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El marcado acento alemán y la notoria capacidad histriónica le permiten a Horst Paulmann, captar la atención de cualquier auditorio al que se dirija, aunque hable de temas tan polémicos como la suspendida fusión entre Jumbo y Disco. Una prueba son las risas y aplausos que los chistes del presidente de Cencosud –propietaria del hipermercado del elefantito e Easy– arrancaron a otros empresarios que días atrás lo escucharon en el Precoloquio de IDEA despotricar contra la medida judicial que bloqueó aquella operación. Durante el diálogo con Cash reclamó apoyo del Gobierno para resolver esa cuestión.
¿Argentina tiene un marco jurídico seguro para invertir?
–Hicimos una inversión importante en el 2003 para la compra de Disco. Pero el recurso que interpuso una asociación rural ante un juzgado de San Rafael frenó la operación que estaba analizando la Comisión de Defensa de la Competencia. Yo quiero que se cumpla la ley. Y esto significa que el Gobierno pueda analizar si la fusión entre Disco y Jumbo es factible. Es absurdo que un juez impida al Gobierno cumplir con la ley. Esto debería haberse resuelto para septiembre del 2003 y todavía está parado.
¿Cree que la Comisión de Defensa de la Competencia tiene vocación de aprobar la operación?
–No quiero decir que estaría aprobada pero sí estudiada: la Justicia impide esa primera etapa. El juez fue contra el Ministerio de Economía y Planificación, no en contra nuestro. Tenemos el total apoyo de Ahold y de los tres fondos inversores internacionales que nos acompañan: AIG, el fondo más grande de Nueva York, Capital Partner, un fondo de Londres, y el IFC, International Financial Corporation, del Banco Mundial. Fue una hazaña conseguir que fondos aporten 160 millones de dólares para una inversión en la Argentina y estén dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias. Creo que lo hicieron porque valoran que yo esté desde hace veinticuatro años en este país, invirtiendo en las buenas y en las malas.
¿Por qué cree que decidieron correr el riesgo de apostar a un proyecto en la Argentina cuando los inversores extranjeros aún son muy remisos?
–Le puedo decir lo que me dijo el ejecutivo de Capital Partner: “Nosotros vemos su trayectoria en Argentina y Chile: usted siguió invirtiendo cuando otros huyeron de esos países”. Claramente eso mereció un voto de confianza. En el 2002 salimos a la Bolsa y cuarenta y dos fondos invirtieron en nuestra compañía en Chile.
¿Cuál es la diferencia entre Argentina y Chile?
–En el 2002 me vine a vivir aquí para conocer la cultura argentina. Hace un año Ricardo Lagos me llamó para agradecerme lo que hice por Chile. No me gusta meterme en política. Pero creo que el reconocimiento del poder político es muy importante para los empresarios que arriesgan.
¿Hay diferencias entre las gestiones argentinas y chilenas?
–En Chile tuvimos un gobierno militar muy cuestionado, que hizo una economía abierta y muy independiente. Tenemos la tremenda suerte de que los tres gobiernos de la Concertación mantuvieron la misma política. También el de Lagos, como socialista, siguió con el mismo modelo. Si hoy pudiera ser elegido, sería cómodamente reelecto, aunque lamentablemente las leyes chilenas no lo permiten. La gran ventaja de Chile es que lleva treinta años en el mismo camino. El dolor de la Argentina es que cada diez años cambia completamente: abrimos mercado, lo cerramos, ponemos ministro de Economía, lo sacamos. Yo a Néstor Kirchner quiero felicitarlo porque mantuvo el mismo ministro de Economía que su antecesor. Espero que se mantenga esta política en la Argentina por muchos años y así pueda reinsertarse en el mundo en el lugar que corresponde.
¿El supermercadismo va a insistir con la propuesta de rebajar el IVA sobre productos de la canasta básica?
–No estoy de acuerdo en absoluto con la rebaja discriminada del IVA. Se debe rebajar para todos. Si se recorta un 3 por ciento la alícuota en forma generalizada, yo le aseguro al ministro de Economía que todos los productos de Jumbo y Easy bajan automáticamente.