SOCIEDAD › MATAN DE UN TIRO EN LA NUCA A UN ADOLESCENTE QUE HABíA SIDO SECUESTRADO

Crónica de un crimen inexplicable

El chico, de 16 años, fue secuestrado cuando volvía a su casa, el martes a la madrugada. Los captores habían acordado con la familia el pago de un rescate de seis mil pesos. Apareció muerto en Campana.

 Por Carlos Rodríguez

El cuerpo de un adolescente de 16 años, que estaba secuestrado desde la madrugada del martes, fue hallado ayer en un descampado, al costado de la ruta provincial 6, a cuatro kilómetros del cruce con la Panamericana, en la localidad bonaerense de Campana. El chico, identificado como Matías Berardi, fue asesinado de un tiro por la espalda. El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, confirmó que el cuerpo “presenta un solo impacto de bala a quemarropa, y me arriesgo a decir que dispararon con el arma sobre el cuerpo, como si fuera una ejecución”. El funcionario, que se hizo presente anoche en el lugar del hallazgo, consideró que es “un caso extraño, que deja muy abierta la investigación” acerca del móvil del crimen. Causa sorpresa el desenlace, cuando los secuestradores, luego de cuatro contactos telefónicos con la familia de la víctima, habían acordado el pago de la suma de seis mil pesos. La recompensa no pudo ser entregada porque los autores del hecho no volvieron a llamar a los padres del chico para coordinar la entrega del dinero.

Los padres del joven, que viven en un country de Ingeniero Maschwitz, habían denunciado lo ocurrido ante la policía y estaba interviniendo, desde el principio, la Fiscalía Federal de Zárate-Campana. El cuerpo fue hallado ayer por un trabajador rural y fue reconocido por la familia. Casal dijo que se duda de que el chico “haya querido escapar” de sus captores y señaló que “es presumible” que pudo haber sido asesinado en el mismo lugar donde apareció el cuerpo. “Es un caso extraño y queda muy abierta la investigación judicial y no vamos a ser imprudentes al dar una información siguiendo la pista de secuestro extorsivo”, puntualizó Casal.

“Podría haber comenzado como un secuestro extorsivo, pero insisto en que no es un caso común”. La negociación con la familia fue interrumpida “en forma súbita por los delincuentes, sin ningún tipo de explicación”, comentó el ministro de Seguridad provincial. Al principio se había dicho que el cuerpo tenía tres balazos en la espalda, pero Casal confirmó que fue un solo disparo “que entró por la nuca”. Es posible que el chico haya estado arrodillado cuando recibió el balazo.

La familia había recibido cuatro llamados, siempre efectuados por la misma persona. En el primero habían solicitado, como rescate, una suma irrisoria: 500 pesos. En la cuarta comunicación hubo acuerdo verbal por 6000 pesos, pero nunca llegó el quinto llamado, para definir la forma y el lugar del pago. El jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, reconoció anoche que el asesinato de Matías Berardi es “un hecho atípico”, pero aseguró que “no va a quedar impune”. Paggi se trasladó al lugar del hallazgo del cuerpo, acompañando al ministro Casal.

El adolescente había concurrido, en la tarde-noche del lunes, a la disco Pacha, ubicada en Costanera y La Pampa, en la Capital Federal. Cerca de las cinco de la madrugada del martes regresó a su casa, en Maschwitz, a bordo de la combi de una empresa que realiza viajes diarios desde el country hasta distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires. El chico, que estaba con unos amigos, habría bajado solo en Panamericana y ruta 26.

Antes de llegar a su domicilio fue interceptado por las personas que lo secuestraron. Media hora después de ser capturado, los padres de Berardi recibieron un llamado de su propio hijo, desde su teléfono celular. Quebrado por el llanto, el adolescente le contó a su padre lo que le estaba pasando y le pidió ayuda. Los padres escucharon allí, por primera vez, al negociador de los secuestradores, que les pidió, en ese primer contacto, la suma de 500 pesos.

De inmediato se hizo la denuncia ante la policía y se dio intervención al gabinete antisecuestros de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Zárate-Campana y al fiscal federal de esa jurisdicción, Orlando Bosca. La primera medida que se tomó fue intervenir todos los teléfonos de la familia, a la que se le brindó asesoramiento sobre cómo negociar con los secuestradores.

Hasta la noche del martes se recibieron cuatro llamados. La familia y los investigadores no tuvieron novedades hasta que, en la tarde de ayer, un trabajador rural halló el cadáver de un adolescente con el torso desnudo a un costado de la ruta provincial 6. Al comienzo intervino la comisaría de Campana y el fiscal de instrucción de turno del departamento judicial Zárate-Campana, Juan José Maraggi. Al ser identificada la víctima, el caso quedó en manos del fiscal Bosca, quien anoche estuvo en el lugar con Paggi, Casal y el jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin. El padre del chico Berardi es un veterinario que tiene su consultorio en la zona de Escobar. Los investigadores están sorprendidos por las características del hecho. “No se entiende por qué lo mataron, cuando ya habían acordado el pago del rescate. Es extraño que se haya llegado al crimen por un rescate de seis mil pesos. Es un caso raro”, concluyeron. Desde 2002, Matías Berardi es la séptima víctima asesinada en el marco de un secuestro extorsivo (ver aparte).

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Un trabajador rural halló el cadáver a un costado de la ruta provincial 6.
Imagen: Gentileza La Noticia Regional
 
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