltiples factores que convergen a que estemos padeciendo el humo:

- Razones culturales: el fuego es desde hace mucho una técnica de manejo de malezas en el sector rural. Con impactos positivos en el corto plazo, como el rebrote de pasto más apto para la ganadería, y negativos como la pérdida de la biodiversidad tanto de vegetales como de animales, tanto micro como macro flora y fauna, y los consecuentes impactos negativos en la degradación del suelo y la pérdida de su capacidad productiva. Cabe recordar que el uso del fuego como técnica de control de malezas no está legalmente prohibido ni regulado, más allá de la resolución provincial y de las autorizaciones administrativas tomadas en forma coyuntural.

- Razones económicas: la mayor rentabilidad del cultivo de la soja y la falta de políticas de incentivo a otras producciones generan la reconversión de pasturas para ganado a producción sojera. Esto hace que las vacas que pastaban en esos campos se deban trasladar a otro lado; ese otro lado disponible en Entre Ríos son las tierras de las islas; en las islas hay un ecosistema que no es eficiente como pastura; para transformarlo en eficiente es necesario sacarlo y reemplazarlo por pasturas. Lo que el productor y la gente de campo tiene más a mano, que más o menos conoce y es más barato, es el fuego.

- Razones políticas: el traslado de ganado a las islas incluye un proceso que tiene sentido económico si tiene una cierta envergadura. Es muy posible si se tiene acceso a tierras de las islas; el usufructo de grandes extensiones de tierra en las islas requiere de un poder y vinculaciones políticas que no parecieran estar al alcance de los productores en general.

- Razones climáticas: la humedad, la niebla y la escasez de vientos convergen para que el humo, generado en grandes cantidades por la coyuntura cultural, económica y política, no se eleve ni se disipe. Además, la orientación de los escasos vientos desplaza esos humos hacia los grandes centros urbanos y hacia las autopistas más importantes.

Si cualquiera de esos factores no estuviera presente, el humo no nos afectaría. En el corto plazo, cuando soplen vientos que disipen el humo, la sociedad y los medios dejarán de preocuparse por el tema, hasta que más adelante, eventualmente, vuelva a pasar.

El humo tiene un impacto inmediato, afecta a una gran cantidad de población, de una manera que no está adecuadamente evaluada, pero que seguramente incluye impactos en el bienestar de las personas, el daño a la salud, especialmente en las personas que tienen afecciones en las vías respiratorias, dolores de cabeza, suciedad en la ropa y en la infraestructura. Por supuesto, afecta la seguridad en el tránsito, lo que combinado con escasas prevenciones provoca los lamentables accidentes que hemos visto.

¿Se puede hacer algo? Sí, se pueden hacer cosas en forma inmediata y en forma preventiva.

- En forma inmediata: detectar los focos de incendio y tratar de apagarlos; las técnicas disponibles son múltiples para ello, pero dependen también de factores climáticos. Detectar cuáles son los campos donde más se genera el humo, vía satelital por ejemplo, identificar a los titulares de la actividad y actuar en consecuencia. ¿Qué es lo que pasa con esta propuesta? Si se reorienta viento y se lleva el humo, el tema desaparece de los medios, deja de tener relevancia social y política, y todo el esfuerzo fue en vano (políticamente hablando). Lo mismo si caen lluvias.

- En el mediano plazo: cambiar la cultura del uso del fuego como técnica de control de malezas y plagas; incentivar otras técnicas productivas; la valoración de la diversidad natural de los ecosistemas productivos; promover la diversidad productiva, tanto en lo que se produce como en las técnicas utilizadas para producirlas. Para ello son necesarias políticas públicas. Cada productor, por más grande que fuere, es responsable sólo de una fracción del humo, es decir, de una fracción del daño, cuya causa queda así diluida. No se puede esperar que cada productor se autocontrole y aplique técnicas adecuadas que a precios de mercado le causan perjuicios si no hay una política pública que integre y valore ese proceso y autocontrol.

Llama la atención que los mismos sectores sociales de la misma provincia que protestan justificadamente por el impacto ambiental de la pastera Botnia en Fray Bentos parecieran ser indiferentes ante el impacto ambiental que generan los incendios generados por productores en su provincia, que impactan en otras localidades, pero de su propio país.

Otros impactos ambientales generan también fuertes impactos sociales, que sin embargo no causan tanto impacto público y mediático. Por ejemplo, las inundaciones causadas por las ondas de crecida extraordinaria de los ríos. En estas inundaciones tienen cada vez mayor importancia lo que se hace aguas arriba de las cuencas: técnicas inadecuadas de cultivo, deforestaciones. Como sociedad, nos ocupamos menos de las inundaciones que del humo, porque la inundación ocurre mucho después de esas causas que las incentivan y mucho más lejos. Además, los afectados son mayoritariamente sectores sociales de bajo poder adquisitivo.

El impacto del humo, y de los problemas ambientales en general, ocurre en nuestra sociedad porque se privilegia la ganancia privada en dinero, en el corto plazo, sin considerar la relación con el bienestar de la gente. El Estado, que tiene la responsabilidad originaria de regular estas relaciones, no lo hace en forma adecuada; ni tampoco aplica políticas para prevenir estos impactos negativos.

Más allá de los daños y molestias del humo, y de la necesidad de resolverlo y prevenirlo, ésta es una oportunidad para replantear la relación con el sistema ambiental que nos rodea y contiene.

* Master en Desarrollo Humano Sostenible.

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