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Martes, 9 de agosto de 2016

MUSICA › A LOS 50 AñOS, MURIó AYER EL NOTABLE MúSICO CORRENTINO NINI FLORES

Un artista que amplió las fronteras

El acordeonista, bandoneonista y compositor integró, con su hermano Rudi, un dúo que llevó el chamamé por otros caminos, artísticos y geográficos. Durante dos décadas se radicó en Francia, donde se integró al circuito de la “música del mundo”.

 Por Karina Micheletto

En un género tan propenso al bronce como el chamamé, hay figuras que fueron marcando saltos de futuro a lo largo de su historia, posibilidades de expansión a partir de la tradición. Ayer murió uno de ellos: Nini Flores, quien junto a su hermano Rudi conformó un dúo que le aportó vuelo de marca propia a esta música, asumiendo una herencia familiar que también transitó su padre, que se llamaba como él: Avelino Flores. El acordeonista, bandoneonista y compositor murió ayer a los 50 años en su casa de la capital correntina, tras sufrir un paro cardíaco cuyas causas hasta ayer no habían sido detalladas.

Nini Flores había nacido el 26 de marzo de 1966 en Corrientes, cinco años después que su hermano Rudi. Al igual que su hermano mayor, guitarrista, siguió sus estudios musicales en el conservatorio provincial de Corrientes. El se volcó por el bandoneón, igual que su padre, y también por el acordeón. Como suele suceder en tantas familias de abolengo musical, ambos integrarían el conjunto de Avelino, con el que comenzaron a formarse profesionalmente, llegando a grabar varios discos y presentándose en la zona del Litoral. El dúo con su hermano, del que surgió una nueva voz y una nueva forma para el chamamé, llegaría en 1984, perdurando en una formación sólida aunque rara por entonces para el género: guitarra y acordeón, o bandoneón.

“Lo nuestro es una mezcla. Hay timbres, sonidos nuevos en lo que proponemos, y también están presentes las raíces. Lo diferente es que no somos una formación típica. Pero no creo que estemos lejos de la tradición”, definían los hermanos en una entrevista a este diario. En ese camino natural por un lado –avanzar sobre lo ya avanzado– e infrecuente en ciertos ámbitos del folklore instituido –el que tiende a fosilizar las expresiones– se desarrolló la música de Rudi y Niní Flores.

Pronto el dúo fue creciendo, llegaron las giras por países vecinos, y un primer disco: Rudi y Nini Flores, grabado en 1986, en R.C.A. Víctor. Como también suele suceder, los hermanos se radicaron luego en Buenos Aires buscando abrirse camino profesional, aunque continuaron siempre yendo y viniendo, volviendo a la tierra propia. En los 90 llegaría un viaje a Europa y, casi sin planearlo, una radicación en Francia que se extendió para Nini durante casi dos décadas, mientras que Rudi siguió viviendo allá, también yendo y viniendo. Ya instalado en Corrientes, Nini continuó haciendo música por el mundo con su hermano y además con sus proyectos personales en paralelo. “Nos fuimos por aventura más que por trabajo. Queríamos conocer otros ritmos y culturas, y también difundir lo nuestro. Pero decidimos quedarnos por la aceptación que tiene el chamamé allá”, explicaban los hermanos.

Esa “aceptación”, en un camino que también abrió particularmente en Francia Raúl Barboza, se materializo para los hermanos Flores ya en un primer disco grabado en ese país en 1993, Chamame, musique du Parana, editado por Ocora-France y distribuido en Europa, Japón y Canadá. Y al año siguiente en Los Hermanos Flores, Corrientes Norte, grabado en Holanda, entre sus primeros registros como dúo, ambos logrados aún antes de instalarse definitivamente en Europa. Desde entonces, Nini Flores recorrió el mundo con la música del dúo, transitando ese circuito de la “música del mundo”, o de los festivales de jazz, en los que, decía el músico en la entrevista, el chamamé era visto y oído como algo exótico, pero de algún modo cercano, por esa calidez tan vital e instantánea que transmite el género.

El trabajo del dúo siguió incluyendo siempre fechas en la Argentina, entre las que eran muy frecuentes sus participaciones en el Festival Guitarras del Mundo. En Corrientes, la muy tradicional Fiesta Nacional del Chamamé también fue escenario asiduo para sus presentaciones, y ya instalado allí, Nini creó el Festival de Invierno de Chamamé.

Entre sus proyectos solistas, figuró el quinteto que creó con la cantante chaqueña Verónica Noguera, el guitarrista santafesino Facundo Rodríguez, el contrabajista Juan Pablo Navarro y Matías Martino en piano, en el que tocaba principalmente el bandoneón. Con esta formación tocó en el Teatro Colón y, en mayo pasado, en la Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner, junto a un cuarteto de cuerdas. También fueron muchos y diversos sus aportes en el cruce del chamamé con otros géneros, como en 2013 en el Festival de Tango de Buenos Aires, con Fueyes del Litoral, o cuando acompañó al tenor español José Carreras en su visita a Corrientes.

Como compositor Nini Flores dejó obras como “Refugio de soñadores”, “Corrientes norte”, “Noches de San Antonio”, “Añorando” y “Un vals en París”. Murió en plena actividad, con una cantidad de fechas anunciadas en distintos proyectos y espacios. Sus restos fueron velados en el teatro Juan de Vera, un espacio oficial y emblemático de la provincia, donde los correntinos despidieron a un artista que los representó de la mejor manera.

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Nini estaba en plena actividad, con numerosos proyectos.
 
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