SOCIEDAD › LA FDA AUTORIZó EL USO DE UN FáRMACO PARA PREVENIR EL CONTAGIO DE VIH

Una aprobación controvertida

El organismo aprobó el uso de la medicación para grupos considerados de alto riesgo de contraer el VIH. La droga ya se usa como antiviral. La protección que ofrece es relativa: entre el 44 y el 75 por ciento, según estudios previos.

 Por Pedro Lipcovich

En una controvertida decisión, la Food & Drug Administration (FDA) de Estados Unidos aprobó –para grupos considerados en alto riesgo de contraer el VIH– el uso preventivo de un fármaco que ya se utilizaba para tratamientos: se trata del Truvada, combinación de dos drogas antivirales. La protección que ofrece es relativa: entre el 44 y el 75 por ciento, en estudios previos. El producto no sustituye el uso del preservativo (que brinda una protección muy superior); debe tomarse todos los días; produce efectos adversos como náuseas y diarrea; y sólo es aplicable a personas que no tengan el VIH, por lo cual deben testearse antes de empezar a tomarlo y cada tres meses mientras lo tomen. El titular de Onusida admitió la decisión de la FDA, pero una importante ONG de Estados Unidos la consideró “una completa imprudencia”. En la Argentina, el ex presidente de la Sociedad Internacional de Sida destacó que “esto no debería llevar a nadie a pensar que podrá divertirse sin usar preservativo”.

“Truvada (emtricitabina/tenofovir) es la primera droga aprobada para reducir el riesgo de infección por VIH en personas que están en alto riesgo”, destaca el comunicado de la FDA. “Administrado diariamente, Truvada podrá ser usado para profilaxis preexposición, en combinación con prácticas de sexo más seguro en adultos en alto riesgo.”

“Cada año –advierte el comunicado–, unos 50.000 adultos y adolescentes en Estados Unidos reciben el diagnóstico de infección por VIH, pese a la disponibilidad de métodos de prevención y de estrategias para educar, testear y atender a las personas que viven con la enfermedad: hacen falta nuevos tratamientos y nuevos métodos de prevención para combatir la epidemia de VIH en este país.”

El recurso así aprobado “sólo debe ser usado por individuos testeados como VIH negativos antes de la prescripción de la droga y por lo menos cada tres meses durante su uso” y “está fuertemente contraindicado en personas que desconozcan su condición de VIH positivas”. Esto se debe a que, en su uso terapéutico para personas con VIH –que la FDA autorizó en 2004–, el producto no se emplea solo, sino en combinación con otros antirretrovirales: si se usara solo en una persona VIH positiva, no sólo no cumpliría bien su función, sino que contribuiría al desarrollo de cepas de virus resistentes.

El uso preventivo del Truvada se examinó en dos grandes ensayos clínicos. “Uno de ellos fue sobre 2499 hombres, sin VIH, que tenían sexo con hombres y presentaban conductas de alto riesgo, como el no uso o el uso inconsistente de preservativo: durante una media de un año y tres meses, la mitad de esta población recibió el fármaco y la otra mitad un placebo; en el grupo que tomó Truvada, 36 se infectaron, contra 64 infectados en el grupo que recibió placebo, lo cual marca un 44 por ciento de reducción en la incidencia del VIH.”

El segundo ensayo fue sobre 4758 parejas heterosexuales serodiscordantes –donde sólo un integrante tiene el VIH–, también con uso inconsistente de métodos de protección. En este caso, el riesgo de infectarse bajó un 75 por ciento en los que tomaron Truvada con respecto a los que recibieron placebo.

El fabricante del fármaco es la empresa Gilead Sciences, a la que FDA, al mismo tiempo, ordenó “obtener virus de individuos que adquieran el VIH mientras tomen Truvada, para evaluar la aparición de resistencia”. Por lo demás, los efectos colaterales más comunes del Truvada incluyen diarrea, náusea, dolor abdominal, dolor de cabeza y pérdida de peso.

Gottfried Hirnschall, director del programa Onusida de Naciones Unidas, afirmó que, si bien “hay muy pocas píldoras mágicas, la profilaxis preexposición podría añadirse al arsenal de intervenciones que tenemos”. En cambio, Michael Weinstein, presidente de Aids Healthcare Foundation (AHF), sostuvo que “la decisión de la FDA es totalmente imprudente y hará retroceder años en los esfuerzos de prevención del VIH: resultará en nuevas infecciones, resistencia a los medicamentos y serios efectos secundarios para mucha gente”.

Pedro Cahn, titular de Fundación Huésped y ex presidente de la Sociedad Internacional de Sida, afirmó que “mucho más efectiva es la estrategia de invertir, no en dar medicamentos a personas que no tienen el VIH, sino en tratar a las personas que sí tienen el virus. Esta estrategia redujo un 96 por ciento la trasmisión en parejas serodiscordantes, además, por supuesto, de su valor para preservar la salud de los infectados”.

–Parece improbable que personas que no lograron usar consistentemente el preservativo vayan a tomar todos los días esa pastilla –observó Página/12.

–Coincido plenamente –contestó Cahn–. Hay que diferenciar entre los ensayos clínicos y la aplicabilidad en las poblaciones. En todo caso, esto no debería llevar a nadie a imaginar que podrá divertirse sin cuidarse.

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“Podría añadirse al arsenal de intervenciones que tenemos”, dijo Gottfried Hirnschall, de Onusida.
Imagen: AFP
 
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