SOCIEDAD › EL POLICíA BONAERENSE ACUSADO DE TORTURAR AL JOVEN QUE LUEGO DESAPARECIó

Un juicio por Luciano Arruga

Un tribunal de La Matanza enjuiciará desde hoy al oficial que en 2008 comandaba el destacamento donde Arruga fue detenido ilegalmente y torturado. Cuatro meses después iba a desaparecer. Otros dos policías que habrían participado nunca fueron identificados.

Un ex policía bonaerense comenzará a ser juzgado hoy, acusado de haber torturado a Luciano Arruga en un destacamento de Lomas del Mirador en septiembre de 2008, cuatro meses antes de que desapareciera. El imputado estaba a cargo de la comisaría y, según se sospecha, junto a otros dos agentes que aún no fueron identificados, golpeó, insultó y amenazó a Arruga, luego de que lo detuvieran de manera ilegal por el presunto robo de un celular. El ex policía enfrenta una pena de entre 8 a 25 años. Se espera que surjan elementos en el debate que permitan identificar a los otros dos efectivos responsables.

El oficial principal Julio Diego Torales, de 35 años, detenido desde enero de 2013, estará sentado en el banquillo de los acusados frente al Tribunal Oral en lo Criminal 3 de La Matanza. La audiencia comenzará a las 10 en Juan Florio 2765, de San Justo, y será encabezada por los jueces Diana Volpicina, Gustavo Navarrine y Liliana Logroño.

“Este juicio tiene mucha importancia en relación al hostigamiento previo a la desaparición de Luciano por parte de la policía. Es una causa que expresa la situación general que sufren los jóvenes pobres de barrios populares”, explicó Paula Litvachky, directora del área de Seguridad y Justicia del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

Con la intervención del fiscal de Laferrere José Luis Longobardi, se estima que durante toda la semana declararán unos 40 testigos, entre quienes estarán Mónica Alegre y Vanesa Orieta, madre y hermana de la víctima, respectivamente. En el juicio, ambas estarán representadas por los abogados Maximiliano Medina y María Dinard, del CELS, y Juan Manuel Combi, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza.

Torales deberá responder sobre el operativo que derivó en el arresto del adolescente y la golpiza a la que fue sometido en la seccional policial. La acusación sostiene que Arruga fue “brutalmente torturado durante diez horas en la cocina del entonces destacamento de Lomas del Mirador”.

Según la causa, en 2008, Luciano tenía 16 años y era hostigado de forma constante por integrantes de la Policía Bonaerense porque, presuntamente, se negaba a robar para ellos. El 22 de septiembre de ese año fue detenido de manera ilegal por efectivos del destacamento de Lomas del Mirador, donde actualmente funciona un Espacio para la Memoria. Estuvo allí privado de su libertad unas diez horas, acusado de haber robado un celular.

El ahora ex policía Torales, quien en ese momento estaba a cargo del destacamento, de acuerdo a la acusación, torturó a Luciano con golpes, insultos y amenazas, junto a otros dos agentes aún no identificados. Por ese delito, el ex policía enfrenta una pena de entre 8 a 25 años y, del debate, podrían surgir elementos para identificar a los otros efectivos responsables.

Los abogados querellantes indicaron que a los familiares de Arruga “la policía les privó del derecho a verlo” y sostuvieron que el adolescente estuvo “detenido y encerrado ilegalmente sin la intervención de un juez de menores”.

Litvachky recordó que la hermana de Luciano lo fue a buscar al destacamento y, en ese momento, escuchó sus gritos cuando lo estaban torturando. Mónica Alegre, madre de Arruga, contó que, al ser liberado, su hijo le contó que había sido golpeado y señaló a Torales.

Las lesiones fueron constatadas por médicos del Policlínico de San Justo y, desde entonces, el chico fue interceptado varias veces en la calle por la policía. En su indagatoria, el efectivo admitió haber estado en el destacamento cuando Arruga fue demorado, pero negó haberlo golpeado.

Cuatro meses después de esta detención, el 31 de enero de 2009 a las 21, Luciano salió de su casa de Lomas del Mirador, pero nunca regresó. Luego de seis años sin saberse nada de su paradero, el 17 de octubre del año pasado el CELS anunció que el cuerpo del adolescente había sido encontrado enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.

Después de rastrearse una causa judicial, se estableció que Luciano había sido atropellado por un auto la madrugada del 1º de febrero, a las 3.21, cerca del cruce de la avenida General Paz y Emilio Castro. Arruga cruzaba corriendo la autovía.

El conductor del vehículo declaró que Luciano estaba “desesperado, como escapando de algo”. Un motociclista que fue el primero en auxiliarlo relató que cerca de allí había estacionado un patrullero de la Bonaerense. Para los investigadores esto refuerza la hipótesis de que el chico era perseguido por policías y, por eso, cruzó por ese lugar cuando podría haber utilizado la vía normal de cruce.

Estos datos se suman a otras irregularidades detectadas esa noche, tales como que los móviles de la zona tuvieron un funcionamiento que no era el habitual y se salieron de sus cuadrículas. En el destacamento de Lomas del Mirador, además, se adulteraron los libros de guardia y los policías, tras la desaparición de joven, desviaron la investigación.

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La familia de Luciano Arruga cree que cuando murió atropellado venía escapando de la policía.
Imagen: Télam
 
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