La tierra volvió a sacudirse en Nepal y revivió la pesadilla con un nuevo sismo de magnitud 7,3 en la escala de Richter, que causó al menos 65 muertos y cerca de 1200 heridos en ese país y en la India. Pasado el mediodía de ayer, los nepalíes salieron de sus casas aterrorizados ante la posibilidad de que los edificios, jaqueados en su estructura por el terremoto del pasado 25 de abril, se vinieran abajo. Media hora después se produjo una réplica de 6,3 que se sintió aun en Bangladesh. El aeropuerto de Katmandú, por donde arriba el grueso de la ayuda internacional, fue cerrado durante varias horas. El nuevo movimiento telúrico sorprendió al gobierno y a los habitantes del país asiático. Un helicóptero militar enviado por Estados Unidos desapareció durante las labores de ayuda.

Hace 18 días se produjo un terremoto de magnitud 7,8 que causó en Nepal más de 8 mil muertos, la catástrofe más devastadora de los últimos ochenta años en esa región. Ayer, otro sismo golpeó al ya devastado Nepal, con un saldo provisional de al menos 48 muertos y 17 en la vecina India. El epicentro se registró a 18 kilómetros de la localidad de Kodari, en el distrito de Sindhupalchowk, próximo a la frontera tibetana.

Hubo edificios históricos que se mecían con las sacudidas, en tanto que en las regiones rurales hubo aludes. Media hora más tarde se produjo una réplica de magnitud 6,3. Este nuevo terremoto también se sintió en el norte de la India, en particular en Nueva Delhi, donde los edificios temblaron y los empleados salieron precipitadamente de sus oficinas. En Nepal, todas las muertes se produjeron en el distrito de Chautara, al este de Katmandú. Fuera de la capital, los distritos de Dolakha y Sindhupalchowk fueron nuevamente algunos de los más afectados. “Numerosas casas se hundieron y hay riesgo de que el número de muertos aumente”, informó el ministro de Interior, Bam Dev Gautam. Por su parte, el primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, pidió a la población “control” y “calma”, aseguró que el gobierno movilizó todos sus recursos tras el nuevo temblor e informó del rescate con vida de doce personas.

Los temblores de ayer terminaron de derrumbar decenas de viviendas y edificios dañados el 25 de abril. En Katmandú cayó un edificio de gran envergadura donde operaba el Banco del Himalaya. “Con más de 200 réplicas, los expertos dijeron que había pocas posibilidades de un temblor de esta magnitud”, explicó sorprendido el portavoz del Ministerio del Interior nepalí, Laxmi Prasad Dhakal. “Esta situación es un desastre”, graficó Ganesh Karmacharya, ingeniero del Departamento de Desarrollo Urbano y Construcción de Edificios de Katmandú. Más 300 mil viviendas fueron devastadas por el terremoto anterior, cifra que la ONU eleva por encima del medio millón si se suman otras con algún daño. Según la Organización Internacional de Migraciones (IOM), alrededor de dos mil personas optaron por acampar en un campo de golf de la capital.