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Miércoles, 6 de diciembre de 2006

TEATRO › KIVE STAIFF PRESENTA LA TEMPORADA 2007 DEL CTBA

La actualidad de los clásicos

Henrik Ibsen, Arthur Miller, Carlo Goldoni y Griselda Gambaro son algunos de los autores elegidos por el director del Complejo Teatral de Buenos Aires: “Apuntamos a un teatro de contenido ideológico”.

 Por Cecilia Hopkins

La programación de la temporada 2007 del Complejo Teatral de Buenos Aires continúa, al decir de su director general y artístico, los lineamientos generales tenidos en cuenta en los últimos años: “El eje del programa para el año próximo es ser consecuentes con lo que hemos hecho hasta el momento”, afirma Kive Staiff, consultado por Página/12. “Y esto es tener la mirada puesta en un teatro reflexivo, de contenido ideológico, no pasatista ni meramente entretenido. Pensamos en propuestas que impliquen al público en la reflexión sobre la sociedad en que vivimos, para que se involucre desde los sentimientos o desde el debate ideológico. El nivel de asistencia de espectadores al Complejo nos da la muestra de que las propuestas que elegimos tienen una recepción tal que nos hace ratificar el camino que hemos trazado”, concluyó.

Sin embargo, a partir del anuncio realizado el miércoles pasado se nota, al menos, un cambio: la dirección artística, para los proyectos venideros, ha privilegiado a directores consagrados no pertenecientes a las nuevas generaciones, a diferencia de otros años. Los convocados son Jorge Eines (argentino desde hace 30 años radicado en España), Sergio Renán, Laura Yusem, Alicia Zanca, Cristina Banegas, Villanueva Cosse, Alfredo Arias y Daniel Suárez Marzal. La sala Sarmiento, dedicada a las nuevas tendencias, será la única que estrenará propuestas dirigidas por realizadores más jóvenes, aunque se anunció que aún no había un acuerdo acerca del Ciclo Biodrama, un proyecto que la distingue desde hace varias temporadas. La única pieza anunciada para esa sala es Segovia o de la poesía, de Jorge Accame, con dirección de Villanueva Cosse y actuación de Antonio Grimau, Mario Pasik y Miguel Dedovich.

En relación a aspectos económicos, Staiff aclaró a este diario que “tenemos para el año que viene el mismo presupuesto que tuvimos para este año, lo que significa contar con menos dinero, porque los costos han aumentado. Pero esto repercute no en la calidad sino en la cantidad de espectáculos que integran la programación”. En efecto, los 11.694.000 pesos que serán destinados a solventar contrataciones artísticas e insumos de la temporada venidera sólo posibilitarán concretar ocho estrenos, repartidos en los cinco teatros que integran el complejo, lo cual significa un total de siete salas. Por otra parte, en virtud de los trabajos de reformas que se están realizando en el Teatro San Martín, no habrá temporada de verano, de modo que el primer estreno tendrá lugar el 14 de marzo, en la sala Casacuberta. Se trata de Camino del cielo (Himmelweg), obra del español Juan Mayorga, dirigida por Jorge Eines, protagonizada por Víctor Laplace, Ricardo Merkin y Horacio Roca, entre otros. Merkin señala que “la obra trata de un hecho real sucedido durante la Segunda Guerra Mundial: un representante de la Cruz Roja, al visitar un campo de concentración, asiste a una teatralización que montan los alemanes con la idea de afirmar algo así como que ellos son ‘derechos y humanos’. La obra tiene una estructura simple: consiste en monólogos de algunos personajes, además de las manifestaciones de la comunidad judía que se ve en la obligación de montar esa obra de teatro. Me parece que en estos tiempos fundamentalistas va a dar que hablar”. El segundo estreno se producirá en abril, en el Teatro Regio, con la puesta de El último yanqui, una de las últimas piezas de Arthur Miller, bajo la dirección de Yusem y actuación de Alicia Berdaxagar, Beatriz Spelzini, Alejandro Awada, Aldo Barbero y Nya Quesada.

También en abril, en la sala Martín Coronado, se espera la vuelta de un clásico de Henrik Ibsen, Un enemigo del pueblo, obra escrita en 1882 que aportará nuevas resonancias: un médico pretende denunciar que las aguas de un balneario son insalubres, pero las autoridades se lo impiden porque de esos baños depende la economía del pueblo. Protagonizarán Luis Brandoni, Alberto Segado, Pepe Novoa y Stella Galazzi, entre otros. El director Sergio Renán adelantó a este diario detalles de la versión firmada por él mismo: “Aunque el conflicto tiene una vigencia absoluta, sentí que era necesario hacer una modificación en relación al momento histórico en que suceden los hechos; también quise buscar una indefinición acerca del lugar concreto en el que transcurren. Por eso elegí los años ’40 y ’50, y unos personajes que hablaran como nosotros, para potenciar así el vínculo con la historia, sin que por eso pueda suponerse que sucede en nuestro país”.

Para el Teatro de la Ribera está previsto el estreno del clásico de Carlo Goldoni Arlequino, servidor de dos patrones, con dirección de Alicia Zanca, y actuación de Daniel Casablanca, Eugenia Tobal, Eugenia Guerty, Marcelo Xicarts y Marcelo Savignone, entre otros. Para junio queda reservado el montaje de La persistencia, la última obra de Griselda Gambaro, con Carolina Fal, Gabo Correa, Horacio Acosta y Sandro Nunziatta, bajo dirección de Cristina Banegas, quien definió a la pieza como “un texto complejo y muy duro, que muestra a un comando perdido en un lugar inhóspito a punto de realizar una acción muy difícil. Como corresponde a la autora, se trata de un texto no realista, así que tenemos mucho trabajo por hacer, porque las obras van descubriéndose durante los ensayos”, subrayó.

Por su parte, Suárez Marzal conducirá a Elena Tasisto, Julieta Díaz y Sergio Surraco en su adaptación escénica de La Celestina, de Fernando de Rojas. “La que se verá es una versión compactada de una hora, pero con la historia completa, con una estética muy contemporánea desde lo visual”, afirma el director. “Reduje el texto a la Celestina y la pareja de enamorados, Calixto y Melibea, quienes hablarán en un castellano neutralizado, pero con algunos arcaísmos que puedan ser comprendidos.” El estreno coincidirá con la reapertura de la sala Cunill Cabanellas, expresamente rediseñada para albergar las producciones que privilegian la investigación escénica. Finalmente, para ser estrenado en el teatro Presidente Alvear se anunció la concreción de un proyecto aplazado, la puesta de Incrustaciones, del francés Chantal Thomas, con dirección de Alfredo Arias e interpretación de Marilú Marini y el propio director, ambos radicados hace años en París.

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“Pensamos en obras que impliquen al público en la reflexión sobre la sociedad en que vivimos”, dice Staiff.
 
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