EL PAíS › EL TRABAJO SERá PARA EL CONGRESO

Contando los porotos

 Por Miguel Jorquera

El Congreso tuvo ayer un día agitado y con el oído puesto en el discurso presidencial. La propuesta de Cristina Fernández de Kirchner de enviar al Parlamento el proyecto de ley para discutir las retenciones móviles obligó a la oposición a modificar su estrategia frente al Gobierno y apaciguó el nerviosismo de varios legisladores kirchneristas. Después de marchas y contramarchas, la oposición fijó su posición a través de los senadores: volverán a pedir hoy la suspensión de la resolución 125 hasta que ambas cámaras se expidan sobre el proyecto, aunque la iniciativa del Ejecutivo ratifica la resolución y todas sus modificatorias. En tanto, senadores y diputados del Frente para la Victoria se preparaban para el debate que comenzará la semana que viene en tres comisiones de la Cámara baja y sacaba cuentas sobre su propia tropa y la de sus aliados. En el oficialismo confían que tendrán las manos suficientes para aprobar el proyecto del Gobierno, pero tampoco dejarán nada librado al azar.

Las mayores expectativas estaban puestas en el Senado. El vicepresidente Julio Cobos se había comprometido a presidir la sesión especial convocada por la oposición para pedir la suspensión de la resolución 125 “que les permitiría a los productores a comercializar la cosecha”, crear una mesa de diálogo y “exhortar” a ruralistas y transportistas a levantar las medidas de fuerza. El discurso presidencial cambió todo.

La oposición levantó la sesión y convocó a una conferencia de prensa para anunciar que hoy, antes de la sesión ordinaria, presentaría una iniciativa conjunta para suspender las subas en las retenciones a las exportaciones de granos y oleaginosas. Los portavoces de los 18 senadores opositores fueron Ernesto Sanz (UCR), María Eugenia Estenssoro (CC), los peronistas anti K Hilda “Chiche” Duhalde y Adolfo Rodríguez Saá; el cordobés juecista Carlos Rossi y el catamarqueño Oscar Castillo del concertador Frente Cívico y Social. Allí, todos coincidieron en pedirle al oficialismo que brindara “libertad de conciencia” a sus senadores para que “voten por sus provincias”.

El propio Cobos salió al cruce del planteo sobre la suspensión de la resolución 125 en otra rueda de prensa en el Senado. Afirmó que “pedir algo adicional es seguir planteando inconvenientes” para avanzar en una solución al conflicto, aunque dijo que todavía desconocía el proyecto oficial.

Ayer por la noche, Miguel Angel Pichetto encabezó una reunión del bloque de senadores oficialista para trazar una estrategia frente al reclamo opositor. El encuentro también sirvió para “contarle las costillas” al bloque. El kirchnerismo tiene 42 senadores sobre un total de 71 bancas, pero no cuentan como propios para esta batalla a los santafesinos Carlos Reutemann y Roxana Latorre. Aunque la vista también está puesta en otros senadores que plantearon divergencias a lo largo de todo el conflicto. Una lista que atraviesa varias provincias y que va desde el salteño Juan Carlos Romero, que abrió la provincia a la expansión de la frontera agropecuaria que impulsaron los cultivos de soja, hasta el kirchnerista cordobés Roberto Urquía, dueño de Aceitera Deheza y con fuertes intereses en la agroindustria sojera.

En Diputados, la mesa chica del bloque oficialista –Agustín Rossi, Patricia Farell y Carlos “Cuto” Moreno– discutía cómo instrumentar rápidamente el proyecto oficialista que ayer por la noche ingresó a la Cámara baja y que la semana que viene comenzará a discutirse en las comisiones legislativas de Agricultura y Presupuesto.

Igual que en el Senado, los diputados opositores habían llamado a sesionar por la derogación de la resolución 125, pero hubo sólo 49 legisladores y el debate en minoría se trasladó para después del discurso de CFK. Tras el anuncio, la oposición no volvió al recinto y suspendió las convocatorias realizadas para hoy y mañana.

El “conteo de porotos” también abarcó a los diputados oficialistas. Para el kirchnerismo un rápido recuento incluye entre los propios a los 129 legisladores del Frente para la Victoria, los radicales K, el Encuentro Social y Popular que reúne a socialistas y organizaciones sociales kirchneristas, el Frente Cívico y Social santiagueño y otro monobloques. Aunque reconocen que alinear a todos será “una trabajosa tarea”.

Los dos legisladores de Entre Ríos que responden al ex gobernador Jorge Busti no acompañarían la iniciativa, tampoco los cordobeses que responden al tánden Juan Schiaretti-Juan Manuel de la Sota. El gobernador de Córdoba ya instruyó a sus diputados Jorge Montoya y Beatriz Halak que “peleen por bajar las alícuotas de las retenciones consensuándolas con las entidades del sector agropecuario”. Y habrá una mayor resistencia de aquellos que viven en regiones rurales: “Tenemos que volver a nuestras casas”, fue uno de los argumentos que con más asiduidad se escucha de los diputados oficialistas en los pasillos del Congreso.

Entre los radicales K también hay divergencias. Varios evalúan como positivo el protagonismo que adquirió Cobos en “redimensionar” el rol del Congreso, mientras que otros afirman que hay que “analizar el proyecto” porque “las modificaciones que ya se hicieron muestran que hubo errores”.

De todas maneras el kirchnerismo no dejará nada librado al azar. Para eso contará –afirman– con el apoyo del Gobierno.

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