Entre el fin de la tarde y la noche de ayer, dos terremotos afectaron el centro de Italia, dejaron al menos un herido y generaron derrumbes en la misma región afectada por los sismos de  fines de agosto, que habían provocado alrededor de 300 muertos. Ayer, el primer sismo, de magnitud 5,5,  se registró a las 19.10 hora local; dos horas después, sobrevino el segundo, de 6,1 puntos y que se extendió durante más tiempo. Los epicentros de los terremotos se registraron a unos 10 kilómetros de la ciudad de Visso,  informó el Instituto de Geografía y Vulcanología (IIGV). Ambos fenómenos se sintieron también en Roma, Florencia y Nápoles, y expertos del IIGV aseguraron que tienen conexión “con el terremoto del 24 de agosto”. 
“El segundo sismo fue largo, terrible. Ha sido el más fuerte que he sentido. Afortunadamente todos estaban fuera de sus casas y por ello creo que no hay víctimas”, aseguró Marco Rinaldi,  el alcalde de Ussita, una pequeña localidad distante alrededor de 10 kilómetros de uno de los epicentros de los sismos. Ese mismo  movimiento de tierra, además, causó varios derrumbes en la región, al mismo tiempo azotada por una fuerte lluvia, según testimonios de los periodistas de RAI News que se dirigían a la zona, a unos 130 kilómetros de Roma.
Los socorristas señalaron que muchas de las personas a las que asistían ayer eran sobrevivientes de los terremotos de agosto. “Están destrozados. Nos estamos concentrando en las personas, porque es una población que está reviviendo lo mismo que ocurrió hace dos meses”, dijo el portavoz de Protección Civil, Fabricio Curcio, desde la localidad de  Rieti. “Hay derrumbes en todas las aldeas afectadas, estamos en contacto con todos los alcaldes y presidentes de la Región, los cuales están trabajando para ayudar a la población. Es muy difícil hacer una evaluación de la situación debido a la oscuridad, además la región está afectada por el mal tiempo. Hay que esperar la luz del día”, añadió.
El primero de los terremotos se registró en la zona de Macerata, en las Marcas, en cercanías de las zonas arrasadas en agosto. De acuerdo con el Instituto Geológico estadounidense, se originó a 9 kilómetros de profundidad. La zona afectada es una región de montañas, sembrada de pequeñas aldeas de difícil acceso y en la que los caminos quedaron intrasitables por los desprendimientos de piedras que provocaron los terremotos. 
Protección Civil informó que las localidades más cercanas al epicentro epicentro son Visso, Ussita, Preci y Castel Sant’Angelo sul Nera, adonde ayer los socorristas enviaron faros y personal, porque “falta la luz”, señaló uno de los responsables del auxilio, Cesare Spuri. A última hora de ayer, testimonios de esa localidad aseguraron, también, que hubo nuevos derrumbes en las “zonas rojas” del lugar, por las que ya no se podía circular desde fines de agosto.
En Norcia, las autoridades locales anunciaron que hoy no habría clases en ninguna de las escuelas de la zona, y anoche temían por el derrumbe de una iglesia medieval. En Roma, las ventanas y puertas de numerosos edificios fueron azotadas por el sismo, por lo que muchas personas abandonaron sus oficinas y domicilios. 
“Hemos registrado derrumbes por todos lados. Se desplomó una iglesia, una residencia y hasta las muralla que protege “, sostiene el alcalde de la pequeña aldea de unos 500 habitantes de Ussita, Marco Rinaldi. En Camerino, un pueblo de 10.000  habitantes, un edificio del casco histórico y la sede de la universidad quedaron gravemente dañados. 
El primer ministro, Matteo Renzi, quien regresó inmediatamente a Roma de una visita a la región de Campania, anuló su participación en un programa de televisión y anoche, informaron fuentes del gobierno, estaba en permanente contacto con los responsables de la Protección Civil.