SOCIEDAD › UNO DE LOS “DOCE APóSTOLES” QUE ESTABA EN LIBERTAD FUE APRESADO EN UN ROBO

El apóstol que cayó de nuevo

Marcelo Brandán Juárez, el líder del grupo de presos que lideró el motín sangriento de Sierra Chica en 1996, había sido liberado hace tres meses,pero ahora fue detenido de nuevo tras un asalto y un tiroteo con la policía.

A un asalto frustrado le siguió un tiroteo, y a él, una captura: así fue detenido Marcelo Brandán Juárez, quien fuera líder de los Doce Apóstoles, el grupo de presos que, en Semana Santa de 1996, lideró el motín de Sierra Chica. La detención se realizó en Bella Vista el martes pasado, aunque la Policía Bonaerense recién ayer confirmó su identidad. Fuertemente armado, Brandán Juárez fue apresado esta vez junto a un cómplice, a sólo tres meses de haber recuperado su libertad gracias a cómputos que le permitieron abreviar una condena a reclusión perpetua y a otras sentencias.

Todo comenzó cuando Brandán Juárez, de 43, y Gustavo Ferreyra, de 48, cometieron un asalto en William Morris. En el cruce de las calles Roca y Paso Morales, interceptaron un Chrysler en el que viajaban dos comerciantes. Tras subir al auto, los obligaron a continuar la marcha rumbo a la zona de San Miguel. En el camino se sumó otro auto, un Volkswagen Suran, con al menos otro delincuente a bordo: a ese segundo vehículo pasaron a uno de los rehenes.

Junto con la víctima restante y a bordo del Chrysler, Brandán Juárez y Ferreyra regresaron a Hurlingham, donde fueron vistos por una patrulla de la seccional tercera, que había sido alertada del asalto. Al notar a la policía, aceleraron y huyeron. Entonces comenzó una persecución acompañada de tiroteo que finalizó en Bella Vista, donde el rehén fue liberado ileso y los delincuentes, detenidos.

Tras realizar las diligencias de rigor en la comisaría y luego ante la Justicia, los investigadores establecieron que uno de los detenidos era Brandán Juárez, el líder de los Doce Apóstoles y uno de los cabecillas del motín de Sierra Chica de 1996, en el cual siete reclusos resultaron asesinados, y una jueza y su secretario fueron tomados de rehenes.

Al momento de la detención, en poder de Brandán Juárez y Ferreyra fueron secuestrados una pistola ametralladora Halcón con cargador con capacidad para 38 proyectiles, una pistola marca Bersa calibre 9 milímetros, cinco cargadores y municiones de diversos calibres.

Ambos detenidos quedaron imputados en una causa por robo calificado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra agravada por registrar uno de sus portadores antecedentes penales, privación de la libertad doblemente agravada por ser con violencia física y amenaza y disparo de arma de fuego agravada. Quedaron a disposición del Juzgado de Garantías Nº3 Morón y la UFI 4 de ese distrito, a cargo de Valeria Courtade. Ayer, tras negarse a declarar, fueron trasladados a una cárcel de máxima seguridad.

Brandán Juárez había sido condenado a reclusión perpetua más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, junto a otros cinco “Apóstoles”, tras un juicio a distancia y mediado por un sistema de televisión (el llamado “telejuicio”) que se realizó en el penal de Melchor Romero a principios del año 2000. El debate concentró la atención pública, porque no sólo se enjuiciaba el primer motín que había tomado a magistrados (la jueza penal de Azul María de las Mercedes Maleres y su secretario Héctor Torrens) como rehenes, sino también por los detalles morbosos y antropofágicos que surgieron a la luz. Algunos presos habían sido incinerados, otros cocinados y ofrecidos como comida a otros rehenes.

Hace tres meses, Brandán Juárez había recuperado la libertad por el sistema del “2x1”, luego de que la condena fuera reducida a prisión perpetua y unificada con otra de 25 años.

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Brandán Juárez fue apresado esta vez junto a un cómplice.
Imagen: Télam
 
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