En octubre de 2008, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión redactó un informe en el cual analizaba la publicidad televisiva de Puertas “Pentágono” y concluía que contenía discurso discriminatorio. En el aviso, un sudoroso hombre de tez morena, tras sortear diversos obstáculos, llega a las puertas de una casa con el objetivo de asaltarla. En ese hogar se encuentra una familia, cuyos integrantes de tez blanca (señalamos el color de piel de estas personas porque esa característica hacen al discurso del spot) están desarrollando sus actividades serenamente. Y, finalmente, el hombre que llega corriendo no logra concretar su propósito –el robo– porque choca contra la puerta Pentágono que protege a la familia.

El informe se presentó al responsable de la empresa, Angel Atar, junto al Plan Nacional contra la Discriminación y diversas recomendaciones sobre discursos y prácticas recomendables, con el objetivo de que no se continuaran transmitiendo contenidos que incluyeran cualquier tipo y/o forma de discriminación. En esa oportunidad, el representante de la empresa dijo comprender los reclamos de las personas que se sentían discriminadas por el aviso y que Puertas Pentágono tomaría medidas como consecuencia de ese informe.

Sin embargo, han pasado varios meses desde aquella reunión y la publicidad se mantiene sin modificación alguna, a pesar de que nos comunicamos con la empresa y con la agencia publicitaria que se comprometió a revisar y modificar el aviso. Pero, además, esta publicidad que ha generado tantos reclamos en el Inadi y en el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, se ha tornado más preocupante. En la actualidad, no sólo se exhibe profusamente en varias señales de cable y de aire –como por ejemplo TN, Magazine Satelital y Telefé–, sino que a menudo ha sido pautada en tandas que van inmediatamente a continuación de noticias referidas a la llamada “inseguridad”.

La conclusión es que estamos en presencia de un aviso publicitario que estigmatiza a las personas con determinados rasgos físicos y que, además, por los segmentos informativos en que es pautado, termina contribuyendo a un clima de paranoia social que nunca suele ser el camino más adecuado para encontrar las soluciones a los problemas que nos aquejan a todos. Es obvio y entendible que una empresa que vende “seguridad” apele publicitariamente a la sensibilidad frente a la “inseguridad” de sus potenciales clientes. Lo que no es razonable, ni aceptable, es que se recurra a un mensaje con connotación racista. Por esta razón, además de las consideraciones ya realizadas por el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, el Comfer ha iniciado numerosas actuaciones sumariales que se encuentran en trámite.

Más información:
www.obserdiscriminacion.gov.ar.