SOCIEDAD › ADVERTENCIA POR POSIBLES LUGARES DE TRATA EN MAR DEL PLATA

Una mudanza a los privados

Una denuncia ante la Justicia dejó al descubierto en 2010 el funcionamiento de 98 prostíbulos con casos de trata. De ese total, fueron clausurados prácticamente todos. Ahora alertan sobre la proliferación de departamentos donde continuaría la explotación sexual.

 Por Carlos Rodríguez

En 2010, de acuerdo con la denuncia que formuló ante la Justicia la Fundación Alameda, en Mar del Plata existían “98 prostíbulos donde se registraban casos de trata”, cifra parcial que los llevó a estimar que en ese momento, en la ciudad balnearia, podrían estar funcionando “unos 400” lugares de explotación sexual. Silvina Elías, integrante de la organización, le dijo a Página/12 que gracias a la lucha emprendida desde entonces “se ha podido reducir notablemente la cantidad de prostíbulos, al punto de que sigue abierto uno solo de los que hemos denunciado”, pero al mismo tiempo encendió el alerta porque “se han multiplicado los departamentos privados y nosotros creemos que allí están siendo otra vez explotadas las mismas víctimas que estaban en los prostíbulos que habíamos logrado clausurar”. Silvina Elías, al igual que otras personas y organizaciones sociales que participan en la lucha contra la trata de personas, opina que el problema está en que “las víctimas de la explotación sexual no tienen, por parte de las autoridades, el seguimiento necesario para evitar que vuelvan a caer en manos de los proxenetas”.

La dirigente marplatense de la Fundación Alameda recordó que en 2010 habían impulsado “una megacausa en la que denunciamos la existencia de 98 prostíbulos donde habíamos registrado situaciones (mediante cámaras ocultas) que podían ser casos de trata de personas y fue entonces cuando hicimos una estimación general sobre la posible existencia de unos 400 lugares de explotación sexual en Mar del Plata”. Desde entonces, con la intervención de la Justicia Federal y la tarea conjunta de distintas organizaciones se logró el cierre de lugares históricos donde eran explotadas mujeres argentinas, paraguayas, dominicanas y de otros países, como La Casita Azul, Dulcinea, La Posada y Madaho’s, entre muchos otros.

“En estos años hemos logrado muchas cosas importantes y hemos podido reducir notablemente la cantidad de prostíbulos y de lugares que estaban habilitados por la Municipalidad como bares nocturnos, donde se desarrollaban tareas de explotación sexual”, señaló Elías. Recalcó, de todos modos, que “todavía queda uno, que se llama Marisu y que está en la calle Belgrano 2374”, varias veces denunciado por las actividades que allí se realizan y que están “absolutamente comprobadas”.

La dirigente señaló que “uno de los grandes pasos” que se dieron en 2014 fue el juicio oral y público por el prostíbulo Dulcinea, que funcionaba en la calle San Salvador, cerca del estadio mundialista de Mar del Plata. En ese juicio fueron condenadas siete personas, con penas de uno a siete años de prisión por el delito de trata de personas. Uno de los condenados fue el policía Claudio Marcelo Campo, que se desempeñaba en Drogas Peligrosas.

A Campo le aplicaron cuatro años y medio de cárcel, más inhabilitación especial por el doble del tiempo para ejercer cargos públicos. En el mismo proceso fue sancionado con una pena de un año “en suspenso” Reinaldo Eugenio Iacovone, funcionario de Migraciones que se encargaba de gestionar la prolongación de las franquicias que les permitía permanecer en el país a las mujeres extranjeras que habían sido traídas a Mar del Plata con engaños, prometiéndoles trabajo legal y bien remunerado.

Elías resaltó la importancia de ese juicio porque “entre las siete personas condenadas, además de los que explotaban el lugar, fue condenado el policía y el agente de Migraciones, lo que demuestra en forma palpable lo que venimos denunciando en forma permanente: que el negocio de la prostitución no puede funcionar sin la complicidad del Estado, que nunca está ausente sino que siempre aparecen agentes del Estado actuando en forma mafiosa. Incluso en esta causa hubo que allanar la oficina de Migraciones en el marco de la investigación”.

Respecto del largo camino que se viene recorriendo, en Mar del Plata, desde 2010, señaló que en algunos casos, como en el del prostíbulo La Posada, “hubo que batallar para que la Justicia Federal interviniera porque algunos jueces se negaron a actuar y tuvimos que realizar escraches para lograr el objetivo de la clausura”. Este es otro de los lugares emblemáticos del negocio de la prostitución marplatense y se espera “que el juicio oral pueda realizarse este año”. El caso estuvo a cargo del juez Santiago Inchausti, titular del Juzgado Federal Nº 3, quien ordenó la clausura del local y la elevación a juicio.

Son siete los imputados que llegan a la audiencia oral por el delito de trata en ese local de 20 de Septiembre 3030, lindero al hotel El Paraíso, propiedad de la misma organización, donde se realizaban los “pases”, como se denominan en la jerga prostibularia a los contactos sexuales entre las víctimas y sus clientes. Uno de los principales imputados, Juan Carlos Motillo, falleció mientras esperaba el juicio oral. Era acompañado por su mujer, Alicia Acevedo Galeano, quien quedó procesada en junio de 2013, luego de estar prófuga. Ella era, al parecer, la encargada de viajar al Paraguay a reclutar víctimas.

Respecto de las cuestiones pendientes, como el caso de Marisu, en la calle Belgrano 2374, Silvina Elías precisó que el caso fue denunciado en octubre de 2012, junto con la existencia de otros dos prostíbulos, Burlesque y Maxja, que ya fueron clausurados. Elías puntualizó que hay “otros lugares que funcionan como departamentos privados y que no tienen ninguna habilitación comercial”. Estos sitios han proliferado en la ciudad balnearia desde fines del año pasado.

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La Casita Azul, uno de los prostíbulos denunciados ante la Justicia en el año 2010.
 
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