SOCIEDAD › LO QUE DICEN LOS PILOTOS ANTES DEL ACCIDENTE EN BRASIL

Las últimas voces en el TAM

El copiloto pide al piloto que desacelere y éste responde que no puede. La grabación de la caja negra fue entregada a la prensa por el Congreso. Sabían que el avión tenía fallas antes del vuelo.

–¡Desacelerá, desacelerá! –grita uno de los pilotos.

–¡No lo consigo, no lo consigo! –responde el otro en el mismo tono.

El diálogo, dramático, fue registrado en la cabina del Airbus A320 de la compañía brasileña TAM, accidentado el 17 de julio en el aeropuerto de Congonhas, en San Pablo, y que produjo un total de 199 muertos. El avión tocó la pista a una velocidad de 220 kilómetros por hora, siguió de largo a 175 kilómetros, atravesó una avenida y estalló al chocar contra un edificio. La transcripción de los diálogos grabados en la caja negra del avión fue divulgada por la Comisión Parlamentaria Investigadora del Congreso del Brasil. En un momento de la grabación uno de los pilotos entra en pánico y grita: “¡Dios mío, Dios mío!”. Mientras tanto, el otro sigue dándole instrucciones con desesperación. “¡Vamos, vamos! ¡Girá, girá, girá, girá!”, le dice, y su voz es casi tapada por los ruidos. La cinta se cierra con un “¡Ah, no!”. La difusión del contenido de las grabaciones generó una controversia. Mientras la comisión parlamentaria afirma que la tragedia se debió a fallas de mantenimiento del avión, los medios de prensa brasileños le adjudican responsabilidad al piloto.

La versión que se conoció ayer demuestra que la torre de control de Congonhas les había advertido a los pilotos que la pista estaba “mojada y resbaladiza”. En su comunicación previa al aterrizaje, los tripulantes informan del estado de algunos dispositivos de frenaje. “Reverso uno solamente”, dice uno de los pilotos para indicar que funcionaba sólo uno de los reversores de ayuda al frenado del motor. El problema, según la prensa de Brasil, era sabido por la compañía y por la tripulación. “Spoiler nada”, agrega el mismo piloto, en alusión a que el freno aerodinámico sobre el ala no entraba en funcionamiento.

El diario Folha de Sao Paulo fue el primero en acceder a la transcripción de datos de las cajas negras. Según el diario, es probable que el piloto, en vez de dejar los dos aceleradores de las turbinas en punto muerto, dejara uno de ellos en posición de aceleración. “Al aterrizar, los sistemas electrónicos interpretaron ese procedimiento como un deseo del piloto de abortar el aterrizaje”, asegura Folha. Por eso “las dos turbinas pasaron a acelerar automáticamente”, mientras que “los frenos aerodinámicos no fueron accionados” y “el freno automático de los neumáticos tampoco funcionó”.

La revista Veja también aseguró que los investigadores apuntan a que la tragedia fue provocada por una falla del piloto en el manejo de los aceleradores de las turbinas. Según la revista, “la dimensión de la pista, demasiado corta, y la ausencia de un área de escape fueron decisivas para que el accidente provocase tantas muertes”. El desastre de Congonhas es el mayor de la historia brasileña. Los resultados oficiales de la investigación recién se conocerán dentro de diez meses.

La grabación de los últimos 12 minutos del vuelo 3054, antes del accidente, fue divulgada por la comisión parlamentaria. Uno de sus integrantes, el diputado y ex controlador de vuelo Miguel Martino, del partido gobernante, aseguró que “la causa no fue un error de los pilotos, porque el comandante pidió el spoiler (freno) al copiloto y el avión estaba sin freno, porque el copiloto le respondió ‘nada,nada’”. Según Martino, “el piloto hizo todo bien, pero el avión ya estaba con problemas, como se demuestra cuando uno pide desacelerar y el otro le responde que no lo está logrando”.

El diputado oficialista Marco Maia aseguró que el informe técnico de los mecánicos de TAM “dice que como observaciones había fallas en el freno, en el tren de aterrizaje y en el reversor de velocidad de la turbina. Así y todo el avión viajó desde Campo Grande a Brasilia, de Brasilia a Porto Alegre y de Porto Alegre a San Pablo”, denunció el diputado oficialista.

La caja negra del aparato fue tratada en Estados Unidos, que entregó una versión en inglés, traducida al portugués por legisladores que estuvieron presentes en una sesión transmitida en directo por cadenas de la televisión brasileña. A las 18.47 (hora de San Pablo) del martes 17 de julio, los pilotos señalan que emprendieron las maniobras finales de aterrizaje y recibieron de la torre la información de que el suelo estaba “mojado y resbaladizo”. A pesar de eso, fueron autorizados a aterrizar.

A las 18.48, después de algunas verificaciones de rutina, se oyó el sonido del acelerador y un aumento del ruido del motor. Luego, todo se precipitó, según se desprende del diálogo entre los pilotos:

–Apenas tenemos sólo un reversor de velocidad.

–Spoiler (sistema de frenos de las alas) nada.

–¡Mirá eso!

–¡Desacelerá, desacelerá!

–¡No lo consigo, no lo consigo!

–¡Dios mío, Dios mío!

-¡Vamos, vamos! ¡Girá, girá, girá, girá!

En ese momento se escuchan ruidos propios del choque y una última frase: “¡Ah, no!”. Como cierre se oyen gritos, entre ellos el de una mujer.

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“¡Vamos, vamos, girá, girá, girá, girá!”, grita el copiloto al piloto antes del impacto.
Imagen: AFP
 
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