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Miércoles, 18 de abril de 2007

DISCOS › “THE ABBATOIR BLUES TOUR”

Una deuda saldada con Mr. Nick Cave

El disco nunca se editó aquí. El DVD invita a meterse en el universo de los Bad Seeds.

 Por Eduardo Fabregat

Así son las cosas: la lógica comercial choca a menudo con el valor artístico. Suelen verse bateas tapizadas de “productos” de los que mejor ni abrir juicio, mientras que ciertos artistas fundamentales, esos que hacen historia pero jamás llegan al top ten de ventas, duermen en el limbo de la no-edición. Curiosamente, Nick Cave venía escapando al karma: discos como The Good Son, The Boatman’s Call, Murder Ballads o Nocturama tuvieron su edición local, demostrando que la industria a veces deja un margen para los paladares exquisitos. Sin embargo, en 2004 Nick Cave & The Bad Seeds editaron el soberbio doble Abbatoir Blues / The Lyre of Orpheus, y los fans argentinos debieron recurrir a Amazon o a algún alma sensible que se los trajera de afuera. Cosa rara para un artista que supo llenar el Gran Rex.

Pero la revancha es dulce, y tiene forma de DVD: para saldar aquella deuda, el sello EMI acaba de lanzar aquí The Abbatoir Blues Tour, una cajita de dos discos que permite meterse en la particular mecánica elegida por el australiano y sus malas semillas para ese disco, y la manera en que lo presentaron en vivo. Abbatoir/Lyre, dos discos bien diferentes que fueron editados juntos, marcaron además el fin de una era para los Bad Seeds: ya sin el histórico guitarrista Blixa Bargeld, las canciones –según explican en un documental el mismo Cave y el productor Nick Launay– fueron trabajadas de una forma más grupal, con Cave pasando los acordes en la sala y todos lanzándose en velocidad hacia lo desconocido. “Sé que estas canciones no le van a gustar a todo el mundo, y que se necesita estómago para escuchar algunas de ellas... pero mis canciones, o nuestras canciones, me encantan. Viven en la periferia, a remolque de otras. Están apiñadas en la parte trasera del ómnibus, fumando y burlándose de las demás canciones”, dice Cave, y es una definición tan graciosa como ajustada.

Para comprobarlo basta meterse en los dos shows que ofrece el DVD: el primero, registrado en la Brixton Academy londinense en noviembre de 2004, exhibe a unos Bad Seeds furiosos, desde la demolición inicial con “Hiding All away” hasta el cierre de “Stagger Lee” –nada menos–, pasando por la preciosa “Easy Money”, las urgencias de “Supernaturally” o la inquietante “Red Right Hand”. El segundo show, registrado en el Hammersmith Apollo en junio de 2003, enfoca los momentos más oscuros del australiano y sus secuaces, esa clase de canciones (“Wonderful Life”, “Christina the Astonishing”) que lo hacen tan inquietante, tan inclasificable. Complementado con cinco videoclips y un registro de la filmación del video de “Bring It on” (aún con Bargeld en las filas), el Abbatoir Blues Tour viene a llenar un hueco importante en el historial argentino de Cave. Seguramente no venderá miles y miles. Pero da gusto meterse en la parte trasera del ómnibus con él.

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Nick Cave, un músico que se resiste a las etiquetas.
 
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