SOCIEDAD › LIBERADO DESPUES DE CUATRO HORAS

Secuestro de un atleta

Un atleta discapacitado que participó del equipo que representó al país en los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000 fue secuestrado el sábado pasado cuando salía de la casa de su tío, en la localidad bonaerense de Quilmes, y liberado cuatro horas después, luego de que su padre pagara un rescate. La víctima es Ernesto Margni quien, el viernes por la noche, había ido a un restaurante dejó su auto en la casa de su tío, en el barrio La Barranca, uno de los más exclusivos de Quilmes. Cuando salió de la casa a bordo de su auto, fue interceptado por tres delincuentes jóvenes que venían en un remise robado. “Se bajaron tres pibes de no más de 20 años, uno de ellos armado, se subieron al mío, me corrieron a otro asiento y empezaron cuatro horas terribles”, relató el deportista.
Durante el cautiverio, Margni fue retenido dentro de su auto mientras negociaban el rescate. “Siempre me trataron muy bien, incluso me pidieron disculpas cuando les dije que era discapacitado”, relató.
Aunque la familia no quiso revelar el monto del rescate, Margni aseguró que la cifra pagada fue mucho menor a la que los delincuentes habían exigido en principio. “Negociaron por teléfono con mi papá, que está recién operado del corazón, pero por suerte no pasó nada”.
Casi cuatro horas después de haber sido secuestrado, se realizó el pago en una calle de Quilmes, “de coche a coche”. De inmediato, tres cuadras más adelante, cerca del Estadio Centenario de Quilmes, los delincuentes lo liberaron y huyeron en el vehículo. Tal como se lo habían prometido a la víctima, al día siguiente, los secuestradores dejaron el vehículo –su única posibilidad de movilizarse– en la puerta de la comisaría de Berazategui.

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