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Miércoles, 12 de octubre de 2011

CULTURA › EDUARDO NOCERA Y SU LIBRO EL PLAN DE OPERACIONES EN MARCHA - MáS ALLá DE MORENO

Otra cara de la Revolución de Mayo

A través de su investigación y entrevistas a casi cuarenta historiadores, filósofos, economistas y militantes, el autor investiga las claves del plan que habría escrito Mariano Moreno y que sirve para echar una nueva luz sobre los sucesos de 1810.

 Por Emilia Erbetta

A Eduardo Nocera le importa que se entienda lo que dice. Avanza en las explicaciones, se detiene en detalles y cada tanto busca en el interlocutor la confirmación de que lo que cuenta es interesante, como si las ochocientas páginas de su libro no le hubieran alcanzado para agotar el tema que lo obsesionó durante los últimos cuatro años: el Plan de Operaciones, el documento más negado y discutido de la historiografía argentina, donde Mariano Moreno –secretario de Guerra y Gobierno de la Primera Junta– habría diseñado “el croquis o la lista de compras” del proceso revolucionario de Mayo de 1810. Nocera entiende que hoy “estamos situados en una batalla cultural por la construcción de los sentidos, que tienen que ver con la política. El Plan de Operaciones permite ver que hubo otro proyecto en los albores de mayo, otra forma de continuar con la estrategia revolucionaria”. Con esta convicción, en El Plan de Operaciones en Marcha - Más allá de Moreno (Ediciones Nuevo Extremo) el periodista y docente entrevista a 37 historiadores, filósofos, economistas, sociólogos y militantes que lo acompañan en su trabajo por trazar una línea que conecte al manuscrito de Moreno con “una etapa de revolución o reforma política que se está dando en el continente americano con algunos gobiernos desarrollistas, populistas, progresistas, dentro de los cuales se encuentra el kirchnerismo junto a Hugo Chávez, Evo Morales, Pepe Mujica, Dilma Rousseff y Rafael Correa”.

–¿Por qué Moreno y su Plan de Operaciones?

–El plan es un texto secreto de la Revolución de Mayo y hay dos siglos de polémica en torno de su autor. Esa cosa misteriosa que se tejió a su alrededor me pareció un elemento fundamental a tener en cuenta, porque si este documento se alojó dentro de los archivos más misteriosos, evidentemente hay algo que se quiso realizar y que se intentó ocultar. Más allá de la controversia, me importó el contenido del texto, así no haya sido de Moreno, porque indica que en tiempos de la Revolución había ya un plan con ideas industrialistas que podrían haber sido aplicadas.

–¿Y esto qué significaría?

–Uno de los mitos de nuestra historia dice que no había otra idea más que la que se llevó a cabo, que nos desarrollamos de la mejor manera que pudimos y que por eso debimos ampararnos ante quien nos quiso proteger: el grupo rivadaviano y las posteriores relaciones carnales con Inglaterra. A Moreno se lo ha descripto siempre como a un republicano, pero el Plan de Operaciones también puede ser pensado desde el populismo y desde ahí hay un Moreno confrontativo. Si creemos que realmente es el autor vamos a entender que la Revolución de Mayo contendría en sus entrañas este documento secreto que postula cuestiones centrales para el proceso revolucionario y que nada tiene que ver con la mirada clásica y oficial, de cuño mitrista, que presenta un mayo probritánico y antiespañol y a un Moreno liberal.

–¿Cuál es la propuesta general del plan?

–La introducción habla de un sistema continental y de un Estado Americano del Sud. Esto de por sí termina con la idea de que la Revolución de Mayo fue una instancia porteña. En el artículo siete, por ejemplo, se propone la insurrección de las provincias del Río Grande del Sur y esto nos habla de una suerte de ruta americanista del Plan de Operaciones. Se trata de la recuperación de los viejos territorios del virreinato. Es una revolución que se sabe dentro de un proceso continental. En materia económica plantea el control de crédito y de divisas, la creación de ingenios, la reforma del sistema de navegación y del sistema agropecuario y hasta concibe expropiaciones y confiscaciones para solventar la guerra revolucionaria. También se mencionan algunas cuestiones vinculadas a que “nada hemos de conseguir con la benevolencia y la consideración”. Esto es interesante porque a veces Moreno parece equilibrado y aquí se está diciendo todo lo contrario, que no fue ni porteño, ni moderado.

–¿Cómo se cruza este Moreno con el periodista?

–La Gazeta de Buenos Aires también formó parte del plan, que en su segundo artículo menciona la necesidad de sublevar la Campaña Oriental, para lo que se necesitaba la intervención de Artigas y de Rondeau. La Gazeta era clave porque se debían enviar noticias de la Primera Junta que contagiaran de fervor patriótico a los gauchos. Moreno no es el primer periodista, es un excepcional propagandista que pretende difundir las ideas revolucionarias. Yo relaciono esto con la ley de medios y sostengo que en un momento que podemos mencionar como emancipatorio en los países latinoamericanos, es lógico e imperioso que existan medios que sostengan líneas editoriales y argumentativas favorables a estos mismos procesos que le dieron vida.

–¿Habría una línea que atraviesa al plan y lo proyecta hacia el futuro?

–Yo entiendo que al Plan de Operaciones se lo puede encontrar en los agujeros negros de la historia, en los momentos indecibles en los que hay fervores patrióticos cuasi revolucionarios y donde estamos a punto de aprehender nuestra identidad americana. El ojo que sabe leer encuentra filiaciones espirituales y líneas que se trazan hasta la actualidad. En este sentido, podemos pensar que el plan está ligado con la tarea de San Martín en Cuyo o con ciertas medidas que toma Rosas. Lo que yo llamo su “hoja de ruta” también lo vincularía al Plan Quinquenal I del peronismo y en John William Cooke habría un Moreno del plan situado en la Revolución Peronista. Y más cerca en el tiempo, podríamos observar a un Moreno radicalizado en el Ernesto Guevara que desde la Revolución Cubana transita miles de caminos, y un Moreno parlamentario y de corte popular en la tarea sindical de Germán Abdala en los noventa.

–El libro se inscribe en una coyuntura que usted describe como un “momento de emancipación continental”. ¿Pretende ser un puntapié inicial?

–Hay un Plan de Operaciones en marcha en América del Sur que va mucho más allá del documento de Moreno, que es de coyuntura y por eso permite estas lecturas y una actualización. Mi idea es que el plan, como instancia de la revolución política posterior a Mayo, podría pensarse como una etapa de reformismo político de los tiempos que corren y del kirchnerismo. En el libro hay muchas cosas que no cierran, que quedan abiertas a nuevas interpretaciones, a lo que el propio devenir de los próximos años nos muestre como posibilidades que se han diluido. Por eso el libro trabaja mucho, sobre todo en la última parte, con las cuestiones que todavía estamos observando en cuanto a la necesidad de los que algunos llaman profundización del modelo y yo llamo radicalización de políticas públicas e inclusión de todos los actores sociales. El plan nos está diciendo que si queremos hacer una patria igualitaria hay enemigos, y si en ese 1810 revolucionario se pensó el Estado desde esas cuestiones, hoy en 2011 también necesitamos replantearnos cómo constituimos nuestra identidad. Esa sigue siendo nuestra gran pregunta.

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“Hay dos siglos de polémica en torno del autor del plan.”
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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