SOCIEDAD › CUBREN UN MILLON DE DOLARES CON UNA PRIMA DE 6000 POR AÑO

El boom de los seguros antisecuestro

Antes era un recurso de ejecutivos que viajaban mucho a Brasil o Colombia, capitales mundiales del secuestro. Pero la explosión de raptos express y el caso del hermano de Riquelme abrieron nuevos mercados. Las pólizas cubren a todo el grupo familiar y protegen hasta del robo del rescate.

 Por Raúl Kollmann

“Después de lo que le ocurrió a Riquelme, también se nos abrió el mercado de los jugadores de fútbol.” El vendedor de seguros muy exclusivos, que representa a grandes compañías con sede en Londres, se reclina en el sillón y entre suspiros desliza: “Por unos seis mil dólares anuales se asegura contra el secuestro a una persona y a todo su grupo familiar. Esto implica, por ejemplo, que la aseguradora paga un rescate de hasta un millón de dólares, y cubre incluso si el dinero se pierde o es robado cuando se está llevando para entregarles a los secuestradores. Además, la compañía inglesa aporta un grupo especializado en secuestros para que asesore y ayude en la negociación con los delincuentes”.
El vendedor ratifica que los secuestros, especialmente los secuestrosexpress, están aumentando a un ritmo vertiginoso, pero como en la Argentina no es legal –aunque está discutido– contratar los seguros con empresas del exterior, la venta de pólizas anti secuestro se hace discretamente. Además, nadie quiere que trascienda que tiene un seguro de ese carácter, no vaya a ser que se tiente a los secuestradores.
En qué consiste
El sistema funciona de la siguiente manera:
- La persona contrata el seguro que es ofrecido únicamente por compañías de primera línea, la mayoría de las cuales funciona en Londres.
- Se cubre al contratante y a todo su grupo familiar, aunque es habitual que empresas de envergadura compren seguros para todo su equipo gerencial y sus respectivas familias. En el caso de Riquelme, por ejemplo, la cobertura debía abarcar a sus padres, once hermanos, esposa, hijos. Sucede que, como se comprobó, el riesgo lo corren todos los familiares, ya que el asegurado deberá afrontar el rescate de cualquiera de ellos.
- En caso de un secuestro, la compañía paga el rescate hasta el monto asegurado. Por ejemplo, si una persona saca un seguro de un millón de dólares, la aseguradora pagaría ese rescate –siempre que sea necesario– ante cada secuestro. O sea que si a alguien lo secuestran dos veces, el seguro cubre un millón de dólares por el primer hecho y otro millón por el segundo.
- Si al llevar el dinero del rescate, una persona es asaltada, la compañía cubre esa pérdida.
- La aseguradora pone a disposición del contratante un equipo llamado “Grupo de Control de Riesgos”. Se trata de expertos en secuestros y rescates que realiza el asesoramiento sobre las relaciones con los secuestradores, la policía y las autoridades.
- La compañía también paga el asesoramiento legal, los sueldos caídos de las víctimas, el tratamiento médico o psiquiátrico e incluso una cirugía estética si es necesario. Todos estos gastos hasta un límite preestablecido.
- Si la víctima no es secuestrada sino que sufre una extorsión, también el seguro lo cubre.
- También se incluyen los casos de secuestros de aviones o cuando una persona es tomada como rehén en su propia casa.
El fenómeno más extendido en la Argentina, el secuestro-express, también es cubierto por el seguro. Por ejemplo, si una persona va por una ruta, unos delincuentes lo retienen y piden por él cinco o diez mil pesos, la compañía paga ese dinero.
Los clientes
Los seguros contra secuestros se vienen vendiendo en la Argentina desde hace muchos años, pero todos los que están en ese rubro reconocen que se venden ahora más que antes.
Los primeros clientes fueron empresarios que viajaban habitualmente a Brasil, país donde desde hace años funcionan bandas más o menos organizadas que se dedican a los secuestros. Ni hablar de los empresarios que tienen que pasar por Colombia y México. Debe considerarse que un cálculo aproximado es que anualmente hay 60 mil secuestros en todo el mundo, más de la mitad de ellos en América latina.
Sin embargo, en los últimos años –después de la dictadura– empezó a proliferar la venta de seguros a empresarios que no viajan a otros países y que percibieron que aquí en la Argentina se organizaron algunas bandas de secuestradores. La más grande y poderosa, la llamada de los comisarios, se formó con ex policías de la Federal que integraban grupos de tareas durante la dictadura y que protagonizaron, entre otros, el secuestro de Mauricio Macri, Rodolfo Clutterbuck y otros cuatro empresarios. Hubo organizaciones semejantes, prácticamente surgidas de la dictadura.
Después de esa oleada post Proceso vinieron otras en las que indefectiblemente se percibía un carácter parecido: la participación de ex integrantes de fuerzas de seguridad, mezclados con experimentados delincuentes comunes. La práctica del secuestro express es más reciente y se extendió muchísimo en el último año y medio, cuando las entidades bancarias tomaron medidas de seguridad más duras, como por ejemplo que haya muy poco dinero en las cajas.
El nuevo empuje a las ventas de ese seguro lo da indudablemente el secuestro de Chrystian, el hermano de Juan Román Riquelme. Como decía el vendedor, “ahora se abrió el mercado de los jugadores de fútbol”. Es que, efectivamente, un jugador tiene ingresos que le permite disponer de esos seis mil dólares por año y al mismo tiempo uno de sus pares ya vivió el drama. El otro mercado ascendente de esta clase de seguros está en la farándula: “Mire, son pocos los que están ganando ahora dinero en el país, y gran parte de esos pocos están en el mundo del espectáculo. Además, son gente conocida y por ello más tentadores para los secuestradores”, sintetizó el vendedor.
Eso sí, la devaluación hace que hoy sea innecesario contratar un seguro contra secuestros de un millón de dólares. Basta ver que Riquelme arregló por 160.000 y un empresario más que poderoso, Abraham Awada, pagó 300.000 dólares, pero antes de la devaluación. Cuanto más bajo es el valor del rescate que se asegura, menos se paga por año.
–¿Cómo comprueban que los secuestros son verdaderos y que no se trate de un engaño para quedarse con el dinero del seguro? –preguntó este diario.
–Nosotros no sabemos cómo lo comprueban, pero le digo que se dan cuenta casi de inmediato. Son expertos investigadores, detectan las contradicciones y, además, no se sabe de qué manera, tienen acceso a las investigaciones.

Informe: Santiago Anguita.

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