SOCIEDAD › UNA SUBIDA Y UNA BAJADA EN PARQUE CHACABUCO

Nuevo acceso a la autopista

La obra la hace AUSA, por “pedido de los usuarios”. Aseguran que mejorará la conexión de Flores y Caballito con esa vía rápida. Observaciones de entidades vecinales por el trazado.

 Por Eduardo Videla

La Autopista 25 de Mayo tendrá una nueva subida y otra bajada, ambas con peaje, a la altura de Parque Chacabuco, que facilitará a los vecinos de ese barrio, de Flores y de Caballito, el acceso rápido al centro y también el regreso a esas zonas de la ciudad. Según afirman en AUSA –la empresa encargada de los trabajos–, la obra era reclamada por muchos usuarios de la autopista. Pero su inicio generó preocupación entre algunos vecinos y usuarios del Parque Chacabuco, ya que la traza de la subida afectaría una parte de ese espacio público. Asociaciones vecinales dicen que no fueron consultadas sobre el impacto de la obra.

La construcción es realizada por AUSA, la administradora de la autopista que pertenece al Estado porteño. Demandará una inversión de 7,5 millones de pesos.

La autopista 25 de Mayo viene desde San Telmo hacia Ezeiza, tiene actualmente la última bajada a la altura de la avenida Jujuy, donde se paga peaje. Después de esa salida, la primera bajada está pasando la avenida Lacarra, después de las cabinas de peaje, donde la tarifa es de dos pesos. En el recorrido inverso, la primera subida a la autopista después del peaje está a la altura de la calle Alberti, en el barrio de San Cristóbal. Hasta allí deben llegar los automovilistas que vienen de Flores y Caballito y quieren utilizar esa vía rápida para llegar hasta el centro o empalmar con la Autopista a La Plata o la 9 de Julio Sur, hacia Avellaneda.

La nueva subida estará a la altura de la calle Curapaligüe. La traza afecta parte del Instituto Dickens –un profesorado en Deportes del Gobierno de la Ciudad– y pasa junto a la pista de atletismo y el Polideportivo del Parque Chacabuco, que dependen de la Dirección de Deportes porteña.

La bajada, en tanto, también a la altura de Curapaligüe, no afectaría al Parque, ya que desemboca en la calle Zuviría, un trazado recientemente pavimentado. La casilla de peaje está proyectada debajo del viaducto.

Tanto la vía de entrada como la de salida tendrán un solo carril, con un ancho total de 6,50 metros, contando las banquinas interna y externa. El largo de la rama de ingreso es de 435 metros, mientras que la bajada tiene 350 metros. Esto hace que por lo menos la subida ensanche la autopista en unos siete metros, lo que, según asociaciones vecinales, afectaría parte del espacio público.

“Supimos del proyecto hace dos años, cuando AUSA nos dijo que había un reclamo de los usuarios. Pero no nos consultaron y ahora vemos que han empezado la obra”, dijo a Página/12 Gustavo de León, presidente de la Asociación Vecinos de Parque Chacabuco y a la vez coordinador de la subsede del CGP 6. “Por lo que sabemos, las primeras columnas van a tocar la pista de atletismo”, se lamento De León.

Desde el Polideportivo que funciona bajo la autopista también expresaron sus reservas respecto del proyecto, ya que “parte de la obra puede afectar el funcionamiento del polideportivo, que utilizan unas 10.000 personas por mes”, según comentó a este diario el administrador del centro, Alejandro Craveri. Según precisó, “para construir las bases de algunas columnas hay que cavar en zonas muy próximas a los vestuarios y a otras instalaciones”.

Desde AUSA, uno de los integrantes del directorio, Ariel Schiffrin, explicó a Página/12 que la obra “no fue decidida ahora, sino en 2004, en una mesa de consenso entre distintas dependencias del Gobierno de la Ciudad y entidades vecinales”.

Schiffrin expresó que desde el directorio se pidió a la empresa Perfomar SA, ganadora de la licitación, suspender los trabajos en el sector cuestionado y empezarlos por el otro, donde estaría la bajada. “El martes tenemos una reunión con el Ministerio de Espacio Público y la Dirección de Deportes, ya que en esa mesa de consenso, hace tres años, se prometieron obras que no se realizaron.”

Por lo pronto, AUSA ofreció al Instituto Dickens, afectado por la obra, compensarlo con la construcción de un patio y un aula, según precisó una fuente de la empresa estatal. Deportes ofreció la renovación de la pista de atletismo del Polideportivo con una superficie de tartan, un material utilizado para revestir superficies de alta competencia.

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La obra comenzó por la subida, en Curapaligüe y Asamblea, donde habrá una cabina de peaje.
Imagen: Arnaldo Pampillón
 
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