SOCIEDAD › TRES PERIODISTAS ARGENTINAS ANALIZAN LOS AVANCES DESDE BEIJING ’95

Veinte años a paso lento

Participaron en la reciente sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres, en Nueva York. Allí se analizaron los avances logrados en el área mujer y medios. Consideraron que aún no forma parte de la agenda de derechos humanos.

 Por Sonia Santoro

Durante el 59 Período de Sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres, que se llevó a cabo del 9 al 20 de marzo en Nueva York, se analizaron los avances relativos a la mujer y los medios de comunicación, cuyos parámetros fueron establecidos en 1995 en la Plataforma de Beijing como una esfera fundamental (plataforma J) para lograr avances en los derechos de las mujeres. Tres periodistas argentinas que estuvieron allí coinciden en que al tema no se le dio un lugar destacado: “Hubo actividades paralelas y la sensación es que todavía no está considerado como parte de una agenda de derechos humanos”, dijo una de ellas, Liliana Hendel, coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género de Argentina.

Recién llegadas del encuentro, Hendel, Dafne Sabanes Plou, de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), y Norma Loto, corresponsal de SEMlac enviada a Nueva York, trazaron un panorama de los avances o no en la incorporación de la perspectiva de género en los medios del mundo.

–¿Cuál fue el balance de estos 20 años en relación al cumplimiento de la plataforma J?

–El balance es relativo según la zona del mundo en el que se evalúa –dijo Hendel–. Africa, Arabia, Asia están lejos de considerar a las mujeres como sujetas de derecho. Europa nos lleva ventaja y sigue trabajando y América latina y el Caribe con sus diferencias es la región que más ha avanzado en la temática.

–Por un lado da la impresión de que los gobiernos no quieren confrontar contenidos en los medios de comunicación –sostuvo Sabanes Plou– y, por otro, en el tema que me toca trabajar en materia de tecnología de la información y la comunicación, sigue primando el concepto de que la tecnología es neutral en materia de género y que las mujeres y las niñas van a ir insertándose en la sociedad de la información a medida que se universalicen las políticas de acceso, conectividad y educación en materia de estas tecnologías. En el programa de mujeres de APC hicimos un informe sobre el cumplimiento de la Sección J en América latina y el Caribe, llegando a esta conclusión. De los 11 países que tienen agendas digitales en marcha, sólo dos consideran cuestiones de género en la implementación de estas agendas y hay sólo otros dos países que han considerado la cuestión de los medios de comunicación y la imagen o condición de las mujeres en alguna legislación. Uno de ellos es Argentina, que en la ley 26.485 sobre protección integral a las mujeres para prevenir y sancionar la violencia de género incluye el tema de la violencia mediática. Esto ha dado oportunidad a la creación de un Observatorio de Medios que hasta el momento ha tenido algunas intervenciones interesantes y atinadas ante hechos de discriminación y violencia contra las mujeres en los medios argentinos, en especial la televisión y algunos anuncios publicitarios.

–La directora de ONU Mujeres –dijo Loto– sostuvo que en estos 20 años se evidenció un progreso importante en la materia y enfatizó que hubo avances legislativos en algunos países, pero poca implementación. Allí se dio un breve recorrido por la situación y no se dijo nada nuevo: estereotipos que perduran, violencia en los mensajes y algunos avances en las legislaciones. En tanto que los informes de las ONG refieren a que “la mujer y los medios” y “la niña” son las dos áreas en las que menos avances hubo.

–¿Cuáles fueron los cambios positivos en estos 20 años?

–Hay mucho cambio en la existencia de Redes –dijo Hendel–, un concepto que hace 20 años tenía otro sentido. Las redes de periodistas con visión de género existen en el mundo y crecen; el periodismo en general está en la región por lo menos más atento a la agenda. En Argentina, por ejemplo, hay un tema de agenda feminista en la tapa de los periódicos, no sólo femicidios, casi a diario. Su tratamiento es perfectible muchas veces, pero por lo menos se lo considera noticiable. Hace 20 años eran temas privados y lo doméstico estaba devaluado, no llegaba a ser considerado noticia.

–Los nuevos roles y el protagonismo de las mujeres en la sociedad actual ya ocupan un lugar en los medios –explicó Sabanes Plou–, si bien no en la medida esperada. Es probable que estos cambios se perciban en algunas telenovelas y series de televisión con protagonistas decididas e independientes y en los programas periodísticos donde las mujeres conducen los debates y expresan su opinión, pero sigue vigente la necesidad de realizar transformaciones sociales y culturales profundas, que van más allá de las medidas que puedan tomar los gobiernos. Por ejemplo, la fuerte cosificación de las mujeres y una exigencia desmedida en relación con su aspecto y la manera en que oculta o no sus señales de envejecimiento está muy presente en nuestra sociedad.

–Los avances legislativos, sin dudas que representan un avance –argumentó Loto–, aunque 20 años fueron suficientes como para lograr cambios más consistentes. Seguro es que se pudieron haber logrado más acciones positivas. Me quedo con la sensación de que si no se avanzó en esa área es porque los medios son observados como agentes de entretenimiento y ocio, y entonces sus mensajes serían meras decoraciones en la construcción de la realidad social, cuando en realidad refuerzan imaginarios. Se necesita un cambio sociocultural. No se puede pretender que todos los cambios vengan de las leyes, de los gobiernos, del Estado, no se puede pedir todo a un sector. El cambio de paradigma parte de la sociedad, principalmente.

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En Argentina, los reclamos contra los femicidios al menos son considerados noticiables.
 
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