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Jueves, 9 de agosto de 2007

CINE › OPINION

Abrir el debate

 Por Eduardo Weisz *

Mediante un importante trabajo de archivos y de entrevistas –el más ambicioso de los hasta ahora encarados–, Gaviotas blindadas II aborda, mediante el lenguaje del cine documental clásico, la década de los ’70. El PRT-ERP fue protagonista de ese período y expresión de un sector de la población que transformó su creencia en motor de su vida y se entregó con total abnegación a transformar esa, esta, sociedad. Esta segunda parte del proyecto del colectivo Mascaró Cine Americano muestra al grupo de Santucho en una etapa en la que se distinguió de la mayoría de las organizaciones de la época por su rechazo a Perón y al ala derecha del peronismo a la que el viejo líder hizo hegemónica apenas arribado al país. La película comienza con una bella frase de Julius Fucik, en la que éste hace referencia a la alegría, la plenitud y la intensidad de quienes, como decía Trotsky, sienten llevar en sus espaldas una molécula del destino de la humanidad. Porque si bien el documental no se centra en esa clave, sí es posible encontrar en los entrevistados la alegre pasión con la que vivieron su militancia. La barbarie represiva tuvo como consecuencia que, durante años, los sobrevivientes, junto a los miles de asesinados, hayan sido inseparables del lugar de víctimas. Esto fue probablemente inevitable, ante las dimensiones del crimen. El film, con varios de los testimonios, logra romper con ese estigma: en muchos trozos de historias personales que acá, muchas veces risueñamente, aparecen, nos encontramos con hombres y mujeres que vivieron con toda intensidad la alegría que transmitía Fucik.

Pero des-victimizarlos es también re-investirlos como militantes revolucionarios. Un documental sobre esta temática, político, debería haber incluido miradas críticas. Los testimonios tienen en común, casi excluyentemente, una reivindicación de todo lo hecho por el PRT-ERP. Faltan voces que, desde distintas perspectivas, permitan abrir un debate sobre sus problemas y falencias, también como modo de entender su caída y su papel en la derrota con la que se cerró ese capítulo de la historia argentina. Sólo esta perspectiva permitiría convertir las experiencias contrahegemónicas en insumos para abrir nuevos capítulos que lleven a una sociedad justa y humana.

* Autor de El PRT-ERP. Claves para una interpretación de su singularidad. Marxismo, Internacionalismo y Clasismo (Ediciones del C. C. C., 2006).

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