SOCIEDAD › UN AVIóN CAYó EN CUBA Y MURIERON 68 PERSONAS, DIEZ DE ELLAS TURISTAS ARGENTINOS

El viaje de placer que fue tragedia

El avión de la empresa estatal cubana Aerocaribbean viajaba de Santiago de Cuba a La Habana. Se estrelló en una zona montañosa de Sancti Spiritus, por causas desconocidas. El gobierno argentino envió un vuelo para repatriar los cuerpos.

Anoche eran trasladados hacia La Habana los primeros cadáveres rescatados del accidente aéreo en el que perdieron la vida 68 personas, entre ellas diez turistas argentinos. El avión de la empresa estatal cubana Aerocaribbean –que viajaba desde Santiago de Cuba a La Habana– se estrelló en una zona montañosa a 360 kilómetros de la capital cubana, sin que se hayan establecido todavía las causas. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dispuso un avión de la Fuerza Aérea para repatriar los cuerpos, en cuanto sean identificados en el Instituto de Medicina Legal de La Habana. No se sabe todavía cuándo se completará el proceso: no es fácil el rescate, en una zona de difícil acceso, y no será fácil la identificación porque casi todos los cuerpos están carbonizados.

No hubo sobrevivientes de la catástrofe. El avión ATR-72-212, fabricado por la sociedad franco-italiana Avions de Transports Régional (ATR), había despegado de Santiago de Cuba a las 16.45 del jueves (18.45 hora argentina). A las 17.42 se declaró en emergencia e inmediatamente perdió contacto con los controles de tráfico. Llevaba 61 pasajeros y siete tripulantes. Entre los pasajeros había 28 extranjeros, de 10 países: Argentina, México, Holanda, Alemania, Austria, Venezuela, Francia, Italia, Japón y España.

La aeronave cayó en una zona montañosa, de difícil acceso, a cuatro kilómetros de la localidad de Guasimal, provincia de Sancti Spiritus, a unos 400 kilómetros al este de La Habana. El tiempo era bueno en esa localidad, ya que la tormenta tropical –que ayer se transformó en huracán– afectaba el extremo sudeste de la isla y la zona del accidente está en su parte media.

Los vecinos del pequeño pueblo de Guasimal salieron a la calle: “El avión pasó volando bajito, iba dando vueltas, gritamos y sentimos el golpe del choque”, contó el campesino Miguel García, de 69 años. “El avión giraba y cabeceaba. Mi mamá decía: ‘Ay, se va a volcar’”, contó José Luis Ríos, de 15 años, estudiante de construcción civil.

Los pasajeros argentinos eran Alberto Croce, Stella Croce, Carlos Sánchez, Miriam Galucci de Sánchez, María Pastores, Arturo González, Silvia Ferrari, Norma Peláez, Virginio Viarengo y Raffael Pugliese (que tenía también nacionalidad italiana).

Carlos Sánchez y Miriam Galu-cci eran un matrimonio de la localidad santafesina de Roldán. “Carlos era carpintero, habían viajado por primera vez al exterior de vacaciones”, contó el intendente José María Pedretti. Virginio Viarengo, de 70 años, había viajado a Venezuela para encontrarse con una mujer que había conocido por Internet, con la que fue a pasar unos días en Cuba. Era profesor de castellano, jubilado, y vivía en San Bernardo.

En la noche llegaron los equipos de rescate, provistos de bulldozers para abrirse camino entre los matorrales. Después, fuerzas policiales establecieron un cordón alrededor del sitio del desastre. Anoche los equipos de rescate cubanos habían localizado por lo menos nueve cadáveres. También fueron recuperadas la caja negra y la caja de voz del avión, que serán elementos claves para la investigación. “El avión cayó de panza. Primero se le desprendió el timón trasero. Las alas, el cuerpo central y los motores están quemados. Algunas partes, como la cola, se calcinaron menos” y “falta encontrar parte del timón trasero”, señaló Rolando Díaz Vergel, fiscal jefe de la provincia de Sancti Spiritus.

“Todos los cadáveres están calcinados, excepto dos que estaban en la parte trasera –precisó Díaz Vergel–. Al parecer a los pasajeros no les dio tiempo a nada, porque los cadáveres se quemaron sobre los propios asientos; este hecho puede ayudar a la identificación de los cuerpos.” Familiares de las víctimas cubanas se habían hecho presentes en Sancti Spiritus y “son atendidos por las autoridades locales y de salud”, anunciaron las autoridades.

El Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) anunció que “las autoridades aeronáuticas y del territorio se encuentran precisando los detalles del hecho y se creó una comisión para la investigación de tan lamentable accidente”. La compañía ATR, fabricante del avión, informó que “las razones del accidente son todavía desconocidas” y que “el IACC liderará la investigación y será la fuente oficial de información”.

El avión siniestrado había sido fabricado en 1995 y Aerocaribbean lo operaba desde octubre de 2006. Había acumulado 25.000 horas de vuelo en más de 34.500 viajes. La aeronave cuenta con dos motores turbohélice y se utiliza para viajes regionales y trayectos de corta duración.

El accidente es el más grave de las últimas dos décadas en Cuba. La mayor catástrofe se produjo el 3 de marzo de 1989, cuando un Il-62 con destino a Milán cayó al despegar sobre La Habana y murieron los 115 pasajeros y 40 personas en tierra.

La embajada argentina en Cuba puso a disposición de los familiares de las víctimas los teléfonos (0053) 72042110 y 72042459; los teléfonos de la Cancillería son 4310-8397 y 4819-7892, en Buenos Aires.

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Imagen: Télam
 
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