SOCIEDAD › EL PAíS QUEDARá PARALIZADO HOY DE 8 A 20 PARA CUMPLIR CON EL CENSO 2010

A peinarse para la foto de la Argentina

Más de 600 mil censistas recorrerán todo el país y tocarán timbre en todas las viviendas. Aquí, la especialista que coordinó el “diseño conceptual” del censo explica qué se preguntará y por qué. Las novedades del Censo 2010. El trabajo previo.

 Por Soledad Vallejos

Llegó el día de las preguntas. Bastante más de medio millón de personas recorrerá todo el país desde temprano en la mañana para completar los formularios capaces de sacar la instantánea de un día en la Argentina de 2010. La promesa del “censo más inclusivo de la historia” es convertirse en espejo gracias a una entrevista de diez o veinte minutos, según el caso. Pero porque no es lo mismo vivir en una localidad pequeña que en una grande, en la ciudad que en el campo, en un barrio cerrado que en un asentamiento precario, los cuestionarios pueden variar de acuerdo con las circunstancias, ser “básicos” o “ampliados”.

Así se planificó, así se saldrá “al campo”, explicó a este diario Roxana Cuevas, la socióloga cuya tarea fue coordinar el “diseño conceptual” de las preguntas que hoy deberán responder todas las personas que hayan pasado la noche en algún lugar del territorio nacional. Sólo con la ejecución sobre el territorio comenzará a terminar el ciclo que, esta vez, comenzó hace tres años, con las primeras reuniones y experiencias piloto concertadas para definir qué preguntar (ver aparte).

“Se trata de generar un dato primario, puro y bruto. Lo que el censo elabora es un dato sin análisis que, luego, pueda ser usado por ministerios y organismos no gubernamentales en el diseño de políticas públicas”, grafica Cuevas. Potencialmente dibujan mapas de situaciones y también de necesidades, pero todo eso no debe notarse: el desafío es “transferir (esa tarea de evaluación previa) en una pregunta clara, simple y sencilla”, que permita interrogar sobre lo mismo en lugares tan disímiles como pequeños pueblos bonaerenses, ciudades chaqueñas, o barrios rosarinos. “Si usamos una regla distinta para cada lugar, estarían mal después los datos generales. A veces, hasta nuestra forma de hablar es distinta si pensamos en La Quiaca, en pueblitos de montaña de la zona cordillerana o en las grandes ciudades.”

“De eso mismo se desprende que las capacitaciones de censistas se hacen de la misma manera: con una bajada vertical y estructurada. Es decir, tienen las mismas instrucciones en todas las partes del país, para que en todos lados hagan las mismas preguntas. Esa capacitación tiene que ver con aplicar una misma regla de medida en todos los procesos de trabajo. Por eso hay censistas, en lugar de disponer que cada uno se baje el formulario de Internet y que la gente se autoempadrone. La calidad del censo depende de respetar las consignas que se dan a la población, que se resumen en una sola: que abra la puerta al censista y responda.”

Hace diez años, algunas preguntas fueron otras. Ciertos temas no aparecerán en los tres tipos de cuestionarios que están recorriendo el país (ver aparte), pero otros, en cambio, tendrán presencia por primera vez. “En algunos casos, las variaciones pasan porque se aprende de experiencias anteriores. Por ejemplo, algo que da vueltas hace días es la crítica porque hemos sacado la pregunta acerca de educación pública o privada, que en 2001 tuvo mala calidad de respuesta”, explica Cuevas.

–¿Cómo se evalúa la calidad de una respuesta?

–Que tiene mala calidad quiere decir que supera los umbrales de error permitidos. Es el famoso “no sé”. Cuando me llegan muchos “no sé”, no puedo inventar el dato, no puedo mentirlo. Entonces da mala calidad. Pero en lo que refiere a la pregunta sobre educación de gestión pública o privada, que retiráramos esa pregunta fue algo que sugirieron y pidieron los técnicos de Ministerio de Educación, que ya cuentan con esa información porque la producen en su propia área de estadística.

–¿Hay que hacer un trabajo especial cuando se incluyen preguntas nuevas?

–Por lo general sí. En 2005, por ejemplo, se hizo una prueba piloto muy chiquita, que no difundimos pero sirvió para incluir esta vez la pregunta sobre afrodescendientes. Esa vez se hizo una primera encuesta en el barrio Santa Rosa de Lima, en Santa Fe, y en San Telmo, lugares donde hay afrodescendientes. Se hizo una prueba piloto con las preguntas, para algo tan importante como saber si todos entendían lo mismo. Eso sirvió como antecedente conceptual. Luego, trabajamos en forma conjunta con la ONG Africa y su Diáspora: ellos nos traían la cuestión teórica conceptual, y nosotros lo formulábamos como pregunta que pudiera entender todo el mundo. En cambio, en el caso de las preguntas sobre población originaria, teníamos el antecedente de 2001 y la encuesta sobre pueblos indígenas de 2004-2005. A partir de ese bagaje anterior, se elaboran las preguntas del cuestionario ampliado.

En cuanto a discapacidad, hubo una primera incursión en 2001. “Pero ésta es la primera vez en que se va a poder tener datos sobre discapacidad en zona rural. Por primera vez, vamos a poder tener datos sobre discapacidad y pobreza. Y hay, también, una ventana para evaluar qué pasa con el acceso a las nuevas tecnologías”, señala Cuevas. El año próximo, vía encuesta, se profundizará la investigación sobre TICS (Tecnologías de la Información). “De momento –apunta–, esto para nosotros es una ventana que nos permitirá ver qué pasa con la población y el acceso a la computadora: ¿Saben usar mail? ¿Abren páginas en Internet? ¿Hay muchas personas con miedo a la computadora? Eso nos sirve para empezar a tener un pantallazo sobre alfabetización digital. Y finalmente, tenemos la aceptación de las uniones homoparentales, que no implica un registro de parejas de personas del mismo sexo legalmente casadas, pero sí el reconocimiento de que pueden ser pareja. El formulario va a reconocer que eso es posible y no va a dar inconsistencia (datos considerados erróneos). Esa parte del cuestionario la trabajamos fuertemente con la ONG Lesmadres: las mujeres, madres y lesbianas van a poder dar cuenta de cómo viven, de sus hijos, de qué trabajo tienen, qué educación tienen... Este es el censo más inclusivo de la historia.”

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En las minas Veladero y Pascua Lama, en la cordillera sanjuanina, el censo ya arrancó ayer.
Imagen: DyN
 
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