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Viernes, 3 de junio de 2005

CONSEJITOS DE MARU BON BON

Abra bien los ojos y verá cómo se multiplican las emociones

Hay algo mejor en esta vida que ser útil a mis semejantes y a mis diferentes y a mis iguales pero no tanto? No lo creo, mis estimadíiíiiisimos/mas, mucho menos si la utilidad llega de la mano de tantas cosas aprendidas en ese lúbrico hamacarse de una parte dentro de otra o en su búsqueda o en su magreo. Así es, mis amores, que la felicidad me embarga como cada viernes y éste no es la excepción. Sólo una cosa me desconsuela, o mejor, me llena de ansiedad como lo hace el amor, como lo hace el placer, que no importa cuánto te den, siempre parece comida de pájaro. Y es ésta: ¿¡Por qué no puedo gozar de todos/as/es/is/us los que tanto prometen en las cartas!?, ¿¡¡eeehh!!?? Y sí, soy angurrienta, pero si no fuera así, no sabría de qué hablarles. Así que amiguete/ta/s, allá vamos con el poder de la vista, que es uno de tantos y no hay que despreciar:

1. Las partes también lo merecen: ¿Cuántas veces tendré que repetir lo mismo, amiguetes? Las partes pudendas (o no, que las hay desfachatadas) no son sólo eso, también tienen su particular personalidad, su autoestima, su deseo de ser tratadas con la deferencia que otorga una mirada amorosa. Ya verán cómo se colorean las caracolas, se ensanchan y se abren sus bordes y cómo se yergue lo que erguido queremos sin que medie más que la brisa de los ojos (aunque, digámoslo, está parte es taaanto más visible).

2. Deje que se haga la luz: ¿Qué es eso de andar cerrando los ojos cual actriz/tor de telenovela? ¿Acaso tiene sueño, fotofobia o algún otro problemita? No es que yo quiera que Ud. quede bizco/a, ¡es que se está perdiendo la mitad de la acción! ¡Deje la luz prendida! ¡Abra las ventanas! ¡Ponga espejos o busque un lugar en donde haya! Es una ecuación de lo más sencilla: no sólo borrará en su pareja/amante la sensación de que cualquier agujero es trinchera o viceversa para ofrecerle la certeza de que es él/lla a quien Ud. busca, sino que alimentará su fantasía asistiendo a la multiplicación de los cuerpos.

3. Sólo con los ojos abiertos sabrá Ud. que no están fingiendo: ¿Alguna vez oyó eso de que los ojos son espejo del alma? Yo no podría asegurar que del alma, pero que en la cara se nota todo, pero todo, todo, es casi una verdad de Perogrullo. Que una salivita que se escapa indolente, que un revoleo de pupilas, que una nariz que parecen dos de tanto que se abre y enrojece, todos esos son signos tanto mejores que los gritos, gemidos y estertores que tan bien sabemos copiar (de tanto ver porno con los ojos cerrados o puestos en otra parte).

4. Ya que los tiene, úselos: Porque las cosas salen mejor cuando sabe por qué camino agarrar. Y si no posee la gracia de tener que arreglarse con cuatro sentidos ¡pues úselos todos! ¿Qué caso tiene andar agitando la lengua con fruición sobre un lunar si Ud. buscaba otra cosa, igualmente prominente?, ¿por qué atragantarse con pilosidades si bien puede detectarlos antes de poner la boquita en la parte? Usen sus recursos, amiguete/ta/s, que la alegría es infinita si uno/a sabe buscarla.

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