SOCIEDAD › EL 20 POR CIENTO DE LAS VíCTIMAS DE TRATA SON NIñOS

Los privilegiados de antaño

Según datos recopilados en 155 países por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, casi el 20 por ciento de las víctimas de la trata de personas en el mundo son niños a los que reclutan para hacer trabajos en los que se requiere destreza, combatir en las guerras o son captados por redes de pornografía infantil. Pero si esa cifra es un promedio mundial, en partes de Africa, y en la región del Mekong, en Asia, la población infantil es ampliamente la más explotada y vulnerada en sus derechos y en su integridad física.

La ONU alertó que muchos niños son esclavizados en zonas de guerra. El director de la Onude, Antonio María Costa, señaló que en partes de Africa, Asia y América latina “muchos aprenden a matar antes de saber leer”.

Costa sostuvo que “la explotación de los niños es el aspecto más trágico de un delito que es una vergüenza para todos” y agregó que en el mundo “existen muchachas que son forzadas a la esclavitud sexual, antes de alcanzar la pubertad”. El informe indica que la forma más común de la trata de personas es la explotación sexual –en el 79 por ciento de los casos– y que la mayoría de sus víctimas son mujeres.

Pero también sorprendió que la ONU precisara que las mujeres delincuentes desempeñan un papel más destacado en la trata que en ningún otro tipo de delito: en Europa oriental y Asia central, le corresponde al sexo femenino más del 60 por ciento de las sentencias condenatorias, aunque, se sabe, no necesariamente quien es condenado es el dueño de la maquinaria. En pocas palabras, podría suponerse, aunque esto no lo dice la ONU, que las mujeres que delinquen en su mayoría son la parte más delgada del hilo por donde corta la Justicia.

Costa sostuvo que “en esas regiones, la trata de mujeres por otras es lo normal” y consideró “espantoso que las antiguas víctimas se conviertan en traficantes”. No obstante, “tenemos que comprender los motivos psicológicos, financieros y coercitivos que mueven a mujeres a someter a otras a la esclavitud”, manifestó.

La segunda forma más habitual de la trata de personas en el mundo es el trabajo forzado, que oscila en el 18 por ciento de los casos. Pero la ONU consideró que esa cifra puede ser aún mayor porque el trabajo forzado se suele detectar y denunciar con menos frecuencia que la trata de personas para la explotación sexual. Uno de los motivos es que la explotación sexual es muy visible en las ciudades y a lo largo de las rutas, en tanto que el trabajo forzado se oculta.

La ONU destacó que hay muchos países, en particular en Africa, que carecen de los instrumentos jurídicos necesarios o de la voluntad política para luchar contra estos flagelos.

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