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Hace tiempo, la historia del doble crimen de La Dársena desnudó la doble vida de Santiago. Detrás de su aparente siesta perpetua se desangra un infierno de extorsiones, espías y confabulaciones. En este momento, el infierno se agudiza en un escenario: la Cámara de Diputados. El juez federal Angel de Jesús Toledo acaba de enviarle el pedido de desafuero para la gobernadora Mercedes Aragonés de Juárez. Ayer lo hizo por la imputación en la causa Anses, hoy lo haría por el atentado a la casa de un diputado. Por “concurso real de delitos”, la suma de las penas por las dos causas podría dejar a la jefa del gobierno a pasos de la cárcel. El debate de los diputados empezará el lunes. Aún faltan tres días, negociaciones, la marcha de esta noche y además otra de las novedades: el discurso que lanzará el matrimonio Juárez este mediodía. Una de las especulaciones que dan vueltas en Santiago es que la gobernadora pediría una “licencia” como salida a la crisis.
La decisión del juzgado federal es una bomba de tiempo. Para los santiagueños, tiene el peso de la “primera intervención federal”. El juez Angel de Jesús Toledo, a cargo del único juzgado federal de Santiago del Estero, rechazó los recursos de apelación y el sobreseimiento pedido por los abogados de Nina Juárez. En la misma línea de la fiscal, consideró procedente la instancia de una indagatoria hacia un “funcionario con fueros”, porque el imputado “queda intrínsecamente ligado al derecho de defensa”. Según el dictamen, en esa instancia la gobernadora podrá “dar a escuchar su versión de los hechos, arrimando toda la prueba que entendiera que favorece su situación”.
La gobernadora está imputada en una defraudación al fisco de 500 mil pesos. Es sólo una de los 29 funcionarios, policías, diputados y jueces supuestamente involucrados en un fraude a la Anses por cobro de jubilaciones en forma irregular de más de 20 millones de pesos. El juez ya la había citado la semana pasada para indagarla; como no se presentó, ahora necesita obligarla por la “fuerza pública”, una decisión que necesita la aprobación de los dos tercios de la Cámara de Diputados. El nuevo problema.
El bloque de diputados leales al régimen es una de las únicas espadas que le queda al gobierno para frenar esa avanzada judicial en la cámara que empieza con la causa Anses y continúa en lo inmediato con la imputación contra la gobernadora como “autora ideológica” del atentado a la casa de José Figueroa, un diputado por entonces menemista y enfrentado políticamente con los Juárez. Pero la avanzada incluye una parva de causas abiertas por violación a los derechos humanos, el caso del obispo Gerardo Sueldo, la revisión del caso de un ex gobernador misteriosamente muerto en Paraguay y las denuncias contra Carlos Juárez por crímenes de lesa humanidad. Un paquete peligroso, corrosivo, que mantiene atrincherados a los Juárez en la Casa de Gobierno, en estado de movilización permanente al escuadrón de empleados públicos de la provincia y los diputados fieles.
Ellos definirán la avanzada de ese tanque de pólvora. El lunes comienza formalmente el período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Luis Fernández y Carlos Hazan pertenecen al bloque de los llamados disidentes, un sector de seis diputados que hace dos semanas cortó filas con el juarismo y trabaja para hacer avanzar los pedidos. En diálogo con este diario, esos diputados aseguraron que el mismo lunes pedirán el tratamiento del desafuero. E intentarán votarlo aunque están convencidos de que el juarismo optará, tal como están las negociaciones en este momento, “por dilatarlo”. El mecanismo sería pasarlo a la comisión para su estudio, una instancia que les habilita un margen de 30 días.
¿Para qué pedirían ese plazo? En este momento, el juarismo estaría buscando una salida elegante para Nina Aragonés. Entre las opciones que se barajan se incluye un pedido de licencia prorrogable de 90 días hasta el momento que concluya formalmente su mandato.
Las cosas entre los leales no están definidas. En voz baja, los disidentes no vienen ganando votos, pero sí “promesas” de votos entre los alfiles juaristas. Quienes lo explican se hicieron expertos en matemática: la oposición necesita 33 votos para lograr el desafuero. Es decir, a 12 juaristas. En este momento, dicen, habría 8 dispuestos a pasar, todos varones. Entre sumas y restas, aún les faltarían 4, un número que necesitaría de la participación de “ninistas”: las diputadas de la rama femenina, atadas con uñas, dientes y planes Jefas y Jefes de Hogar a la cabeza ejecutiva del gobierno, la señora Nina Juárez.
¿Quién ganará? Los próximos movimientos dependerán del discurso de hoy, pero también de ese proceso social que viene creciendo entre la gente, fuera de las luchas palaciegas de la cámara: las marchas de los viernes.
Esta noche, la marcha que llevan adelante desde hace un año los familiares de las víctimas de La Dársena estará nutrida por cientos de corazones de cartón: no serán rojos como los que usan las bastoneras de La Nina, sino negros, de luto.