SOCIEDAD › EN SU FACEBOOK, EL DETENIDO POR EL CRIMEN DE MICAELA TENíA MáS DE 1600 CONTACTOS DE NIñAS

El hilo que llevó al acusado por el femicidio

Jonathan Luna se hizo pasar por un primo de la supuesta amiga que Micaela se había hecho en la red social. Así, caminó con ella unos ocho kilómetros hasta el lugar donde la atacó. Ayer, se negó a declarar. El cuerpo de Micaela Ortega fue inhumado entre reclamos de justicia.

Los datos aportados por un organismo estadounidense fueron los que condujeron a una mujer de 55 años que, a su vez, dio la información necesaria para la detención de su pareja, Jonathan Luna, de 26 años. El hombre, que ayer se negó a prestar declaración indagatoria, está detenido en Bahía Blanca, acusado por el homicidio –agravado por alevosía y femicidio– de la niña Micaela Ortega, de 12 años. The National Center for Missing & Exploited Children, de Estados Unidos, una organización que “trabaja contra la pedofilia y la explotación de niños “recopiló información de Facebook y tuvimos una parte de la conversación que tuvo Micaela” con su victimario “y unos perfiles relacionados con esta persona (Luna)”, que permitieron detener al autor del hecho y a través de él, encontrar el cuerpo de la niña que estaba desaparecida desde hacía más de un mes, informaron el fiscal de la causa, Eduardo de Lucía, y el fiscal general de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández (ver nota aparte). El detenido Luna tenía 1700 contactos en la red social Facebook, de los cuales “el 95 por ciento eran niñas de la edad de Micaela”, precisó De Lucía.

Fue fundamental el testimonio de María Espinoza, una mujer de 55 años, de nacionalidad chilena, que convivía con Luna en una casa del barrio Saladero, a la que le prendieron fuego los vecinos, indignados luego de que se informara que en ese lugar vivía el autor del femicidio.

Una vez detenido, Luna confesó el crimen y llevó a la policía hasta las cercanías de General Daniel Cerri, donde estaba el cuerpo de la niña que era buscada desde el 23 de abril.

El dato previo fue aportado por The National Center for Missing & Exploited Children, de Estados Unidos. Mediante Facebook, la organización pudo establecer que Espinoza tenía alguna vinculación con Luna, quien contaba con cinco cuentas abiertas bajo distintos nombres.

“Por las particularidades de este caso, dicho organismo recopiló información de Facebook y tuvimos una parte de la conversación que tuvo Micaela y unos perfiles relacionados” con Luna, explicó el fiscal De Lucía. “No sabíamos quién era, tenía cuatro perfiles y uno de ellos estaba dado de baja”, detalló el fiscal, quien precisó que uno de ellos figuraba bajo el nombre de “Jony de River”.

Luego de realizar un entrecruzamiento, se llegó a la pareja de Luna, quien el sábado pasado declaró como testigo y con sus dichos hizo posible el allanamiento a la vivienda en la que se encontró el teléfono celular de Micaela, una planchita de pelo y restos de su ropa. El fiscal dijo que Espinoza “trabaja como empleada doméstica” y de hecho mantenía a Luna que “no trabajaba, estaba todo el día con el celular en el Facebook y tirado en la cama chateando en la red social”.

De Lucía reveló que la mujer les contó que el 23 de abril, el día en que Micaela salió de su casa y perdió todo contacto con su familia, Luna llegó a la casa del barrio Saladero “alterado y mojado” y cuando Espinoza le preguntó qué le había pasado, él le respondió que “se había mandando una cagada” y que “había quemado su ropa”. La mujer admitió que, dos semanas después, “cuando vio el video” de Micaela caminando al lado de un hombre “lo reconoció” a Luna.

Luego del allanamiento y del hallazgo de evidencia que lo incriminaba, Luna terminó por confesar el crimen y llevó a los investigadores hasta el lugar donde estaba el cuerpo. Por su parte, el fiscal general Fernández dijo que el posible móvil fue un intento de abuso sexual, además de un robo consumado, ya que el autor se quedó con elementos que pertenecían a la víctima. Por lo dicho, Luna está acusado por homicidio criminis causa (mató para ocultar el intento de abuso y el robo), agravado además por alevosía y femicidio. El cúmulo de delitos es penado con prisión o reclusión perpetua.

Fernández no descartó que el acusado, tal como hizo con Micaela, haya intentado captar por Facebook a otras niñas de la misma edad, haciéndose pasar por una supuesta “amiguita”, a través de la red social.

El grado de confidencialidad de Facebook hizo que sólo pudieran acceder a los intercambios que Luna mantuvo con Micaela.

“Se trata de de una persona con varias cuentas de Facebook que eran operadas desde una misma IP (Protocolo de Internet), por lo que se podían relacionar. Micaela se conectaba desde febrero con él mediante una cuenta que tenía identidad de género femenino, de forma tal que esta persona se gana la confianza y logra que la niña vaya a su encuentro”, sostuvo el fiscal general de Bahía Blanca.

Fernández agregó que se sospecha que víctima y victimario caminaron unos 8 kilómetros hasta el descampado donde la niña fue asesinada y que en el trayecto el atacante se hizo pasar por un primo de la supuesta amiga que Micaela se había hecho en Facebook, que no era otro que Luna.

Ayer por la tarde, Jonathan Luna se negó a declarar ante el fiscal Eduardo de Lucía. El detenido cuenta con el patrocinio legal del defensor oficial Sebastián Cuevas. Luna había sido llevado desde la comisaría primera de Bahía Blanca, donde estuvo detenido al principio, hasta la Fiscalía General Departamental, Gorriti y Vieytes. Luego de su negativa a prestar declaración, fue trasladado a la Unidad Penal 19 con asiento en la localidad de Saavedra, a 120 kilómetros Bahía Blanca. El fiscal cuenta con 15 días para presentar su acusación, con pedido de prisión preventiva por la gravedad de los hechos, ante la jueza de Garantías Gilda Sthempelet. Incluso puede pedir una prórroga por otros quince días.

Para “captar” a Micaela, Luna “le hizo creer que hablaba con una chica”. El fiscal De Lucía agregó que “justo en ese momento Micaela se peleó con su mamá y se quería ir” de su casa. No se sabe si Luna tenía “una cuestión especial” por la niña o si aprovechó el momento. Ayer, entre llantos y algunos aplausos de los vecinos que acompañaron el cortejo, los restos de la niña fueron inhumados en el cementerio municipal de Bahía Blanca.

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Familiares, amigos y vecinos de Bahía Blanca acompañaron el cortejo hacia el cementerio municipal.
Imagen: Télam
 
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