libero

Lunes, 14 de febrero de 2005

FúTBOL › ¿CUAL ES EL VERDADERO EQUIPO?

El Chino Benítez tiene muchos problemas con los rompecabezas

 Por Juan José Panno

El rompecabezas que tiene que armar Jorge Benítez no es fácil. Tiene que hacer encajar sólo once piezas y debe optar entre casi treinta elementos distintos, con las innumerables variantes que esto implica. El entrenador de Boca no podría decir hoy quiénes son sus titulares de fierro, y mucho menos lo saben los propios jugadores y los hinchas. A lo sumo se podrá convenir en que Abbondanzieri y Schiavi son los únicos que tendrán el puesto garantizado en toda la temporada. La participación de los demás dependerá del rival, el momento y las circunstancias, entre las que hay que considerar los flojos rendimientos colectivos que –como en el partido de ayer– se produzcan en los partidos oficiales. Frente a Lanús entraron varios que no estarán ni en el banco en el compromiso del próximo jueves con Deportivo Cuenca, ante lo cual surge otro inevitable interrogante: ¿que es más importante para Benítez, el torneo local o la Copa? Por lo general, los técnicos de los equipos grandes que disputan la Libertadores tienen una base de un equipo para el certamen doméstico y otra para la Copa. Benítez parece optar por otro camino: una mixtura para un campeonato y otra mixtura para el otro.
Responder a la pregunta sobre qué equipo pondría Benítez si Boca jugara un solo torneo es un interesante ejercicio de imaginación. Una posibilidad es ésta: Abbondanzieri; Baiano, Schiavi, Traverso, Matellán; Cagna, Cascini, Vargas; Guglielminpietro; Guillermo Barros Schelotto y Palermo. Y como primera alternativa de cambio Palacio, un escalón más arriba de Delgado, Ledesma, Gago, Calvo, Morel Rodríguez, Donnet, Scarione, Alvarez y Silvestre.
Sin embargo, ayer, contrariamente a lo que se podría esperar, el Chino no le dio un lugar en el equipo a Palacio. Pese al flojo desempeño de los dos de punta, recién en el último tramo del partido el DT sacó a uno de ellos, el Mellizo, y puso a Delgado. En realidad, con un 2-0 a favor, pocos se animan a hacer cambios, pero Boca estaba jugando mal y esa ventaja parcial era más producto de la casualidad que de otra cosa, y eso estaba muy claro para todo el mundo, incluido Benítez.
Los hinchas boquenses, defraudados, se quedaron con las ganas de verlo a Palacio un ratito y seguramente podría haber entrado con el partido 2 a 2, aunque ya se habían hecho los tres cambios, incluido el obligado ingreso de Escalada por el lesionado Donnet.
En el análisis íntimo de los rendimientos individuales –más allá de las declaraciones pour la galerie–, el entrenador habrá quedado conforme con Gago, pero debe haber quedado preocupado por la producción de los del fondo, especialmente en el juego aéreo, y la inconexión de la dupla Guillermo-Palermo. La realidad le sigue dando la razón acerca de la falta de un enganche, y lo que jugó el colombiano Giovanny Hernández contra River marca que estaba muy bien rumbeado.
Por ahora, Boca abre más incógnitas que expectativas.

Compartir: 

Twitter

Schelotto ejecuta el penal a media altura. El arquero Bossio casi se lo ataja.
 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.