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Domingo, 6 de septiembre de 2015

DANZA › MARIANA BELLOTO Y SU PUESTA SENSACION TERMICA

Coreografías en una pileta

La pieza, que se verá los días 9, 10 y 11 de septiembre en el Centro Nacional de la Música, es una “obra plástica con carácter interdisciplinario”, según su directora: su continente es una pileta casera y de la representación participa un perro.

 Por Paula Sabatés

Definida por su directora como una “obra plástica con carácter interdisciplinario”, la pieza Sensación térmica se verá en el Centro Nacional de la Música (México 564). La nueva creación de Mariana Belloto y el Grupo Performático Sur (GPS) que tiene algunas particularidades: se realiza en un espacio acotado –una pileta de lona casera en donde suceden los eventos específicamente coreográficos– y cuenta con algunos elementos fuera de lo común, como un perro real que participa de la representación. La pieza, que tiene cierto aire del denominado “pop art”, se verá el 9, 10 y 11 de septiembre a las 20, y tendrá entrada libre y gratuita hasta agotar capacidad de la sala.

La directora, coreógrafa y performer le cuenta a Página/12 que la idea de la obra comenzó a gestarse en verano, estación que reunió a varios intérpretes, locales y extranjeros, en Buenos Aires. “Hacía calor y empezamos a probar con la pileta de lona. Pronto nos dimos cuenta de que podíamos usarla como una especie de continente que atrapa al intérprete, que lo mantiene ahí adentro como en una regla tácita de un juego, como si le estuviera prohibido salir. Nos interesó esa idea de espacio restringido en la danza y empezamos a probar”, dice. Al cabo, descubrieron los objetos inflables, que se conectaban con otra experiencia performática que la realizadora había hecho antes, y así surgió el “mundo objetual muy fuerte” que caracteriza la obra. “Cuando vi todo eso junto supe que podría detonar en una memoria metafórica muy potente para el espectador, y le dimos para adelante”, relata Belloto, que en esta pieza dirige a los performers Natacha Berezan, Luciana Demichelis, Astrid Gómez Grosschadl, Victoria Keriluk, Lucas Lagomarsino, Tomás Mesa Llauradó, Belara Michán, Marcela Ostapchuk, Daniela Peez Klein, Marcelo Torretta, Patricio Zabala y Mauricio Zmud.

Con el correr de los ensayos, lo demás fue apareciendo: una obra de danza con la articulación de performance e instalación audiovisual; escenas que “replican el lenguaje aleatorio del sueño”; un personaje “periférico” (podría considerarse que es aquel que sueña ese universo) que es asistido por su perro; e imágenes virtuales “que convocan la historia contemporánea”. Todo mezclado y al servicio del lenguaje interdisciplinario, que mezcla cuerpos humanos y crea a partir de ellos movimiento, relaciones y significados en el espacio. “Porque la danza es un lenguaje de cruce y entonces todo puede pasar”, afirma Belloto, quien asegura que esta obra dice también algo de ella, porque la “sitúa en un lugar”.

Con respecto al perro (en realidad una perra, Pepa), dice la artista que se apareció el año pasado en Central de Creación, el espacio que dirige en Buenos Aires, dedicado a la experimentación, creación y producción de obras contemporáneas en residencia. “Estaba viejita y sumisa, y empezamos a protegerla y cuidarla, hasta que se convirtió en un personaje más y decidimos incluirla, con el interés que nos provocaba arriesgarnos a que la naturaleza entrara de verdad en la obra”, cuenta la coreógrafa, que afirma que Pepa les significó “una investigación acerca del límite y del tiempo real y virtual”. En la mayoría de las funciones, la pequeña de cuatro patas no ladra, pero cuando lo hace es “más que válido”, según la creadora, porque “forma parte de la experimentación”.

“Es un momento floreciente en la danza contemporánea”, contesta finalmente la directora, invitada a reflexionar sobre la situación de la disciplina en la Argentina. “Las nuevas generaciones están trabajando muy bien y creo que ya se puede hablar de una identidad en la danza contemporánea, más allá de que cada creador tenga su personalidad y su línea de trabajo”. De mucha trayectoria tanto en el país como en el exterior, Belloto acompaña activamente las luchas de la comunidad de trabajadores de la danza (como la referida a la Ley de Danza, por ejemplo), a las que considera “fundamentales”. “Lo que nosotros hacemos con dos pesos con cincuenta es increíble, porque en la Argentina hay un talento que no se puede creer. Pero el Estado debería acompañar el florecimiento, para que podamos hablar de verdad de un buen momento de la danza”, concluye.

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Sensación térmica es una obra de danza con la articulación de performance e instalación audiovisual.
Imagen: Celina Duprat
 
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