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Viernes, 11 de septiembre de 2009

MUSICA › PITY ALVAREZ ANUNCIO AYER EL REGRESO DE VIEJAS LOCAS

“Queremos hacer mil cosas”

La banda que fue emblema de los rolingas en la década del ’90 vuelve después de diez años. El retorno se concretará el 14 de noviembre, con un megashow en Vélez que será registrado en directo en formato CD y DVD. “Estamos un poquito más responsables”, señaló Pity.

 Por Luis Paz

“Lindo día, eh. Y qué lindo lugar. Bueno, les agradezco por haber venido. Estamos aquí para informar formalmente el regreso de Viejas Locas, de aquí a que la muerte nos separe.” Con su eterna impronta de perturbadito lindo, su habitual misticismo, el cabello corto y oscuro como en la época de Hermanos de sangre, borceguíes y un pilotín marinero, Pity Alvarez anunció ayer el regreso de la banda que entre 1989 y 1999 le dio forma al modelo de rock and roll barrial, mediante aportes clásicos al cancionero popular suburbano como “Homero”, “Lo artesanal” y “Legalicenlá” y otros tantos rockitos, como “Perra” y “Me gustas mucho”, que anticiparon casi una década el esplendor mediático del pole dancing. Sí, Viejas Locas vuelve. O más bien ya volvió a la sala de ensayo. O mejor aún, volverá el 14 de noviembre con un show en Vélez (que será registrado en directo en formato CD y DVD) y, luego, con una gira por “todas, todas las provincias”.

Paso a paso: de movida, ayer estrenaron video de “Perro guardián”, tema nuevo. ¿Pero habrá disco?, le preguntó Página/12 a Pity en la conferencia de prensa ocurrida por la tarde, de espaldas a la coquetería del Hilton de Puerto Madero y de cara al contrapunto de sus fanáticos rolingas. “Por ahora vamos con el reci en Vélez, después se verá. Vamos a hacer una gira nacional y queremos agarrar groove para que, si sacamos algo, quede bien pro”, contestó notablemente “fresco”, luego de su internación en Dharma, la misma clínica por la que pasó Charly García, que también regresará en Vélez. Sus cuelgues para responder –“esteee”, “hmm” y “ehhh”– son parte ya del folklore, como las respuestas curiosas y las miradas perdidas, pero más allá de eso y de que las preguntas personales fueron excluidas de la conferencia, el bienestar anímico y mental se notó en el hasta hace poco líder de Intoxicados, hasta donde el resabio de su farmacopea se lo dejó.

Tal vez su regreso no sea ya una noticia. Los afiches que aparecieron ayer mismo en lugares estratégicos como Constitución –al modelo Cadillacs y Soda, presentando el logo de la banda y el link Estamosllegando.com.ar– atentaron contra la noticia fresca. Pero cuando el cantante y guitarrista Cristian “Pity” Alvarez, el bajista Fabián “Fachi” Crea, el batero Abel Meyer y el guitarrista Sergio “Peluca” Hernández (compañero de Fachi en Motor Loco y reemplazante de Sergio “Pollo” Toloza, que grabó en Viejas Locas, Hermanos de sangre, Especial y Sigue pegando, sus cuatro discos oficiales) llegaron surfeando las aguas turbias a bordo de un bote a motor, dieron ostentosas vueltas a la vista de periodistas, familiares y amigos y llegaron al escenario en un carrito de golf, la noticiabilidad del regreso cobró nuevos matices, algunos interesantes y otros graciosos.

“Nos van a ver sonando mejor que antes, porque estamos muy atentos a los sonidos que buscamos para hacer un rock and roll bien pro. Estamos muy bien nosotros, a nivel grupo, venimos ensayando. Así que todo very nice”, prometió Pity antes de entregarse a la consulta obligada: ¿Cómo surgió la posibilidad del regreso? “Fachi me incentivó a volver”, concedió Pity. Y los fanáticos presentes aplaudieron, claro, el reensamble del cantante y el bajista, que cerraron el milenio sin volver a compartir escenario ni sala y, en el ocaso de esta década, resumen así las cuentas pendientes.

El que no estará, ya se escribió, es el Pollo Toloza, ex primera viola. ¿Por? “Le ofrecimos volver y no quiso, así que respetamos su opinión.” La madre de Peluca, chocha, como lo demostró durante la proyección del video. “Ay, miralo a mi bebé”, decía la señora, sin reparar mucho en que su bebé se estaba fumando un cigarrillo tras otro, a punto de embarcarse en el arca aún difícil de timonear que es Viejas Locas destino José Amalfitani.

Sobre la separación luego de aquel debidamente histórico recital en La Matanza en 1999, Pity consideró que “fue el momento indicado para cortar”. El silencio respetuoso no tardó en convertirse en carcajadas luego de que Pity, con la misma falta de tapujos que para comerse un guiso podrido en Que sea rock (el documental que buscó de forma fallida cerrar la trilogía con Rock hasta que se ponga el sol y el registro del B.A.Rock), explicó por qué fue el instante crítico: “Si de una novia te cansás, imaginate de cinco. Hace poco me dijeron que es mejor que te rompan el culo dos veces por semana a que te hinchen las pelotas todos los días”.

¿Y por qué volver ahora? ¿Qué cambió? ¿O es que “Todo sigue igual”? “Fachi tuvo mucho que ver con la vuelta, él nos incentivó. Y cuando nos juntamos nos dimos cuenta de que estamos un poquito más responsables que siempre y de que nos llevamos muy bien.” En otro momento, se podría haber esperado cualquier tipo de adjudicación ontológica de causas por parte de Pity. Pero no, realmente se lo escuchó “más pro” y, de nuevo, “fresquito”.

Si hasta se animó a tirar la pelota seis metros más adelante y echarse un pique cuando se le preguntó qué vendrá tras Vélez: “Queremos hacer mil cosas y quién sabe cuánto va a durar esto”.

El catering se acaba, la última ronda de preguntas también, el consultarle cualquier cosa a cualquier fuente no: “Pity, ¿qué le dirías a Diego?”, consultó alguien. “Que haga lo que sabe, porque cada uno tiene que hacer lo que sabe hacer. Si no sabés hacer y no creés en los dioses, no los molestes pidiéndoles. Somos todos un ladrillo más en la pared.”

Y Viejas Locas, según Pity, es un ladrillo “del rico, sin cortes”, puro rock and roll (aunque en vías de profesionalización). Ese rock and roll que, según Fachi, perdió su lugar en la primera plana musical. “Está todo bien con las demás bandas y hay que escuchar de todo, pero volvimos para poner al rock and roll en su lugar, porque hace rato que no vemos bandas con una esencia divertida y caliente sobre el escenario.”

¿Qué habrá que esperar, entonces, de aquí a dos meses? “El repertorio que la gente quiere, con todos los temas con arreglos nuevos”, según una idea del bajista que vino a completar Pity: “Pasaron diez años, a nuestros discos les nacieron cogollos y les salieron arrugas. El tiempo es un gran profe”.

Pero también una gran e incontrolable fuerza. A falta de un control remoto que, como en la película Click, permita domarla, el consuelo para el pueblo rollinga es que, desde hoy, las entradas ya están a la venta.

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Los Viejas Locas llegaron a la conferencia de prensa surfeando aguas turbias a bordo de un bote a motor.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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