SOCIEDAD › OPINION

Usar Internet para todo

 Por Roxana Morduchowicz *

Los chicos que tienen menos de 18 años son la primera generación que ha conocido desde su infancia un universo tecnológico muy diversificado y poblado de pantallas: televisión, celular, computadora, tableta, Wii...

Los chicos de hoy viven en un mundo de pantallas. De hecho, las casas argentinas tienen más pantallas que libros, diarios y revistas. Las dos pantallas más valoradas hoy por los chicos son el celular y la computadora. Cuando el acceso a Internet a través del teléfono móvil se extienda entre los adolescentes, el celular se convertirá en pantalla única para ellos.

Los chicos del siglo XXI –en todo el mundo– se cuentan entre los mayores usuarios de Internet. Utilizan Internet para todo: comunicarse con amigos, mirar una película o hacer la tarea escolar. En todas las pantallas y en simultáneo.

Los adultos de hoy –que fueron adolescentes en el siglo XX– leían un libro o un diario en papel, escuchaban música en la radio o en CD, miraban los programas en el único aparato de televisión de la casa y se comunicaban por teléfono de línea. Y todo ello se hacía de a una actividad por vez.

A partir de Internet, las prácticas de las nuevas generaciones han cambiado totalmente. Aunque sorprenda, los chicos de hoy leen en pantallas más que en papel; escuchan música en el celular antes que en la radio; se comunican con amigos por computadora o teléfono móvil antes que por teléfono de línea y ven televisión o miran una película en la tableta. La mayoría de las veces, todo al mismo tiempo.

Este fenómeno de recurrir a Internet y a las pantallas para todo generó cambios generacionales importantes. Los chicos viven una experiencia cultural distinta: nuevas maneras de ver y de escuchar. Nuevas formas de leer y de escribir. Nuevos usos del lenguaje y nuevos modos de comunicarse. Nuevas formas de aprender y de conocer. Nuevas maneras de relacionarse con el otro y de construir su propia identidad.

Los adolescentes sienten que en Internet están solos, sin la presencia de los adultos. Los chicos perciben que las redes sociales –principal uso que hacen de Internet los adolescentes– son un territorio que les pertenece. La posibilidad de decidir a quién aceptan y a quién no en las redes sociales y la oportunidad de compartir un espacio sólo con sus pares les da una sensación de libertad.

En el siglo XX, los jóvenes lograban emanciparse de sus padres a través del trabajo, el estudio y el matrimonio. Los jóvenes del siglo XXI consiguen su autonomía mucho antes: en la adolescencia. Y lo hacen a través de Internet. Se trata de nuevas formas de independencia de la familia que comienzan en la secundaria, en la web, un territorio que ellos mismos marcan como “libre” de adultos.

Además de comunicarse con amigos a través de Facebook, los chicos usan Internet para mirar un programa televisivo, ver una película, descubrir un tema musical, o para buscar información que les interesa... Efectivamente con esta generación nace una nueva manera de consumir la cultura.

Estos nuevos modos de acercarse a los contenidos que les interesan se basan en una fórmula, para ellos fundamental: ver, escuchar, leer cuando ellos quieren.

Los chicos de hoy perciben que un menú fijo y programado (como el que ofrecen los medios tradicionales) pierde frente a la posibilidad de ver ese mismo contenido como y cuando quieren. Gracias a Internet, los chicos pueden ver sus programas televisivos en el momento que ellos quieren, sin la obligación de estar en una determinada franja horaria frente a la TV. Miran una película donde quieren y con quien quieren. En suma, cuando quieren, donde quieren, con quien quieren y como quieren: ésta parece ser la fórmula del consumo cultural de los adolescentes hoy.

El Día Mundial de Internet parece una buena oportunidad para reflexionar sobre las prácticas de una generación que utiliza Internet para todo.

* Doctora en Comunicación. Autora del libro Los chicos y las pantallas.

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