SOCIEDAD › LIBERARON AL EMPRESARIO ANDREOLA DESPUES DE 25 DIAS DE CAUTIVERIO

Sano y salvo por 200 mil dólares

El empresario Franco Andreola fue liberado en Los Cardales, cerca de Campana, en la madrugada del lunes. Un amigo arrojó una bolsa con el rescate desde un tren en Claypole. Lo rescató un remisero. Lo habían secuestrado mientras cenaba con amigos en Barracas.

Poco antes de las 2 de la madrugada de ayer fue liberado el empresario del transporte Franco Andreola, secuestrado el 29 de agosto pasado mientras cenaba con amigos en un galpón de Barracas. Andreola fue abandonado en un lugar próximo a la Ruta 4, en la localidad de Los Cardales, partido de Exaltación de la Cruz, a 65 kilómetros de la Capital y al oeste de Campana, y fue auxiliado por un remisero luego de que intentara vanamente que le abrieran la puerta en una sociedad de fomento o que se detuvieran para ayudarlo un camionero y varios automovilistas. La liberación se produjo luego de que un amigo del empresario arrojara una bolsa con el rescate –200 mil dólares– desde la ventanilla de un tren en Gerli, partido de Avellaneda, durante la noche. Andreola estaba en buenas condiciones físicas y muy desaliñado después de haber pasado 25 días esposado a una cama. Durante la tarde de ayer, en la puerta de su casa, un familiar leyó una carta del empresario en la que subrayaba el buen trato recibido.

Andreola fue secuestrado antes de la medianoche del 29 de agosto pasado por un grupo de al menos siete asaltantes armados, que entraron a un quincho de la firma El Rápido San José, del grupo FlechaBus, en la calle Río Cuarto 1963, en Barracas. En la puerta del galpón había estacionado un Mini Cooper, un auto valuado en 100 mil dólares, propiedad de Andreola. Cuando el grupo preguntó por el propietario, Andreola se presentó, ofreció las llaves, pero en vez del auto se llevaron al dueño.

Dos días después, la familia recibía el primer llamado de los captores, que exigieron el pago de un rescate de medio millón de dólares. La familia aceptó que no tomara intervención la policía, pero intentó reducir el monto. Durante los 25 días que duró el secuestro, la familia Andreola recibió al menos dos pruebas de vida y se realizaron desde el jueves pasado cuatro intentos frustrados de pago del rescate.

La secuencia para liberar a Andreola no fue sencilla. La familia del empresario recibió un llamado alrededor de las 19 del domingo pasado. A partir de allí, un amigo de Andreola, de nombre Pablo, tomó su auto y siguió las indicaciones. Le ordenaron que se dirija a Rosario, pero en el camino lo fueron desviando hasta desembocar en el sentido opuesto, en Florencio Varela. Allí le ordenaron tomar el tren hacia San Francisco Solano y entre las estaciones Claypole y Rafael Calzada arrojó una bolsa con 200 mil dólares. Eran alrededor de las once de la noche.

Dos horas y media más tarde, Andreola fue liberado con una manta para cubrirse del frío en una calle oscura de Los Cardales. Estaba perdido, no sabía para dónde ir, intentó pedir auxilio a algunos automovilistas y en una sociedad de fomento. Nadie respondió. Hasta que pasó el remisero Claudio Puche y lo auxilió. “Me dijo que era el empresario secuestrado, estaba vestido con un pulóver, un pantalón jean, alpargatas y lucía bastante barbudo, con los ojos rojos, como si hubiera estado vendado o encapuchado”, relató Puche a Radio Continental. Enseguida se puso en contacto con la comisaría de Altos Los Cardales. Y en pocos minutos un patrullero lo trasladó hasta la seccional donde le tomaron los datos. Poco después, la Federal lo trasladó hasta la brigada Antisecuestros, en Cavia y Figueroa Alcorta, donde lo revisaron, tomaron algunos datos y lo trasladaron hasta su casa. A las 5 de la mañana, Andreola estaba de regreso en su domicilio de Ferrari 1067, en el “barrio inglés” de Caballito.

Por la tarde, una familiar del empresario leyó una carta en la que Andreola informaba que “el trato recibido de mis captores fue bueno. Atendieron a todos los requerimientos básicos que necesitaba: alimentación, trato y cuidado. Doscientos puntos”. En su cautiverio, Andreola permaneció atado a una cama, custodiado por dos personas que dejaban la radio encendida y le hablaban mucho. Los investigadores siguen la pista de una banda organizada, con la logística suficiente para mantener durante casi un mes secuestrado a un empresario buscado por todas las policías del país. Ayer, los federales iniciaban una serie de allanamientos buscando la pista de los secuestradores.

Compartir: 

Twitter

El frente de la casona de la calle Ferrari, en el “barrio inglés” de Caballito, rodeada por los medios.
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.