EL PAíS › HUBO OTROS DOS CASOS DE INTENTO DE LINCHAMIENTO A PRESUNTOS DELINCUENTES

La violencia que contagia violencia

Uno ocurrió en Rosario, donde un adolescente de 17 años fue atrapado y golpeado por los vecinos. Otro fue en Córdoba. Allí la víctima de la furia vecinal fue un hombre de 34 años. Ayer fue liberado el joven que recibió una paliza feroz el sábado en Palermo.

A los hechos de violencia llevados a cabo en los últimos días en distintos puntos del país por vecinos que aseguran “hacer justicia por mano propia”, se sumaron otros dos casos. Uno fue la violenta golpiza a un hombre de 34 años en la ciudad de Córdoba y otro, a un adolescente de 17, en la zona sur de Rosario. Ayer fue liberado el muchacho que el sábado fue víctima de la furia vecinal en Palermo tras haber intentado robar una cartera.

El lunes al mediodía, en el barrio Irupé de la ciudad de Córdoba, cuatro vecinos intentaron linchar a un hombre de 34 años que, al parecer, quiso robarle la mochila a una nena de 12. Pablo Pereyra, el padre de la chica, también participó del violento acto, “pero no era para matarlo”, trató de justificarse.

“Cuando volvía de hacer las compras veo que la tira. Primero pensé que la había chocado –con la moto–, después veo que era para quitarle la mochila. Ahí salgo corriendo y me le abalanzo, después empiezo a correr y lo agarramos a una cuadra y media, llamamos a la policía y los vecinos le destruyeron la moto”, indicó Pereyra, quien agregó que de encontrarse de nuevo en una situación similar “volvería a hacer lo mismo”.

“Lo golpeamos, pero no para matarlo. Después de que (los vecinos) se enteraran de que era mi hija lo querían matar, pero por suerte ya estaba arriba del patrullero, si no hubiésemos terminado todos presos”, afirmó el padre de la nena afectada y consideró que “en treinta días o menos lo van a largar con las leyes nuevas, roban y a la semana están libres”.

A las 22 del mismo día, en la zona sur de Rosario, un adolescente de 17 años también sufrió los golpes de varias personas, tras intentar robar el bolso de un peatón y ser advertido por varios conductores que circulaban por el lugar, en la calle Laprida al 4000. Allí mismo comenzó una golpiza que dejó al joven tendido en el piso.

La policía llegó minutos más tarde por un llamado al 911 y trasladó al joven al Hospital Municipal Roque Sáenz Peña. El adolescente quedó internado por lesiones leves en el tórax y el abdomen, aunque fuentes médicas aseguraron que se encuentra fuera de peligro. El caso está siendo investigado por la Comisaría 11 de la Unidad Regional 1 de esa ciudad.

Ayer se conoció la decisión del juez de Instrucción Gustavo Pierretti en la causa que involucra al joven que el sábado fue golpeado brutalmente en Palermo, cuando intentó robar un bolso, de liberar al detenido en el Hospital Fernández, donde se encontraba internado bajo custodia policial. Estaba detenido por el delito de “tentativa de hurto”, un delito excarcelable.

La decisión fue comunicada por el fiscal de Instrucción Marcelo Roma, quien señaló que “debido a la sensibilidad del caso”, se utilizará solamente la página web del Ministerio Público Fiscal para publicar información referida a la causa. Mientras tanto, la Justicia intenta identificar a los vecinos que lo agredieron, ya que podrían ser acusados por “lesiones leves”. Por este motivo, el fiscal Roma pidió el análisis de las cámaras de seguridad de distintos comercios de la zona donde ocurrió el hecho, en Charcas y Coronel Díaz.

El ladrón fue capturado el sábado a las 18.30 por vecinos, tras intentar robarle la cartera a una mujer, cuyos gritos escuchó Alfredo Malberti, el portero de un edificio que corrió en su búsqueda. Ayer, Malberti explicó: “Cuando lo agarré (la intención) era detenerlo para entregarlo a la policía. Después cuando se armó, que había tanta gente y le empiezan a pegar, era cubrirlo para que no lo maten”.

El encargado de edificio se encontraba tomando un café en un restaurante de Charcas y Guise cuando ocurrió el hecho. “El ya se sentía acorralado porque venía gente de un lado y del otro, entonces lo toco apenas y cae así como si fuera un escalón” y aseguró que lo agarró de una mano y le trabó la pierna. “Ahí fue cuando comenzaron a llegar vecinos que empezaron a patearle la cabeza” y a su entender “querían matarlo”, afirmó Malberti. “En ese momento yo lo único que trataba era de que no me peguen a mí y al muchacho” y agregó que le pidió al joven que pusiera la cara contra el piso, a lo que éste le respondió: “No me peguen más”.

Frente a un posible llamado del fiscal para identificar a los vecinos, el portero sostuvo: “Si me tiene que llamar el fiscal que me llame, yo en ese momento no estaba mirando la cara de todo el mundo”. “Una cosa es que se cometió un delito, pero se iba a cometer otro delito y el problema era si no era el pibe que salió corriendo”, señaló el portero. “Inseguridad hay en todas lados, ésta es una zona de mucho turismo. Si tomamos la justicia por nuestras manos vamos a volver al viejo oeste.”

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En Santa Fe, un cartel de los vecinos pretende legitimar el fenómeno aberrante del linchamiento.
 
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