ESPECTáCULOS › MATT GROENING HABLA DE LOS 15 AÑOS DE “LOS SIMPSONS”

“No pensamos en el público”

Este domingo, a las 20.30, por Fox, la familia de Homero Simpson inicia otra temporada. Su creador cuenta secretos del renovado éxito.

Homero y Bart se ponen el frac, mientras que Marge, Maggie y Lisa se estrenan resplandecientes vestidos de fiesta: Los Simpsons cumplen quince años y los festejos comienzan este domingo a las 20.30 por Fox. La nueva temporada –ya está confirmado que habrá al menos una más– arranca, como siempre, con un episodio dedicado al horror, en el que cualquier cosa puede pasar. Por ejemplo, que Homero se convierta en la mismísima Parca y que tenga en su lista a su amada Marge. Pero habrá más durante el año, como la presencia del premier británico Tony Blair, a quien la familia amarilla visitará en Inglaterra. “Nuestro desafío es continuar sorprendiendo a la gente”, asegura Matt Groening, creador de Los Simpsons. “Y tenemos un gran obstáculo, que es que los fanáticos del programa se acuerdan de sus episodios favoritos y se lo pasan comparándolos con los más nuevos. Es más difícil. Es definitivamente más difícil continuar sorprendiendo a la gente. Pero el programa continúa sorprendiéndome a mí, así que estoy contento. Es decir, lo que hemos tratado de hacer es no pensar demasiado en lo que quiere el público, sino simplemente intentar divertirnos entre nosotros. Y ése parece ser el secreto de nuestro éxito.”
–Un artículo publicado el año pasado en Psychology Today decía que los Simpsons eran la familia norteamericana típica. ¿Está de acuerdo?
–Nosotros no estamos tan mal (risas). Por lo general pienso en los Simpsons como una familia llevada al extremo. Por supuesto que son un grupo de gente que se ama entre sí y que se vuelve loca entre sí. Y pienso que hay ciertos aspectos exagerados de la familia que desarrollamos porque se trata de un dibujo animado y porque podemos hacerlo. Espero que haya muy pocas familias como los Simpsons en la vida real. Aunque los personajes tienen nombres de parientes míos –mi padre se llamaba Homero, tengo una hermana Lisa y una hermana Maggie–, mi familia no era muy parecida a los Simpsons. Un poco, pero no del todo.
–¿En algún momento nota que sus hijos tienen características de los niños Simpsons?
–Eso es lo peor. Cualquiera a quien le moleste Los Simpsons deberá sentirse contento de que mis propios hijos hayan usado el programa en mi contra (risas). El ejemplo clásico es que, en los viajes largos, mis hijos empiecen “¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos?”. Mis hijos pasaron por un período en el que creían que eso era hilarante y no paraban de hacerlo. Son muy insolentes y no sé de dónde sacaron eso. Mis dos hijos, Homer y Abe, son muy parecidos a Bart. Y estoy orgulloso de ello. También lo lamento, porque eso me hará cada día más parecido a Homero.
–¿Ha escrito algún episodio en los últimos tiempos?
–No muy recientemente. Agrego alguna broma aquí y allá. Soy uno de los escritores que se sientan alrededor de la gran mesa, me largo a hablar y me emociono cuando escriben algunos de mis chistes.
–Cuando ubican el programa en una cultura diferente a la estadounidense, ¿cómo investigan sobre esa cultura?
–Hemos hecho algunos experimentos. Cuando llevamos a los Simpsons a Australia decidimos que todo fuera erróneo, lo más erróneo posible. Muchos de nuestros mayores fans son australianos. Y creo que ese episodio en particular los fastidió bastante. Lo mismo pasó cuando hicimos que los Simpsons viajaran a Brasil (risas). A mucha gente le gustó, pero a otra no. Pareciera que cada vez que llevamos a los Simpsons de visita le molesta a la gente a la que visitan. Es realmente muy difícil incorporar los matices de otras culturas por más que lo intentemos con toda las ganas. Ahora tratamos de hacerlo. Nos preocupa que cada vez que vamos a algún lado pareciera que la gente de ese país se enoje.
–Los británicos no parecieron ofenderse por su capítulo de Los Simpsons.
–Creo que al tener el mismo lenguaje, o casi el mismo, también existe el hecho de que los escritores y animadores estuvieron en Inglaterra. Y eso ayudó.
–¿Está preocupado por el todavía no estrenado episodio sobre China?
–No. La tonta exageración que aplicamos a los propios Simpsons y a la sociedad estadounidense es lo que queremos aplicar a otras culturas. El problema con la animación es que trabajás con estereotipos simplificados. Tratamos de ser sensibles y al mismo tiempo todo lo graciosos que podamos.
–¿Alguna indiscreción sobre Tony Blair?
–En eso, Al Jean (productor ejecutivo del programa) es el hombre indicado, porque fue quien viajó a entrevistarse con Blair. El único reporte que recibí fue que Blair es un gran tipo y que confió en nosotros. Fue uno de los pocos líderes mundiales que lo hizo.
–¿Lo sorprendió que Tony Blair aceptara participar en un capítulo?
–Sí, sí.
–Si pudiera tener a Bush en el programa, ¿que haría con él?
–Probablemente Homero y George W. se llevarían muy bien. Y eso que Homero no se llevaba bien con Bush padre. Es decir, se pelearon. Pero creemos que George W. y Homero tendrían mucho en común y que estarían de acuerdo en la mayoría de las cosas. Y están en el mismo nivel. Así que probablemente veríamos una amistad bastante fuerte.
–¿Han intentado invitarlo a participar del programa?
–No sé si lo invitamos específicamente a él. Lo hemos intentado con otros presidentes estadounidenses... y todos dijeron que no.

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“Nuestro desafío es continuar
sorprendiendo”, asegura Groening.
 
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