EL PAíS › OCHO TOMAS EN QUILMES

“Hay una psicosis”

 Por Pedro Lipcovich

“Hace años, cuando un chico murió ahogado en este terreno, la empresa Finexcor dijo que no era su propiedad y no pagó indemnización: ahora que no vengan a decir que es de ellos”, argumentó una representante de las 500 familias ocupantes del predio que quién sabe si es de esa firma, en Quilmes. Hay por lo menos ocho predios ocupados en ese partido; en cuatro de ellos, según la intendencia, la ocupación es “preventiva”: vecinos del barrio se instalan para impedir que venga gente de afuera. Página/12 dialogó con vecinos de las tomas y con vecinos que se oponen a las tomas. “No aguantamos más: pagamos 1200 de alquiler por dos piecitas con baño compartido y hace décadas que estamos anotados en planes de vivienda que no llegan”, dicen los ocupantes. “Los que viven en los asentamientos que ya hay en el barrio, como no tienen escritura, se niegan a pagar servicios y no se pueden hacer mejoras; se desvaloriza nuestra propiedad, que es lo único que tenemos”, dicen los que se oponen. El intendente de Quilmes, Eduardo “Barba” Gutiérrez, anunció que, a partir de hoy, “funcionarios de la intendencia visitarán los predios ocupados para aconsejar a los vecinos dialogar y preservar la paz social”.

“Nosotros vamos a seguir aquí –dice la señora G. P., una de los cinco representantes de las 500 familias que ocupan el predio adyacente a Finexcor, en Montevideo entre Arroyo Las Piedras y Mosconi–. Yo hace veinte años que estoy anotada para vivienda. Hay más de 16 mil familias esperando: las viviendas no las construyeron o se las dieron a otros. Preferimos que nos den la tierra y construir nosotros. Nos dijeron que si no nos vamos nos van a sacar los salarios familiares y los planes sociales, que no vamos a poder trabajar más en la cooperativa de la Municipalidad. Somos todos del barrio; algunos son cartoneros, otros trabajan en el carro, en los planes, algunos son albañiles. Alquilamos: 1200 pesos, dos piezas con baño compartido.”

Una particularidad de la toma de Finexcor es que los habitantes de las casas próximas no se oponen, dado el abandono en que se hallaba el predio. “Cuando llegamos, el domingo, lo que había era monte y mugre; hasta perros muertos había. Limpiamos todo, quedó bien parejo, hicimos las calles como se debía... Disculpe lo de los perros muertos suena grosero, pero es verdad –explicó la representante–. No somos de ningún grupo político. Sí, vinieron a hacer política, pero los sacamos volando. Primero éramos 30, en tres horas éramos 200, ahora hay 500 familias. Acá era muy peligroso: robaban, violaban. Hace unos años acá murió un chico: había saltado el muro porque se le cayó la pelota y murió ahogado en un piletón lleno de agua. La madre le inició juicio al frigorífico, pero nunca le pudo ganar porque resultaba que no eran los dueños. Y es cierto: este lugar no tiene dueño.”

Una de las tomas que la intendencia considera “preventivas” es la del predio de Laprida y Blas Parera, que empezó el martes a medianoche. “Somos unos 50 –contó J. R., una de las ocupantes–, todos vecinos del barrio. Queremos cada uno nuestro pedacito de tierra y que no venga gente de afuera; no sabés qué gente puede llegar a venir. Somos gente de familia. Yo me quedé sin trabajo en octubre, tengo dos chicos, no tengo casa, a veces estoy con mis suegros, a veces con mi madre, no quiero vivir siempre de prestado. A la gente de las villas les dan oportunidades de tener una casa pero a los que somos de barrio no nos dan una casa que pudiéramos pagar.”

En cambio, S. L., vecina del mismo barrio, se manifestó contra la toma de Laprida y Blas Parera: “Ya hay en la zona varias intrusiones y es gente que, como no tiene escritura, no quiere pagar nada: yo estoy en una asociación vecinal y por eso no podemos hacer mejoras. Y se desvaloriza la propiedad. Yo vine a vivir acá hace muchos años: pagamos la cuotita del terreno, nos sacrificamos. No había servicios ni asfalto..., bueno, ahora tampoco hay asfalto en mi cuadra, pero llega hasta la esquina”.

Eduardo “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes, anunció que, a partir de hoy, “funcionarios de distintas áreas de la intendencia visitarán los predios ocupados, harán un relevamiento de todos los vecinos que estén en emergencia y los aconsejarán. Vamos a dialogar para evitar enfrentamientos y preservar la paz social”.

Gutiérrez admitió ante este diario que, en las ocupaciones quilmeñas, “cada caso es diferente”. Así, “en el caso de Finexcor, los vecinos ocuparon 15 hectáreas que la empresa no utiliza; hay unos piletones en desuso desde hace años, se puede hacer remediación del suelo. Procuramos dialogar con la empresa para que ponga ese terreno a disposición del municipio, pero hace falta tiempo. En cambio, en el frigorífico Penta, de Bernal (en Camino General Belgrano y Pasco), hay piletones funcionando, con sustancias químicas. Ese lugar no se puede habitar, imagínese un chico que se tira creyendo que es una pileta para bañarse”.

Según Gutiérrez, “hay en Quilmes cuatro ocupaciones reales y otras cuatro que son preventivas, más chicas: se trata de gente del barrio que ocupa el predio para impedir que vengan ocupantes de otros lugares. Es gente que estaría dispuesta a retirarse, pero se ha generado una especie de psicosis colectiva: ‘Hay que defender el barrio, lo quieren tomar...’”.

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