SOCIEDAD › LA MáXIMA FUE DE 33,7 EN BUENOS AIRES, PERO UNA BRISA FRENó LA SENSACIóN TéRMICA Y EL ALERTA VOLVIó A “NARANJA”

No hay infierno que dure cien años

Desde hoy hasta el sábado, las temperaturas máximas oscilarán entre los 31 y 34 grados. Seguirá el calor, amortiguado por una leve brisa y el 2011 llegará sin lluvias. Notable aumento de las consultas pediátricas en la provincia de Buenos Aires.

El calor intenso de la última semana dará un pequeño respiro a Buenos Aires y sus alrededores: las temperaturas máximas seguirán por encima de los 32 grados pero una brisa amortigua desde ayer la sensación térmica. Por eso, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) bajó “de rojo a naranja” el alerta vigente a partir de las 19 de ayer, por el cual los grupos de riesgo deben seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud. Las temperaturas máximas registradas marcaron un nuevo record: ya son nueve los días consecutivos con máximas superiores a los 33 grados. Producto del calor, se registró un aumento del 30 por ciento en promedio de consultas pediátricas en hospitales del territorio bonaerense.

El año se despedirá con días menos calurosos, al menos no tan agobiantes, y con mínimas más bajas. La bienvenida del 2011 se espera sin lluvias, por lo que el calor será aliado ideal para el inicio del período de vacaciones. Las temperaturas descenderán levemente en los próximos días: la máxima será hoy de 33 grados y la mínima de 19, debido a una rotación del viento, que soplará desde el noreste.

El termómetro ayer siguió con marcas elevadas, pero sólo se alcanzó 33,7 grados a las 14.30 en la ciudad, cuando la máxima prevista era de 36. De seguir con estas temperaturas, se superaría la marca registrada de días calurosos consecutivos: hubo 12 días con valores superiores a 32 grados entre el 8 y 19 de enero de 1960. Sin embargo, no está previsto que se repita una sensación térmica superior a 37, como la que se sufrió el lunes. De a poco, se espera un descenso de temperatura. En este contexto, el SMN pasó el sistema de alerta de “rojo” (máximo valor de escala) a “naranja”.

Para mañana, la mínima será de 20 y la máxima de 31. En la víspera de año nuevo, la temperatura oscilará entre 22 y 33 grados, con el “cielo algo nublado y vientos leves del sector nordeste (ingreso de aire más fresco proveniente del Río de la Plata). Será un día caluroso, sin lluvia”, dijo a Página/12 Luis Rosso, gerente de Servicio a la Comunidad del SMN.

El 2011 llegará con una máxima de 34 y una mínima de 21, acompañado de un cielo despejado livianamente nublado. En ese sentido, la difusora de turno del SMN, Miriam Andreoli, dijo que “no se prevé que llueva en los próximos cuatro días, por lo que el 2011 llegará sin lluvias”. Entonces, se podrá armar el viernes la mesa de festejo al aire libre.

El “alerta naranja” tiene efecto “moderado/alto” sobre la mortalidad. En este escalón, se hace hincapié en que todos los grupos de riesgo –menores de 5 años, mayores de 65 y enfermos crónicos– sigan las recomendaciones del Ministerio de Salud: tomar mucha agua durante todo el día, usar crema de protección solar superior a factor 15, protegerse del sol con sombrero y usar ropas livianas y claras. “No estamos en el pico de alerta, pero toda la población tiene que mantener las medidas de prevención para que no afecte al cuerpo, sobre todo los grupos de riesgo”, aclaró Rosso.

Para la época, este calor suele ser un fenómeno habitual: “Normalmente para finales de la primavera y comienzo del verano se acentúan las corrientes cálidas provenientes del centro y sur de Brasil y Paraguay que se adentran en el país y atraviesan la zona norte y central y llegan hasta el norte de la Patagonia”, explicó Andreoli. También influye el fenómeno de La Niña, que marca una tendencia a tener menores precipitaciones y mayores temperaturas que las habituales.

Después de varios días de altas temperaturas, puede producirse el golpe de calor: los afectados suelen presentar la piel caliente y roja, el pulso acelerado, mayor transpiración, dificultad para respirar, dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa. Además, con estas térmicas “sobrevienen los problemas en la piel, las quemaduras y gastroenteritis, malestar asociado a la poca conservación de la cadena de frío de los alimentos”, explicó Susana Ferrín, médica pediatra y sanitarista del Ministerio de Salud porteño.

Frente a este panorama de altas temperaturas, hubo un aumento del 30 por ciento de las consultas pediátricas por calor en las guardias de hospitales públicos, según la cartera bonaerense de Salud. Cuadros gastrointestinales, erupción cutánea, náuseas, vómitos, fiebre, cefaleas y decaimiento suelen ser las manifestaciones más frecuentes entre los chicos, derivadas de la persistencia de tanto calor. Entre los auxilios, por el momento, sólo se registró la internación de un bebé de cuatro meses afectado por un golpe de calor, en Quilmes. El ministro Alejandro Collia, por su parte, instó a los padres a que ante cualquier sospecha “consulten al centro de salud más cercano y eviten automedicar a los chicos con antitérmicos sin consultar previamente al médico porque esto puede empeorar el cuadro”.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.

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El año se despedirá con días menos calurosos, al menos no tan agobiantes, y con mínimas más bajas.
Imagen: Daniela Riboiras
 
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