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Domingo, 29 de mayo de 2005

EL MERCADO DE CONVERSION DE AUTOMóVILES Y EL PRECIO DEL GNC

“Todo depende de Bolivia”

Las estaciones de GNC están en alerta ante la eventualidad de cortes en el suministro. Igualmente, los empresarios del sector son optimistas por el apoyo oficial al sector.

 Por Cledis Candelaresi

La inquietud de los dueños de las estaciones de gas natural comprimido por la eventual falta de ese insumo no parece desvelar a otros segmentos de esta industria, próspera y fuertemente apoyada por el Gobierno. Carlos Evi, propietario de Tomasetto Achille, es un buen ejemplo. Su fábrica de equipos vehiculares, la más importante de la región y con filial en Brasil, se entusiasma ahora con el proyecto de convertir a GNC las unidades de transporte público.

¿En cuánto condiciona la perspectiva del negocio el sendero de precios para el gas boca de pozo que definió el Gobierno?

–No condiciona en nada. El ministro Julio De Vido dijo que tenemos un precio fijo del GNC hasta enero del 2006 y eso resulta, en definitiva, un apoyo importante para el sistema. Tanto así es que se creó un foro técnico para preparar la prueba piloto de convertir mil unidades de transporte público en dos o tres años.

¿Ese experimento tiene el aval oficial?

–El ministro se comprometió a apoyar la idea para que se utilice esta tecnología en camiones y colectivos.

¿Entonces cree que está definitivamente desterrada la idea de aumentar la presión tributaria sobre el gas natural para cerrar la brecha de precios que existe con las naftas?

–¿Aumentar impuestos? Eso es imposible porque la carga fiscal que existe sobre el GNC es muy alta.

¿Quiere decir que desde el Estado no puede hacerse mucho para que las naftas resulten más baratas en relación con el GNC?

–Es que no creo que ésa sea la idea del Gobierno. Por el contrario, el sector está siendo alentado a desarrollarse y a expandirse.

¿No le preocupa que la falta de disponibilidad de gas termine desalentando la conversión de coches nafteros?

–Teóricamente estamos cubiertos por la ampliación de la capacidad de transporte. El millón cuatrocientos mil vehículos que en la Argentina funcionan a gas natural representan el 9,5 por ciento de la demanda total.

Usted sugiere que el ritmo de conversión de vehículos va a continuar.

–Sí. Tuvimos un pico muy importante el año pasado, de casi 30 mil coches mensuales. Quizá no lleguemos hasta ese punto pero vamos a estar cerca.

¿No le preocupa el faltante de gas?

–Como industrial le digo que tenemos que ser cautos. La Argentina colapsó y no se puede salir de una carrera con el motor frío. Pero el Gobierno dijo que la situación está bajo control y quiero confiar.

Ustedes, al igual que otras empresas del sector, exportan a Latinoamérica, Asia y Europa. ¿Significa que su apuesta es el mercado externo?

–Todo lo contrario. El mercado interno es la columna vertebral. No se olvide que en el exterior competimos con países del Primer Mundo que hace cuarenta años que están en el rubro y que disponen, entre otras cosas, de créditos blandos que nosotros no tenemos. Aun así, la Argentina es hoy un laboratorio del mundo en materia de GNC. Ningún país tiene la cantidad y calidad de las conversiones argentinas.

¿Cuánto exportan?

–El 70 por ciento. No podemos ofrecer cartas de crédito a ciento veinte días, pero hicimos un esfuerzo para garantizar volumen y tecnología. Empezamos a considerar la posibilidad de vender afuera en 1999 y en el 2000 nos instalamos en Brasil, que como mercado está creciendo muchísimo. Ellos tienen otra política y hace tiempo que decidieron convertir el transporte público a GNC con el expreso apoyo de Lula.

¿No cree que el lobby de las petroleras desalienta el desarrollo de estos proyectos?

–No hay lobby de las petroleras porque todos entendemos cuál es el ciclo de los combustibles y por ello no es razonable poner barreras.

¿Qué pasará con el precio en el 2006, cuando no exista la valla que impuso el Gobierno para trasladar el aumento del gas al precio del GNC?

–Insisto que todo depende, entre otras cuestiones, de a qué precio la Argentina importará gas de Bolivia. Todo estará bien en la medida en que no se acuerden valores disparatados como 1,60 dólar el millón de BTU.

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Carlos Evi, propietario de Tomasetto Achille: “El mercado interno es la columna vertebral”.

Claves

“El ministro Julio De Vido dijo que tenemos un precio fijo del GNC hasta enero del 2006 y eso resulta, en definitiva, un apoyo importante para el sistema.”

“Habrá una prueba piloto de convertir mil unidades de transporte público en dos o tres años.”

“¿Aumentar impuestos? Eso es imposible porque la carga fiscal que existe sobre el GNC es muy alta.”

“El millón cuatrocientos mil vehículos que en la Argentina funcionan a gas natural representan el 9,5 por ciento de la demanda total.”

“Todo estará bien en la medida que no se acuerden valores disparatados del gas con Bolivia como 1,60 dólar el millón de BTU.”

 
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