SOCIEDAD › TRECE DISOLUCIONES DE UNIONES CIVILES EN LA CIUDAD

Los primeros divorcios gay

Desde que se implementó en 2003 la Unión Civil en Buenos Aires se “divorciaron” trece parejas. Crecen las uniones heterosexuales.

La aprobación de la ley de Unión Civil en la ciudad de Buenos Aires en 2003 fue un éxito indudable para la comunidad homosexual, que presentó el proyecto, hizo campaña y remó contra una corriente difícil hasta lograr la aprobación en la Legislatura. Sin embargo, tres años después de la primera ceremonia entre dos dirigentes de la CHA, la Unión Civil se ha “heterosexualizado”. Si en los primeros dos años pareció ser un instrumento legal fundamentalmente para parejas del mismo sexo, la tendencia acabó por revertirse y en los primeros seis meses de 2006 las uniones heterosexuales duplican las homosexuales. Las cifras muestran también que separarse nunca es trivial: aunque el procedimiento es sumamente sencillo, en estos tres años hubo sólo trece disoluciones.

Las primeras veces la prensa acechaba: no era fácil unirse para dos hombres o dos mujeres si afuera esperaban los fotógrafos. Pero de a poco, las uniones civiles fueron volviéndose rutina. En ese primer año, se mostró como una elección de personas homosexuales, que no sólo encontraban en las uniones un reconocimiento simbólico a sus parejas, sino que lograban así beneficios como la obra social o el acceso a un crédito. En los seis meses de 2003 que siguieron a la primera unión, 111 parejas siguieron ese camino, de las cuales 79 fueron homosexuales (en su mayoría varones) y 32 heterosexuales. En 2004, las cifras empezaron a acercarse: sobre 163 uniones, 94 fueron entre personas del mismo sexo y 69 entre hombres y mujeres.

Ya en 2005, las uniones heterosexuales superaron a las homosexuales: 112 a 91. Y en los primeros seis meses de este año las duplicaron con creces: 106 a 43.

Para el director del Registro Civil, Pablo Cano, la tendencia no es más que un reflejo de la composición de la población. “Lo que pasó al principio –sostiene– es que había una demanda contenida de uniones homosexuales. Lo mismo sucedió con el divorcio en los primeros años tras la sanción de la ley.”

También es posible que incida el hecho de que los beneficios son pocos y, tal vez más de una pareja homosexual esté a la espera de un instrumento que le garantice más ventajas, como sucedería de aprobarse el proyecto de ley nacional de la CHA, que brinda casi los mismos beneficios de un matrimonio.

En relación con las primeras mediatizadas uniones, ahora se trata de un trámite con un perfil más bajo y sin la pompa de los casamientos. También es mucho más sencillo poner fin a una unión que a un matrimonio: sólo es necesario que uno de los “unientes” manifieste su voluntad de separación para que quede disuelta. Y sin embargo, no son muchas: en tres años, trece parejas que habían firmado dijeron no va más.

Uniones y desuniones

2003 2004 2005 2006 (Hasta 30/6)
Varón-Varón 61 72 58 27
Mujer-Mujer 18 22 33 16
Mujer-Varón 32 69 112 106
Disoluciones - 2 4 7
Total 111 163 203 149

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