El fallo señala que cada uno de los procesados tuvo un rol claro para cometer los delitos, y que “deben responder como tales”. “Ninguno de los autores es un instrumento de otro, sino que por el contrario, todos ellos son ejecutores”, aseguró el juez Casanello.

De acuerdo con la resolución, el abogado Stinfale “lejos de ser un mero asesor de marketing de Energy” fue quien tomó “las decisiones en la empresa, más allá de lo que digan los registros formales”. Fue su actuación en el armado del evento lo que permitió “por un lado la exclusión de la protección estatal, y por el otro, la comercialización de estupefacientes durante su desarrollo”. La noche del 15 de abril no estuvo en Costa Salguero, pero “controló a la distancia a través de la presencia de Erica, su secretaria”.

Por su parte, Adrián Conci “se encargó de distribuir los roles que debían ocupar el resto de los actores para que la puesta en escena resultara eficaz”. En ese contexto “se engarzan las conductas de Carlos María Garat, Maximiliano Nahuel Avila y Carlos Miguel Nicodemo Penise. Mientras que Conci “era la cara visible” del evento, Penise “tenía a su cargo la seguridad y contaba con gente propia que había sido posicionada en el mismo canal de comunicación que el personal de la fuerza de seguridad estatal infiltrada en el interior del predio”. “En línea con la tarea adjudicada al ‘Chino’ (Penise), la gente del área de narcotráfico de la Prefectura no formalizó ninguna actuación por secuestro de drogas o por conductas”, señala el fallo.

Avila estaba “a cargo de las ‘acreditaciones’” y “fuera del Grupo Speed como también de las áreas de seguridad”; mientras que Gontad “si bien participó en representación de Dell Producciones en la contratación con quienes detentan la marca ‘TIME WARP’ (...) no se ubica dentro de la estructura formal e informal de Energy Group”, por lo que el juez no sospecha que vaya a intentar “obstruir la investigación o sustraerse de la acción de la Justicia”.