EL PAíS › DESPUéS DEL 11-S SE CONECTARON LAS REDES

Apertura tras los atentados

 Por Rupert Cornwell *

La filtración masiva de cables diplomáticos de los Estados Unidos por parte de Wikileaks es, en parte, una consecuencia no deliberada de la decisión de compartir información entre las agencias de gobierno para impedir otros ataques terroristas como los del 11 de septiembre. Después de los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono hubo una certeza de que la información que podría haber frustrado los ataques no le había llegado a la gente correcta debido a las barreras que existen entre los departamentos y las batallas burocráticas que se libran también entre la CIA y el FBI.

La administración de George W. Bush ordenó una mayor concentración de la información, así como la expansión y la reorganización de la inteligencia fragmentada y de la comunidad de seguridad. La revisión también supuso un aumento de entre 500 y 600 mil personas con acceso a SIPRnet, la red usada por el Pentágono para transmitir información clasificada. Entre los más recientes usuarios de SIPRnet se encuentra el Departamento de Estado, que quería evitar los gastos de configurar una nueva red para su propio tráfico diplomático, según publicó el periódico The Washington Post.

Inevitablemente un acceso más amplio incrementó el riesgo de filtraciones, ya sea por accidente o porque deliberadamente lo hace alguien con rencor hacia el sistema. Lo segundo parece haber sucedido, si resulta ser como se denunció que la fuente de Wikileaks sería Bradley Manning, un analista de inteligencia del ejército, de 23 años y con base en Irak. A pesar de ser sólo un soldado, Manning tuvo acceso a SIPRnet y, por ende, a los 250 mil cables enviados desde y hacia las misiones diplomáticas. Recientemente degradado y pronto a recibir la baja, hay razones para desafectar a Manning. Antes de ser arrestado en mayo, el joven le escribió a un confidente cibernético que quería mostrar “cómo el primer mundo explota al tercero”.

El desafío actual para las autoridades es volver más seguro el sistema, pero sin levantar nuevamente las viejas barreras. En un primer movimiento, el Pentágono anunció que en el futuro dos personas estarán involucradas en la transferencia de una red secreta a una que no lo es. Con todo, las precauciones extra rara vez resultan en los efectos deseados.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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