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Domingo, 10 de abril de 2005

BATALLAS INTERNACIONALES SON OBJETO DE MERCADO DE COMPAÑIAS PRIVADAS

Empresas de la guerra

Irak, la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla en Colombia son mercados para ciertas empresas. El rol de las potencias.

 Por Natalia Aruguete

La privatización de las guerras en el siglo XXI aparece como un nuevo fenómeno. Los ejércitos de los países más desarrollados suman a sus filas a empresas privadas que se encargan de combatir, bombardear, fumigar, asesinar y secuestrar. En diálogo con Cash, el especialista italiano Darío Azzellini, autor del libro La privatización de las guerras, señaló que los empleados de esas empresas “no son alcanzados por la justicia militar, porque formalmente no son militares, y no son responsables ante la justicia civil, porque firman contratos en los cuales se les asegura inmunidad ante los tribunales”.

¿Qué particularidades tienen las guerras en la actualidad?

–Antes, la guerra era la interrupción de la economía. Hoy, es la forma de capitalizar, no sólo con el negocio de las armas sino por todos los demás negocios que hace posible. Por ejemplo, la transformación del campo colombiano, de una agricultura de pequeños y medianos agricultores a una agricultura controlada por la agroindustria, no hubiese sido posible sin la guerra que provocó el desplazamiento de 2,5 millones de personas y la expropiación de sus tierras. Otro fenómeno es el de las empresas privadas militares que llevan a cabo el conflicto. En la primera ola de ataques a Irak, hasta los sistemas de armas sofisticadas eran manejados por empresas privadas. Esas empresas militares también trabajan con transnacionales, especialmente con petroleras y mineras.

¿Cuáles son hoy los intereses económicos en los conflictos bélicos?

–Algunos, iguales que antes: apropiarse de recursos naturales. Pero hay cambios: se está regresando a la economía de enclave. En Irak, no hay control territorial de las fuerzas de la Alianza. Ellos se concentran en unos campamentos militares en el desierto, controlan los pozos petroleros y los oleoductos.

¿Qué consecuencias trae la “privatización de las guerras”?

–Las empresas militares privadas se encargan de misiones para supuestamente tranquilizar la situación y acabar la guerra. ¿Pero que interés pueden tener en acabar la guerra, si esas empresas ganan mientras hay guerra? Además, tienen total impunidad.

¿En qué sentido?

–Un soldado es responsable frente a la justicia militar. Los empleados de esas empresas no tienen responsabilidad porque no son militares sino civiles. En Colombia, esas empresas trabajan sólo si el Estado colombiano firma que no hay posibilidad de hacerles un juicio civil. También se usan esas empresas para bajar el número oficial de muertos. En Irak han muerto mínimo 500 empleados de esas empresas, pero no aparecen en ninguna estadística porque son civiles. Si fueran miembros del ejército de Estados Unidos, las decisiones tendrían que pasar por el Congreso. De esta forma, es un contrato privado que firma el Pentágono con esas empresas.

¿Qué lugar les cabe a los estados?

–Para algunos analistas, esto es expresión de una debilidad del Estado. Yo no lo creo. Los estados siguen teniendo el control. En Estados Unidos, esas empresas trabajan sólo con la aprobación del Pentágono, son parte del proyecto político-militar.

¿Se puede establecer alguna relación entre el proyecto del ALCA y este proceso de militarización?

–Sí, de manera muy obvia. El ALCA son un marco legal para someter al despojo y al robo. Para eso, se necesita una fuerza militar. Hay una resistencia fuerte de parte de los pueblos. Por eso –por ejemplo– se creó una militarización masiva de Bolivia por parte de los Estados Unidos. Es un punto estratégico y hay recursos muy importantes de petróleo, gas, uranio, agua.

¿Qué relación hay entre las diferencias entre los conflictos bélicos y el involucramiento de Estados Unidos en ellos?

–No es sólo Estados Unidos el que está involucrado, si bien es la única fuerza militar a nivel global. Pero el imperio son Estados Unidos, Europa, Japón y las empresas transnacionales. Estados Unidos puede denigrar a la ONU, pero en determinado momento regresa a buscarla, porque la necesita, como necesita a los europeos. Los europeos hacen lo mismo: Francia está operando en Africa como si fuera su patio, Yugoslavia fue el conflicto de interés alemán. La diferencia en los conflictos depende del tejido social.

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Darío Azzellini: “Las empresas militares trabajan con transnacionales petroleras y mineras”.

Reportaje

• “Antes, la guerra era la interrupción de la economía. Hoy, es la forma de capitalizar, no sólo con el negocio de las armas, sino por todos los demás negocios que hace posibles.”

• “Otro fenómeno es el de las empresas privadas militares que llevan a cabo el conflicto.”

• “¿Pero qué interés pueden tener en acabar la guerra si esas empresas ganan mientras hay guerra?”

• “Un soldado es responsable frente a la justicia militar. Los empleados de esas empresas no tienen responsabilidad, porque no son militares sino civiles.”

 
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