Seminarista de Pando. Mauricio Macri anunció a Federico Young como el que se ocuparía de Control Comunal, un área sensible con el antecedente del incendio en Cromañón. Página/12 reveló que el ex juez compartió dos seminarios con la activista pro represores Cecilia Pando. Tras escuchar a Pando tratar de terroristas a diversos funcionarios del gobierno nacional, Young afirmó que entre los terroristas “tenemos a uno que llegó al cargo máximo”, en referencia al entonces presidente Néstor Kirchner.

Quemá esas cartas. Young también expresó su pensamiento en diversas cartas de lectores en La Nación. Allí cuestionó a quienes “continúan revolviendo un solo lado de las heridas abiertas por el terrorismo subversivo” y le pidió a Kirchner que le explicara “donde están los otros 21 mil desaparecidos”. “No tenemos referencia de que Young defienda la dictadura militar”, aseguró la vicejefa Gabriela Michetti.

Al son de la cacerola. Young participó de los cacerolazos porteños durante el conflicto rural en 2008. Posee 1250 hectáreas en Chivilcoy, es vocal de la Asociación Rural de Chivilcoy, delegado de Carbap y presidente de la Estancia El Paye. Este diario informó que la web del Banco Central lo mostraba como “deudor irrecuperable”, que le rebotaron varios cheques de esa estancia y que sufrió dos embargos por cerca de 200 mil pesos.

Contratos patrióticos. Le dio cargos en la agencia a dos coroneles retirados, que figuran como tesorero y protesorero de su partido, en donde también milita el ex intendente de la dictadura en Pehuajó Diego Ibarbia. Uno de los contratados fue agente de la SIDE durante el menemismo y tenía una agencia de seguridad: Acecho S.A.

Ineficiencia. En 2008, la oposición porteña recibió un informe de Young donde asegura que hizo menos de la cuarta parte de las inspecciones que se hicieron en 2007.

Más contratos. El legislador Alejandro Rabinovich confrontó a Young a fines del 2008 con la designación de catorce gendarmes y militares retirados. Los organismos de derechos humanos señalaron que seis de ellos ocuparon cargos jerárquicos en el Ejército durante la dictadura, en muchos casos en lugares donde funcionaron centros clandestinos de detención. Young se limitó a responder que “no tenían antecedentes”.